¿Cuáles son las causas de un aumento de peso inexplicable?

Otros trastornos, como la artritis, pueden dificultar el ejercicio, mientras que las deficiencias vitamínicas —como la insuficiencia de vitamina B12, que puede estimular el apetito y causar que una persona coma de forma indiscriminada (incluidos alimentos poco saludables) en respuesta a las señales de hambre— pueden provocar un aumento de peso, afirma la Dra. Sukhpreet Singh, directora médica regional de Control de Peso y Medicina de la Obesidad de Henry Ford Health en Detroit. (Al igual que ocurre con la depresión, las carencias nutricionales pueden producir efectos opuestos: algunas personas aumentan, mientras que otras pierden peso). 

La genética y los factores hereditarios: predisponen al aumento de peso, pero no lo predeterminan

El comportamiento, el entorno y la genética influyen en el sobrepeso y la obesidad. En cuanto a la epidemia de obesidad en Estados Unidos, que no ha hecho más que empeorar en las últimas décadas, "estamos bastante seguros de que se debe al entorno en que vivimos, porque los genes no cambian tan rápidamente", afirma Apovian. Gran parte del cambio se debe a la disminución en el nivel de actividad y al acceso a alimentos ricos en calorías, añade Kidambi.

Aquí es donde entra en juego la epigenética. Dicho de otro modo, nuestro entorno y las decisiones que tomamos (así como las decisiones que tomaron nuestros padres en nuestra niñez) pueden modificar la forma en que se expresan nuestros genes. Por ejemplo, lo que una persona come puede incluso alterar las bacterias en su intestino, y eso, a su vez, puede provocar cambios genéticos relacionados con la obesidad.

Dicho esto, tener antecedentes familiares de obesidad no significa que estés predestinado a padecer sobrepeso u obesidad. Pero probablemente deberías prestar más atención a incorporar cambios en tu estilo de vida que te ayuden a bajar libras y a mantener un peso saludable. 

La dieta y el aumento de peso: por qué están vinculados

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Probablemente sepas que deberías obtener la mayoría de tus calorías de alimentos de origen vegetal ricos en nutrientes, como las verduras de hoja verde, los frutos secos, los frijoles y las bayas. Pero puede que sigas teniendo un problema de proporciones, ya que los carbohidratos altamente procesados tienden a ocupar más espacio en el plato.

Además de limitar las calorías totales, distribuir mejor los alimentos en tu plato puede ayudarte a perder libras y a mantener un peso saludable. La mitad de los alimentos que consumes en una comida deben ser verduras sin almidón (por ejemplo, una ensalada como plato principal); una cuarta parte deben ser proteínas magras, como pollo o pescado sin piel (o frijoles si prefieres una proteína no animal); y una cuarta parte deben ser carbohidratos, como pasta o arroz integral.

La guía MyPlate (en inglés) del Departamento de Agricultura de EE.UU. puede ser útil para determinar las raciones "personalizadas". Pero puede que ya tengas todo esto muy claro y que tu alimentación siga sin ajustarse a las pautas dietéticas. En ese caso, debes preguntarte acerca de tus elecciones de alimentación o, si es el caso, por qué no haces suficiente ejercicio, sugiere Singh.

Pregúntate: "¿Es una barrera interna o es un problema de falta de tiempo? ¿Es un obstáculo financiero? ¿Son limitaciones físicas?", dice Singh. Trabajar en un turno de noche, estar cansado o estresado, o enfrentarse a otros retos puede influir mucho en la alimentación. Así que analiza más a fondo, no solo lo que comes, sino por qué lo comes, para hacer cambios más sostenibles. 

El estilo de vida y la actividad: una vida sedentaria puede causar un aumento de peso

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) —en inglés—, más de una cuarta parte o el 27.5% de los adultos mayores de 50 años son inactivos, es decir, no han hecho ejercicio físico fuera del trabajo en el último mes. Si comparamos esta cifra con la recomendación de realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, queda claro por qué se trata de un factor sumamente importante en la epidemia de obesidad del país. Singh de nuevo sugiere a sus pacientes que profundicen en los motivos por los que no pueden o no quieren hacer ejercicio.

En este caso, también puede ser útil ajustar la dieta. Por ejemplo, necesitamos más proteínas a medida que envejecemos, señala Apovian. Y comer más proteínas magras apoya el entrenamiento de resistencia, que deberías practicar al menos dos o tres veces por semana, para desarrollar o conservar una masa muscular saludable.

Se necesita más energía para desarrollar y mantener los músculos que la grasa, por eso las personas con más masa muscular pueden tener metabolismos más rápidos y quemar más calorías. Por el contrario, cuando se pierde masa muscular, el organismo necesita menos calorías. Perder peso siguiendo una dieta que causa una pérdida de masa muscular contribuye al efecto yoyó, señala Singh. Podrías recuperar fácilmente el peso una vez que abandones la dieta, aunque consumas el mismo número de calorías.

El sueño y el insomnio: la falta de sueño puede causar aumento de peso

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Al estar cansado tienes poca energía para hacer ejercicio e ingieres alimentos más calóricos, que te mantienen despierto.

La falta de sueño estimula las hormonas del hambre y reduce las hormonas de la saciedad, advierte Apovian. Dormir mal causa un incremento de la hormona cortisol, que ralentiza el metabolismo y provoca la acumulación de grasa, añade Singh.

Se trata de un ciclo. El sobrepeso o la obesidad pueden, a su vez, aumentar el riesgo de padecer problemas de salud que afectan el sueño, como la apnea del sueño, en la que la respiración de una persona se interrumpe muchas veces durante la noche. Si te cuesta conciliar el sueño, puede estar justificada una evaluación exhaustiva que incluya un estudio del sueño. ¿Te han recetado un somnífero? Asegúrate de preguntarle a tu médico si podría aumentar tu apetito. Si la respuesta es afirmativa, averigua si existen medicamentos alternativos que no tengan ese efecto. 

Los medicamentos: otra posible causa del aumento de peso

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Los adultos mayores suelen tomar más medicamentos, y algunos pueden contribuir al aumento de peso. Esto puede producirse de diversas maneras, desde incrementar el apetito hasta provocar fatiga, que dificulta la actividad física.

La amplia lista de medicamentos que pueden causar o contribuir al aumento de peso incluye:

• Insulina, para tratar la diabetes
• Antidepresivos
• Betabloqueantes, como los que se toman para controlar la presión arterial
• Píldoras para dormir
• Esteroides

La buena noticia es que a menudo existen otros fármacos que pueden utilizarse para tratar un problema determinado pero que no causan los mismos efectos secundarios. Para explorar tus opciones, pregúntale a tu médico acerca de los medicamentos que no están asociados con el aumento de peso para el tratamiento de tu enfermedad, recomienda Kidambi.

Al igual que al investigar la causa desconocida de tu aumento de peso, la clave está en entender el panorama general. De este modo, puedes ver bajar tu peso en la balanza y mejorar tu salud general en el proceso.