El examen que puedes hacerte en el espejo del baño

4. Garganta

Lo que debes buscar: bultos o protuberancias al tragar. Pueden indicar problemas de tiroides, como hipotiroidismo (tiroides poco activa), hipertiroidismo (tiroides muy activa), cáncer de tiroides o bocio (agrandamiento de la tiroides).

Cómo hacerlo: ten cerca un vaso de agua. Con un espejo de mano, observa la zona frontal inferior del cuello. Bebe un trago de agua, inclina ligeramente la cabeza hacia atrás (sin apartar los ojos del espejo) y traga mientras observas si aparece algún bulto o protuberancia en el cuello. No confundas la nuez de Adán con la tiroides: la tiroides se encuentra debajo de la nuez, más cerca de la clavícula, y generalmente no es visible a menos que algo no ande bien.

A quién llamar: a tu médico de cabecera, internista o endocrinólogo, quien examinará tu cuello y pedirá los estudios necesarios.

5. Senos

Lo que debes buscar: cambios de tamaño, forma o textura de la piel, que son posibles señales de advertencia de cáncer de seno o de un fibroadenoma (bulto no canceroso en el seno).

Cómo hacerlo: de pie y con el torso desnudo, apoya las manos en la cadera y presiona suavemente para flexionar los músculos del pecho. (Los hombres deben hacer lo mismo). Busca si hay algún cambio, como bultos, hoyuelos o arrugas, una nueva asimetría entre los senos, un pezón recientemente invertido, enrojecimiento, erupción o secreción. Luego repite la secuencia con las manos elevadas sobre la cabeza. De esta forma “verás mejor el costado del seno y la axila”, indica la Dra. Karen L. Smith, médica de familia de Raeford, Carolina del Norte.

A quién llamar: a tu ginecólogo, médico de familia o internista, quien te hará un examen de senos y solicitará las pruebas necesarias.

6. Postura

Lo que debes buscar: una postura encorvada que parece una C en vez de una S, que es una señal de tensión o debilidad muscular o de posibles fracturas vertebrales.

Cómo hacerlo: párate de costado frente a un espejo de cuerpo entero, con las piernas separadas al ancho de la cadera y la coronilla elevada. Gira la cabeza hacia el espejo. La oreja, el hombro, la cadera, la rodilla y el tobillo deben estar alineados, con una suave forma de S en la espalda (curvándose ligeramente hacia fuera detrás de los pulmones y hacia dentro cerca de la parte inferior de la espalda). Si la espalda tiene más forma de C, con la cabeza inclinada hacia delante, o tiene una joroba, intenta ponerte más erguido. Si no puedes, quizá tengas fracturas vertebrales debido a osteoporosis, señala Carol Krucoff, codirectora de formación docente de Integrative Yoga for Seniors en Duke Integrative Medicine de Durham, Carolina del Norte.

A quién llamar: a tu proveedor de atención médica, quien puede recomendarte yoga o fisioterapia. Si sospecha que tienes osteoporosis, podría derivarte a un endocrinólogo para que te haga una densitometría ósea.

7. Cabello

Lo que debes buscar: debilitamiento o caída irregular del cabello sin causa aparente.

Cómo hacerlo: pasa la mano por el cabello y fíjate si queda alguna hebra suelta. De ser así, utiliza una lupa para examinar las puntas. Si están florecidas, probablemente indica que se han dañado por el uso excesivo del secador o tintura. Si las puntas son cónicas, significa que está creciendo cabello nuevo y sano, un fenómeno que puede producirse varias semanas o meses después de un período intenso de estrés o enfermedad, explica la Dra. Sara Wasserbauer, expresidenta de la American Board of Hair Restoration Surgery.

A quién llamar: consulta con tu médico de cabecera, internista o dermatólogo, que puede recomendarte medicamentos tópicos u orales para el crecimiento del cabello.

8. Pies

Lo que debes buscar: cambios en los arcos cuando desplazas el peso.

Cómo hacerlo: párate descalzo y de costado frente a un espejo de cuerpo entero, de modo que tu lado derecho quede lo más cerca posible del espejo. Desplaza el peso sobre el pie derecho, desliza el pie izquierdo unas pulgadas hacia delante y observa el arco del pie izquierdo. Ahora desplaza el peso sobre el pie izquierdo. Si el arco se aplana, “podría indicar que el tendón que sostiene el arco se está debilitando”, señala Marlene Reid, cirujana del Family Podiatry Center de Naperville, Illinois. Esto a menudo ocurre en un solo pie, así que repite el proceso en el otro lado.

A quién llamar: a tu podiatra, quien puede recetarte plantillas ortopédicas y recomendarte calzado con soporte para el arco plantar si tienes molestias.