Tomar tiempo cada día para dar un paseo por un parque o caminar por el bosque podría beneficiar tu salud mental y física —y reducir la necesidad de medicamentos para trastornos como el asma, la presión arterial alta, ansiedad y depresión—, según un estudio publicado en la revista (en inglés) Occupational & Environmental Medicine.
El estudio, que se centró en los adultos que viven en un entorno urbano, descubrió que, en comparación con las personas que no visitaban parques o espacios verdes, aquellos que los visitaban tres o cuatro veces a la semana:
- Tuvieron un 36% menos de probabilidades de tomar pastillas para la presión arterial
- Era un 33% menos probable que usaran medicamentos para la ansiedad, la depresión u otros problemas de salud mental
- Tuvieron un 26% menos de probabilidades de tomar medicamentos para el asma

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“En este estudio, la frecuencia de las visitas a los espacios verdes fue el único tipo de exposición a la naturaleza que mostró una asociación inversa con el uso de medicamentos”, escribieron los investigadores. “Este hallazgo coincide con la evidencia tentativa que enfatiza la importancia del uso efectivo de los espacios verdes en relación con la salud mental, y sugiere que lo mismo ocurre con otras enfermedades, como el asma y la hipertensión”.
¿Por qué es único este estudio?
En el estudio, investigadores en Finlandia analizaron detenidamente a 7,321 adultos (con una edad promedio de 54 años) que viven en la ciudad de Helsinki y sus alrededores, la zona urbana más grande del país, y determinaron si los participantes vivían a 10 minutos a pie de un “espacio verde” (como un parque, un bosque o un campo) o un “espacio azul” (como un lago o un río). A los participantes también se les preguntó con qué frecuencia visitaban espacios verdes y sobre los medicamentos que usaban para tratar la depresión, la ansiedad, la hipertensión y el asma.
Una vez que tuvieron esta información, los investigadores descubrieron que simplemente vivir cerca de un bosque, un parque o un río (espacio azul) no parecía influir las probabilidades de usar ninguno de estos medicamentos. En otras palabras, las personas deben rodearse de la naturaleza para obtener sus beneficios para la salud.
Los resultados refuerzan investigaciones anteriores sobre la salud mental