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12 cosas sorprendentes que pueden aumentar tu presión arterial

La sal y el estrés no son los únicos culpables, ciertos factores como la apnea del sueño, los desequilibrios hormonales y otros motivos inusuales también pueden elevar la presión arterial.


ilustración que muestra unos cubos de azúcar, un tensiómetro, licor, un cigarrillo y regaliz negro
FATCAMERA / GETTY

Si controlas tu presión arterial, probablemente conoces las causas más comunes que pueden elevarla, como el exceso de sal o el estrés, por ejemplo.

Pero otros factores también pueden aumentar tu presión arterial e interferir con tus esfuerzos para mantenerla bajo control, incluidos ciertos alimentos, hábitos de estilo vida y algunas enfermedades subyacentes.

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Sigue leyendo para descubrir 12 factores sorprendentes que pueden elevar tu presión arterial.

1. Apnea del sueño

La apnea del sueño, un trastorno en el que se interrumpe y reinicia la respiración varias veces durante la noche, es una de las causas inusuales de la hipertensión. Y es un problema en ascenso, a medida que cada vez más personas en el país luchan contra el sobrepeso, dice el Dr. Donald Lloyd-Jones, director del Framingham Center for Population and Prevention Science e investigador principal del estudio cardíaco Framingham Heart Study. También fue presidente de la Asociación Americana del Corazón. El exceso de peso es uno de los principales factores de riesgo de apnea del sueño; la edad es otro de los más importantes.

Cuando una persona que tiene apnea del sueño deja de respirar, el cerebro interviene y despierta al organismo para que respire, lo que puede ocurrir treinta veces o más por hora. “Y no dormir bien puede ser muy dañino para el sistema vascular, sobre todo cuando se debe a que las vías respiratorias se cierran y el cerebro y el organismo tienen que mantenerse lo suficientemente conscientes para intentar abrirlas”, señala Lloyd-Jones.

Todo ese estrés y esfuerzo hacen que aumente la presión arterial, “y no solo cuando dormimos, sino también cuando estamos despiertos durante el resto del día”, señala Lloyd-Jones. También está asociada con otros muchos problemas de salud, como un mayor riesgo de ataque cardíaco, diabetes tipo 2 y trastornos hepáticos. Los investigadores de Johns Hopkins Medicine descubrieron que la apnea del sueño grave en la mediana edad o en la vejez puede aumentar hasta en un 46% el riesgo de muerte prematura.

Roncar es una señal de advertencia común de la apnea del sueño, así que, si alguien te dice que roncas fuerte o respiras agitadamente mientras duermes, habla con tu proveedor de atención médica. Existen varios dispositivos y terapias que pueden ayudar a tratar la apnea del sueño y los estudios sugieren que el tratamiento con una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) puede reducir la hipertensión en solo tres meses.

¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión?

A menudo se hace referencia a la presión arterial alta, o hipertensión, como "el asesino silencioso" porque no suele presentar síntomas. Pero aun así puede ser peligrosa y causar daño a los vasos sanguíneos, el corazón, el cerebro, los riñones, los ojos y más. Si no se detecta o controla, la presión arterial alta puede causar lo siguiente:

  • Ataque cardíaco
  • Derrame cerebral
  • Insuficiencia cardíaca
  • Enfermedad renal 
  • Pérdida de visión 
  • Disfunción sexual
  • Angina (dolor) de pecho
  • Enfermedad arterial periférica (estrechamiento de las arterias)

Se estima que casi la mitad de los adultos en el país tienen hipertensión, que es cuando la presión arterial sistólica (el valor superior) es de al menos 130 mm Hg (milímetros de mercurio) o la presión arterial diastólica (el valor inferior) es de 80 mm Hg o más. Solo alrededor de 1 de cada 4 adultos con presión arterial alta la tiene bajo control.

Fuente: Asociación Americana del Corazón, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

2. Un horario de sueño impredecible

No es solo la apnea durante el ciclo del sueño lo que puede hacer que la presión arterial se eleve por las nubes. “Las personas que no duermen de seis a ocho horas sin interrupción pueden tener la presión arterial alta”, dice el Dr. Luke Laffin, codirector del Centro de Trastornos de Presión Arterial en Cleveland Clinic.

Algunos estudios hallaron que las noches sin dormir elevan la presión arterial no solo durante la noche, sino también al día siguiente. 

Para dormir bien, acuéstate y levántate a la misma hora todos los días. Evita la bebida y la comida 90 minutos antes de acostarte y no mires televisión en la cama. Si te despiertas y no puedes volver a dormir en 20 minutos, levántate y haz otra cosa, dice Laffin.

3. Tener la vejiga llena

Una vejiga llena es una de las causas del aumento repentino de la presión arterial que puedes controlar. “Esto eleva la presión arterial entre 10 y 15 puntos”, explica Laffin. Cuando tu vejiga está llena, envía una señal al cerebro para que active tu sistema nervioso, lo que puede causar hipertensión.

Por eso la Asociación Americana del Corazón recomienda orinar antes de tomarse la presión para obtener los resultados más precisos, especialmente si controlas tu presión arterial en casa.

“Está bien esperar si estás en una situación en la que no puedes orinar fácilmente. Pero si tienes la necesidad y puedes usar el baño, entonces no hay razón para retrasarlo”, dice Laffin.

Y hablando de orinar, levantarte con frecuencia durante la noche para ir al baño podría ser una señal de hipertensión. "Si la presión arterial es elevada, eso hace que el cuerpo diga: 'Necesito bajar la presión'. Una forma de hacerlo es orinar", afirma Laffin.  

4. Contaminación del aire

Las investigaciones demuestran que la exposición a la contaminación ambiental, causada tanto por las "partículas finas" (por ejemplo, las que provienen del escape de los automóviles) y las "partículas gruesas" (como el polvo de las carreteras y las obras de construcción), puede aumentar la presión arterial en los adultos y en los niños. En el 2022 (los datos más recientes disponibles), el 99% de la población mundial vivía en zonas en las que la calidad del aire no cumplía con las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Míchigan descubrió que incluso la exposición a corto plazo a niveles elevados de contaminación del aire puede afectar a la presión arterial (en inglés) en adultos sanos. El cambio es similar al que se observa cuando una persona aumenta unas 5 o 10 libras de peso, señalaron los investigadores en un comunicado de prensa.

Un metaanálisis separado realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud demostró con éxito cómo reducir la presión arterial simplemente filtrando el aire. La investigación examinó 10 ensayos con más de 600 participantes y encontró que filtrar el aire con purificadores de aire portátiles puede ayudar a reducir la presión arterial sistólica. Esta práctica también puede reducir la hipertensión (en inglés) incluso en lugares donde los niveles de contaminación son altos, según un estudio del 2020.

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Además de la contaminación procedente de los automóviles, el ruido del tráfico se ha vinculado a un mayor riesgo de hipertensión arterial.

5. Consumo excesivo de regaliz negro

Comer demasiado regaliz negro —es decir, el auténtico, no un caramelo con sabor a regaliz— puede ser peligroso para la salud, y no solo por su contenido de azúcar. Este dulce contiene el compuesto glicirricina, un derivado de la raíz del regaliz que puede causar una gran retención de sal y agua en el organismo, lo que aumenta la presión arterial. El consumo de regaliz negro también puede ocasionar niveles bajos de potasio y anomalías en el ritmo cardíaco. Y si ya tienes algunos problemas de salud preexistentes, como un nivel bajo de potasio o hipertensión, podrías ser aún más sensible a la glicirricina.

Así que ten cuidado con la cantidad de regaliz negro que consumes. Un estudio sueco del 2024 concluyó que comer 100 miligramos de regaliz negro todos los días ―cantidad establecida como segura por la OMS en el 2005― durante dos semanas fue suficiente para aumentar la presión arterial en aproximadamente 3.1 mm Hg (en inglés).

¿Qué es la hipertensión arterial?

Categoría Presión arterial sistólica     Presión arterial diastólica
Normal  <120 mm Hg <80 mm Hg
Elevada 120-129 mm Hg <80 mm Hg
Hipertensión en etapa 1 130-139 mm Hg 80-89 mm Hg
Hipertensión en etapa 2 ≥140 mm Hg ≥90 mm Hg

6. Beber alcohol

Probablemente hayas oído decir que beber vino tinto con moderación puede ser bueno para tu corazón. Pero la Asociación Americana del Corazón indica que no existe evidencia científica que respalde esta afirmación. Y los posibles beneficios cardiovasculares de los flavonoides del vino tinto también se encuentran en alternativas más saludables como las uvas y los arándanos.

Las investigaciones sí muestran que beber alcohol, incluso solo una bebida al día, se ha vinculado con la presión arterial alta. 

Si bien consumir alcohol inicialmente relaja y ensancha los vasos sanguíneos, lo cual reduce tu presión arterial, el efecto es temporal, y estos comienzan a contraerse una vez que tu hígado metaboliza el alcohol.

Los bebedores empedernidos (más de tres bebidas al día en el caso de las mujeres y cuatro en el de los hombres) que reducen su consumo a una bebida al día en el caso de las mujeres y dos en el de los hombres, pueden reducir su presión arterial sistólica en unos 5.5 mm Hg y su presión arterial diastólica en unos 4 mm Hg, según Mayo Clinic.

7. Insuficiente potasio

El exceso de sodio es una causa bien establecida de la hipertensión. Sin embargo, una dieta rica en potasio ayuda a reducir la presión arterial.

Mientras que la sal aumenta la presión arterial, el potasio la reduce al hacer que el organismo libere sodio, dice el Dr. Seamus Whelton, profesor adjunto de Medicina en la División de Cardiología de Johns Hopkins Medicine. “Alrededor del 75% del sodio que consumen la mayoría de las personas ya se encuentra en los alimentos cuando los compran”, advierte Whelton. Así que dejar de lado los alimentos procesados y comer más frutas y verduras frescas es la clave para aumentar el potasio y reducir el sodio.

Los hombres necesitan 3,400 mg de potasio al día y las mujeres unos 2,600 mg. No obstante, la Asociación Americana del Corazón recomienda obtener entre 3,500 y 5,000 mg si estás intentando reducir tu presión arterial.

Los alimentos ricos en potasio incluyen las papas, la espinaca, la jaca, las bananas, la toronja y los frijoles. Muchos alimentos incluidos en la dieta DASH (enfoques alimentarios para detener la hipertensión) son buenas fuentes de potasio. Whelton también recomienda comer de cuatro a cinco porciones de frutas y la misma cantidad de verduras al día, según las pautas de la Asociación Americana del Corazón. No es necesario tomar suplementos de potasio a menos que lo recomiende el médico.

8. Tu vida social (o la ausencia de ella)

“Como especie, no estamos diseñados para estar solos”, dice Annalijn Conklin, profesora adjunta de la Universidad de Columbia Británica. “El aislamiento social eleva los niveles de cortisol y genera la reacción de lucha o huida”. Un estudio (en inglés) de 28,238 adultos de entre 45 y 85 años realizado por Conklin halló que, en el caso de las mujeres, ser solteras, tener actividad social limitada o formar parte de una red social pequeña estuvo vinculado con niveles promedio de presión arterial más elevados. 

Algo interesante: el estudio de Conklin halló que los hombres que vivían solos o tenían redes sociales pequeñas fueron menos propensos a tener presión arterial alta que quienes vivían con otros o tenían redes sociales amplias (más de 220 personas). No está claro si la diferencia se debe a razones biológicas o simplemente al hecho de que hay menos estigma alrededor de la idea de que los hombres estén solos. 

Ahora bien, sentirte aislado no es bueno para tus arterias. Otro estudio más pequeño de adultos de entre 50 y 68 años halló que la presión arterial sistólica (el primer número al leer la presión arterial) de las personas que obtuvieron el puntaje más alto en una encuesta sobre soledad fue entre 10 y 30 puntos más elevada que la de las personas que se sentían menos solas.

9. Medicamentos comunes

¿Tienes dolor de cabeza? ¿Dolor en las articulaciones? Ten cuidado con lo que eliges cuando te diriges al botiquín. Los antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno (Advil) y el naproxeno (Aleve) pueden elevar la presión arterial. Lo mismo ocurre con el consumo habitual de acetaminofén (Tylenol), según un nuevo estudio publicado en Circulation, la revista de la Asociación Americana del Corazón.

“Las personas que toman este tipo de medicamentos de forma continua para controlar el dolor deben consultar con su médico”, señala Lloyd-Jones.

Otros productos de venta libre que debes vigilar incluyen los descongestionantes, que alivian la congestión nasal al estrechar los vasos sanguíneos para reducir la inflamación en la nariz. Estos productos también pueden elevar la presión arterial. “Por eso no se deben usar de forma constante ni habitual”, indica Lloyd-Jones. Los suplementos, como el ginseng y la efedra, también se vinculan con el aumento de la presión arterial.

10. Azúcar añadido

Cuando consumimos azúcar, el organismo secreta insulina para ayudar a eliminar ese azúcar de la sangre y transportarlo a las células, donde puede convertirse en energía. 

“Sin embargo, la insulina en sí tiende a elevar la presión arterial en muchas personas”, indica Lloyd-Jones. “Por lo tanto, si consumes una gran cantidad de azúcar añadido o almidones simples, tienes descargas de insulina más intensas y prolongadas, lo que eleva la presión arterial”.

El azúcar añadido, como el jarabe de maíz, es común en pasteles, galletas, yogur, cereales para el desayuno y refrescos. De hecho, beber una bebida de 12 onzas con azúcar añadido todos los días podría aumentar tus probabilidades de desarrollar hipertensión en al menos un 6%.

11. Fumar

Otra razón más para dejar de fumar: el tabaquismo, un factor de riesgo confirmado de infarto y derrame cerebral, también puede afectar a la presión arterial. Según la American Academy of Family Physicians, esto se debe a la nicotina. Esta sustancia causa el estrechamiento de los vasos sanguíneos y la aceleración de la frecuencia cardíaca, lo que eleva la presión arterial.

“Si hacemos un seguimiento, queda claro que en un período de 24 horas la presión arterial [de los fumadores] es más alta que la de los no fumadores”, explica Byrd.

12. Otro problema de salud

La producción excesiva de la hormona aldosterona puede provocar hipertensión arterial e incluso dificultar su control con medicación. Según Byrd, las personas que no han logrado controlar la presión arterial con diversos medicamentos deben consultar con su médico, ya que “es muy probable que padezcan un trastorno denominado aldosteronismo primario”. Este problema suele pasar desapercibido, dice Byrd, pero se puede tratar con medicamentos.

La hipertensión también puede ser señal de un problema en los riñones o en la glándula tiroides.

A medida que aumenta tu edad, también aumenta tu riesgo de sufrir un trastorno de la tiroides. Si bien tanto la tiroides hiperactiva como la tiroides hipoactiva pueden elevar la presión arterial, una tiroides sumamente hiperactiva puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares, dice la Dra. Nicole Ronda Bloom, una endocrinóloga acreditada de New Hyde Park, Nueva York. 

Bloom alienta a los pacientes a que chequeen el nivel de actividad de la tiroides una vez al año durante sus exámenes físicos, o cada seis meses si tienen antecedentes familiares marcados de enfermedades tiroideas o presentan síntomas. Y si estás tomando un medicamento para la tiroides, asegúrate de tomarlo tal cual fue indicado. “Olvidarse una dosis del medicamento para la tiroides poco activa por lo general no causa un aumento de la presión, pero olvidarse de la dosis del medicamento para la tiroides hiperactiva puede ser problemático”, agrega Bloom.

No olvides las causas más comunes

No debes ignorar los factores que más influyen en la hipertensión arterial en el país, el principal de los cuales es el peso. Si tienes sobrepeso, bajar incluso unas pocas libras puede producir un gran cambio en la presión arterial: puedes reducir tus valores en 1 mm Hg por cada 2.2 libras que bajes, según Mayo Clinic. 

Es importante que te tomes la presión arterial con frecuencia y que “comprendas en qué parte del espectro te encuentras”, recomienda Lloyd-Jones. Puedes hacerlo en casa con un tensiómetro de brazo.

Si notas que te está empezando a subir la presión o si ya es elevada (el valor sistólico, el más alto, se considera normal cuando es menor de 120, y el valor diastólico, el más bajo, cuando es menor de 80), es importante tener cuidado con los alimentos y los hábitos que pueden hacerla aumentar, agrega Lloyd-Jones. También es fundamental consultar con tu médico para encontrar la mejor manera de controlarla, ya sea con medicamentos, cambios en el estilo de vida o con ambas alternativas.

“Una manera muy importante y eficaz para que los pacientes asuman el control de la situación es que se tomen la presión arterial en casa”, señala Lloyd-Jones.

Hipertensión de bata blanca

¿Alguna vez has tenido una presión arterial más alta en el consultorio médico que la que normalmente se lee en casa? Un estudio del 2017 en Journal of Hypertension encontró que hasta el 30% de las personas con presión arterial elevada tienen niveles distintos en el consultorio y fuera del consultorio.

Este problema, conocido como “hipertensión de bata blanca”, podría deberse a muchos factores, entre ellos sentirse estresado en la presencia de los proveedores de atención médica. No es algo trivial: la hipertensión de bata blanca está relacionada con un mayor riesgo de ataque cardíaco, derrame cerebral y enfermedad cardiovascular.

“Para un diagnóstico de hipertensión, se deben obtener dos lecturas elevadas en al menos dos ocasiones distintas”, dice Seamus Whelton, profesor de Johns Hopkins. “Así que nunca queremos cambiar los medicamentos de alguien en función de una sola lectura de la presión arterial”. Si tu médico vuelve a verificar tu presión arterial durante tu cita y sigue siendo alta, es probable que te aconsejen que continúes revisándola en casa en las semanas que siguen y compartas esas cifras en tu próxima cita.

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Nota del editor: esta historia, publicada originalmente el 21 de abril de 2022, ha sido actualizada para reflejar nueva información.

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