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5 sintomas de infección en los adultos mayores que te sorprenderán

No pases por alto estas señales inusuales a medida que se acerca la temporada de gripe.


Ilustración de un rompecabezas rosa que representa un pulmón
Chris Gash

¿Te sientes raro pero no tienes fiebre? Eso no significa necesariamente que no tengas gripe, COVID o alguna otra enfermedad común que circula en esta época del año.

Muchas de las señales de advertencia tempranas de infecciones comunes se manifiestan de manera diferente en los adultos mayores, y algunos de los síntomas pueden ser sorprendentes.  

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Mucho de esto tiene que ver con el debilitamiento del sistema inmunitario con la edad, un proceso conocido como inmunosenescencia. Este declive atenúa la respuesta típica para combatir infecciones y los síntomas que resultan de esta defensa, como fiebre y escalofríos. En cambio, las enfermedades comunes pueden aparecer con síntomas menos usuales.

“Vemos manifestaciones muy atípicas para algunos de estos virus respiratorios en adultos mayores”, dice el Dr. Morgan Katz, un especialista en enfermedades infecciosas en Johns Hopkins Medicine. Por eso, aprender a reconocer y monitorear estos síntomas es clave.

Por ejemplo, cualquier cambio en el apetito, personalidad y comportamiento general de una persona es preocupante, dicen los médicos, especialmente cuando estos cambios ocurren rápidamente.

“La infección es una preocupación cuando hay algún cambio rápido en una persona mayor, es decir, de la noche a la mañana o en cuestión de horas, algo es diferente de cómo era antes”, dice la Dra. Nina Blachman, geriatra en la Universidad de Nueva York Langone. Pero el hecho de que alguien experimente un síntoma como confusión no significa necesariamente que esté enfermo; por eso es tan importante conocer el estado habitual de una persona, o línea base, y seguir los cambios a lo largo del día.

Mantenerse al tanto de los llamados indicadores básicos también es importante si tienes un trastorno de salud separado y no relacionado, como diabetes o enfermedad del corazón, ya que una nueva infección puede exacerbar un problema subyacente.

Aquí hay cinco síntomas sorprendentes que podrían indicar que te estás enfermando, además de consejos sobre cómo mantenerte saludable en esta temporada de resfriados y gripe.

Síntomas inusuales de una infección

1. Confusión

Cualquier confusión nueva o en aumento podría ser una señal de advertencia de una infección, dice Katz. Un pequeño estudio publicado en la revista Clinical Nursing Research (en inglés) encontró que la infección y la deshidratación fueron las principales causas de confusión a corto plazo entre los residentes en un centro de cuidados a largo plazo.

El delirio, un tipo más intenso de confusión, también puede ser un síntoma de infección. "A menudo, es un signo muy preocupante de una infección más grave", dice la Dra. Camille Vaughan, directora de la división de Geriatría en la Facultad de Medicina de la Universidad Emory. Aún así, dice, los expertos "no conocen todos los caminos que llevan a esos cambios en la función cerebral que conducen a ese estado de confusión".

En un estudio publicado en el British Journal of General Practice, (en inglés) los investigadores entrevistaron a 22 pacientes y seis cuidadores e identificaron un "espectro" de confusión como resultado de infección. Los pacientes describieron el tiempo de su enfermedad como un "desenfoque", y otros informaron sentirse confundidos o fuera de control.

2. Caídas

Las caídas pueden resultar de una variedad de causas, que van desde medicamentos hasta cambios en la visión o trastornos subyacentes. Una infección también puede aumentar el riesgo de una persona de caer, especialmente cuando el cuerpo está débil o fatigado por combatir una enfermedad.

"No quiero insinuar que cada vez que te caes, necesitas pensar en una infección", dice Vaughan. "Podría ser algo donde solo queremos estar un poco más atentos ese día o el siguiente, para ver si algo puede estar gestándose o empeorando".

3. Cambios en el apetito

Otra señal inusual de una infección respiratoria es un cambio en el apetito.

“Si ves que un paciente se ve diferente de su estado normal de alguna manera —y eso puede ser tan simple como rechazar el desayuno cuando normalmente lo come— es cuando realmente comienzas a monitorear a ese paciente con más frecuencia”, dice Katz.

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Un estudio del 2023 en Clinical Nutrition ESPEN (en inglés) analizó a casi 2,000 participantes con COVID-19 reportado u otras posibles infecciones. Encontró que los adultos mayores de 75 años reportaron falta de apetito más a menudo que aquellos menores de 35 años. La detección temprana y el manejo de COVID-19 basado en la pérdida de apetito podría reducir el riesgo de más complicaciones después de la infección, escribieron los investigadores.  

4. Fatiga o nueva debilidad

El estudio de Clinical Nutrition ESPEN (en inglés) también encontró que los adultos mayores reportaron fatiga más que los grupos de edad más jóvenes. De manera similar, los investigadores sugieren que detectar el síntoma temprano y detectar y tratar la enfermedad podría reducir el riesgo de futuras complicaciones.

La fatiga es un síntoma común de enfermedad en todas las edades. “[Puede] manifestarse como nueva debilidad o delirio, lo cual, nuevamente, es diferente a nuestros contrapartes más jóvenes, a menudo porque los adultos mayores pueden no ser capaces de describir sus síntomas como lo harían los adultos más jóvenes”, dice Katz.

Nueva debilidad o cualquier desviación de lo normal “debería ser una pista de que potencialmente tienen una infección”, añade Blachman.

5. Una fiebre leve

“No puedes esperar a que aparezca esa fiebre porque puede que no suceda", dice Blachman, “pero el paciente puede estar muy enfermo". Eso es porque cuando el sistema inmunitario se debilita, la fiebre no sube tanto.

Katz dice que monitorear la temperatura de una persona puede ayudar a determinar si un adulto mayor está enfermo. Temperaturas 2 grados Fahrenheit por encima de la temperatura normal de una persona deben considerarse fiebre.

“No sería nuestro típico límite de 100.4 grados Fahrenheit que vemos en individuos más jóvenes”, añade Katz.

Prevención y tratamiento de infecciones

A veces, enfermarse es inevitable. Pero durante la temporada de enfermedades respiratorias, es crucial cuidar de tu cuerpo para que estés lo suficientemente fuerte como para combatir lo que venga.

“Las vacunas son, sin duda alguna, lo mejor que se puede hacer”, dice Vaughan. “Quiero asegurarme de que las personas, especialmente en nuestro grupo de 65 años o más, estén recibiendo esas vacunas de rutina este otoño".

El refuerzo de COVID-19 de este año está disponible para la mayoría de las personas después de una breve conversación con un proveedor de cuidados de salud, como un médico o farmacéutico, y muchos médicos dicen que es especialmente importante para los adultos mayores que son más propensos a experimentar complicaciones por COVID. Los adultos mayores también deben recibir una vacuna contra la gripe de alta dosis, y se recomienda una vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS) para personas de 75 años o más y para algunas personas de 50 a 74 años.

“Otras cosas a considerar son simplemente dormir lo suficiente, mantenerse hidratado, comer una dieta saludable y hacer ejercicio. Todas esas cosas pueden mantener a las personas bien”, dice Blachman.

Si notas algunos síntomas de infección atípicos, Katz recomienda revisar tu temperatura y la oximetría de pulso (los niveles de oxígeno en la sangre) aproximadamente cada dos horas para evaluar si tu cuerpo va en la dirección equivocada.

También es importante hacerte pruebas para ver qué está causando tus síntomas, ya sea en casa o en la oficina del médico, ya que hay tratamientos antivirales para enfermedades como la gripe y la COVID, y funcionan mejor cuanto antes los comiences.

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