Vida Sana
Esta época del año me recuerda el cuento del Lago Wobegone, de Garrison Keillor. Hay tantos calabacines hacia el final del verano en este pequeño pueblo que, durante la noche la gente deja, a escondidas, grandes bolsas de papel repletas de esta verdura en los porches de las casas. Cuando sale a buscar el periódico en la mañana, se da cuenta que está lleno calabacines.
A veces tengo la sensación de que esto me tiene que estar pasando a mí; hay demasiados calabacines tirados por allí. La semana pasada, alguien escribió en nuestro muro de Facebook, Three Many Cooks: “¿Alguna idea de qué hacer con calabacines, además de pan de calabacines?” Ya entiendo. Tiene esta verdura maravillosamente saludable y lo único que se le ocurre es hacer una masa. Pues, piense otra vez. Tengo un par de recetas que le alegrará tener todos esos calabacines.
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Una de mis sugerencias favoritas para los calabacines es absolutamente simple y brillante. Con un pelador de papas, corte largas tiras de calabacín a un lado. Mézclelas con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta, y rocíelas con vinagre para tener una ensalada refrescante y distinta. No puedo decir que la receta sea completamente mía. Tomé la idea de mi hija Sharon, que presentó una ensalada similar en nuestro blog, threemanycooks.com (en inglés), hace algunas semanas. Le enseñé mucho con los años, así que es lindo estar aprendiendo de ella ahora.
Puede mantener la ensalada de calabacín hipersimple, como hice yo, o usarla como base y agregarle todo tipo de cosas, como hojas de albahaca trozadas, orégano seco, pequeñas rodajas de cebolla roja, piñones tostados, un poco de tomate fresco cortado en trozos pequeños o sabrosas aceitunas negras. O siga la propuesta de Sharon, y haga la ensalada con mitad de calabacines y mitad de calabacitas amarillas.
Saqué la idea para los napoleones de calabacín y berenjena asados, con tomate, albahaca y mozzarella de mi buena amiga Terrie Brown. Estos espectaculares bocadillos son una contundente entrada para el verano. Una ventaja adicional: se mantienen perfectamente en el refrigerador, por lo que puede servirlos una noche para la cena y disfrutar un agradable almuerzo vegetariano al día siguiente.
Para esta época del año, otra de mis recetas favoritas son las pastas con salsa a la plancha. Mientras se calienta el agua para la pasta, cocine a la plancha tomates en mitades, una cabeza de ajo y rebanadas de calabacín y cebolla roja. Después de quitarles la piel a los dientes de ajo, páselos, junto con las mitades de tomate a una procesadora de alimentos y procéselos para tener una salsa instantánea. Mezcle parte de la salsa con el calabacín y la cebolla a la plancha y, el resto con la pasta. Si bien se puede echarle el clásico queso parmesano, con esta suculenta pasta yo prefiero usar queso feta desmenuzado, que tiene más personalidad.
Entre los mercados agrícolas, nuestras huertas, lo que se vende en los supermercados y lo que nos pasan nuestros amigos horticultores, es fácil terminar con kilos y kilos de calabacín. Siempre estará el pan de calabacín, pero ahora tiene una ensalada sencilla, un contundente primer plato o almuerzo, y un plato principal consistente en una pasta vegetariana para sumar a su repertorio. Con platos como estos, puede que desee dejar un cartel en su puerta de entrada, que diga: “Acepto todos los calabacines perdidos”.
Sencilla ensalada de tiras de calabacín
Rinde 2 porciones
Ingredientes
- 1 calabacín mediano tirando a grande, sin tallo ni flor
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal y pimienta negra molida
- 1 cucharadita de vinagre de vino tinto (y un poquito más si fuera necesario)
- Queso feta
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