Vida Sana

Sería fácil pensar que los analgésicos de venta libre no presentan ningún riesgo, ya que no se necesita la autorización ni la receta de un profesional médico para comprarlos. Sin embargo, resulta que estos medicamentos conllevan numerosos riesgos, sobre todo para las personas con presión arterial elevada.

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Desde hace muchos años, la American Heart Association (AHA) ha recomendado el acetaminofén (Tylenol) como una alternativa segura a los antiinflamatorios no esteroides (AINE), entre ellos el ibuprofeno (Advil, Motrin) y el naproxeno (Aleve). Según las investigaciones, los AINE pueden provocar un aumento de la presión arterial y, en personas que ya son hipertensas, pueden agravar su situación. Además, los AINE pueden impedir que surtan efecto ciertos medicamentos que se toman para controlar la presión arterial, entre ellos los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) y los diuréticos.
Sin embargo, cada vez más investigaciones —entre las que destaca un estudio publicado (en inglés) en febrero en la revista Circulation— sugieren que el uso frecuente de acetaminofén también presenta ciertos riesgos para la presión arterial. Los investigadores reclutaron a 110 participantes con presión arterial alta y, de forma aleatoria, administraron a algunos de ellos la dosis diaria máxima recomendada de acetaminofén (4 gramos) —mientras que los demás recibieron un placebo— cada día durante dos semanas. Y en las dos semanas siguientes, los que habían tomado el placebo recibieron la dosis diaria de acetaminofén, mientras que el placebo se administró a los que habían tomado acetaminofén en la primera fase. Al final del estudio, los investigadores determinaron que el uso frecuente de acetaminofén aumentó la presión arterial sistólica (el primer número) en unos 5 mmHg (milímetros de mercurio, unidad utilizada para medir la presión) en personas que padecen hipertensión. Además, su efecto fue similar al de los AINE, según observaron los autores.
"Lo que me impresionó fue que este efecto se produjo en poco tiempo", señala Steven M. Smith, epidemiólogo especializado en los medicamentos en el Departamento de Farmacoterapia e Investigación Traslacional de la Facultad de Farmacia de University of Florida, quien no participó en el estudio. "Muchas personas tomamos Tylenol con cierta frecuencia para aliviar los dolores, pero [esta investigación demuestra que] no se necesita tomar mucho para causar un aumento de la presión arterial. Con un aumento de esa magnitud, sobre todo si persiste, corremos el riesgo de sufrir consecuencias adversas: derrames cerebrales, ataques cardíacos y muerte".
La presión arterial alta es la primera causa prevenible de cardiopatías y derrames cerebrales en Estados Unidos, según la AHA, y ocupa el segundo lugar entre las causas prevenibles de mortalidad por cualquier causa, después del tabaquismo. Casi la mitad de los adultos en Estados Unidos (47%, o 116 millones) tienen la presión arterial alta, según informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
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