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Cómo funcionan realmente las vacunas

El poderoso papel de las vacunas en la prevención de enfermedades.


Ilustración de varios tipos de vacunas y su funcionamiento
AARP (Getty Images)

Sobre las vacunas

Hay muchos comentarios por ahí sobre las vacunas. Los titulares de noticias, las publicaciones en redes sociales e incluso las conversaciones con amigos pueden hacer que sea difícil saber qué es verdad y qué no lo es. 

Quizás has escuchado que las vacunas pueden "sobrecargar" el sistema inmunitario. O que las vacunas "no funcionan" porque algunas personas aún se enferman después de una inyección. Con tanta desinformación, no es de extrañar que las personas se sientan inseguras.

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Pero la ciencia es clara. Las vacunas son seguras, efectivas y la herramienta más poderosa que tenemos para protegernos de enfermarnos, dice el Dr. Robert Hopkins, director médico de la Fundación Nacional para las Enfermedades Infecciosas y profesor de Medicina Interna y Pediatría en la Universidad de Arkansas para las Ciencias Médicas.

Son especialmente cruciales para los adultos mayores, quienes tienen un mayor riesgo de enfermedades como la influenza, la COVID-19, el virus respiratorio sincitial (VRS) y la neumonía.

Las vacunas han salvado millones de vidas, y continúan haciéndolo cada año.

"Cuando hay un gran volumen de información incorrecta circulando, a menudo es difícil para las personas filtrarlas y encontrar la verdad", dice Hopkins. "Estamos en una situación particularmente desafiante porque hay comentaristas de noticias... que están difundiendo información que es descaradamente falsa, que está asustando a la gente. Está haciendo que las personas no se vacunen, y eso costará vidas". 

Aquí, expertos en salud pública comparten lo básico sobre lo que sucede en tu cuerpo cuando te vacunas para ayudar a aclarar confusiones y, con suerte, ofrecer algo de tranquilidad.

¿Qué es una vacuna?

Una vacuna es un tratamiento médico que ayuda a tu cuerpo a defenderse contra las enfermedades, dice el Dr. William Schaffner, profesor de Medicina Preventiva y Enfermedades Infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee.

Todas las vacunas funcionan básicamente de la misma manera: introducen un componente inofensivo en tu cuerpo que "entrena" a tu sistema inmunitario para reconocer y responder a posibles invasores como virus, bacterias u otros patógenos.

"Porque está entrenado, es mucho más efectivo para combatir esa infección después de que te expones", dice Schaffner.

Algunas vacunas previenen infecciones por completo. Otras reducen tu riesgo de tener una enfermedad grave que puede llevar a complicaciones, hospitalización o muerte. Algunas también reducen tu riesgo de transmitir la enfermedad a otras personas.

¿Cómo funcionan las vacunas?

Cada infección tiene una característica reveladora, llamada antígeno, que el cuerpo puede identificar como extraño, dice el Dr. Paul Thottingal, especialista en enfermedades infecciosas y director médico sénior para Enfermedades Transmisibles de Kaiser Permanente en Seattle.

Un antígeno es el identificador o "huella digital" de un germen, explica.

Las vacunas introducen un ingrediente que imita esa huella, dándole a tu sistema inmunitario la oportunidad de aprender cómo combatir el germen. Diferentes tipos de vacunas utilizan diferentes métodos para hacer esto.

¿Cuáles son los tipos de vacunas?

Aquí están los tipos más comunes de vacunas y el enfoque que utilizan para imitar el antígeno:

Las vacunas inactivadas, como la mayoría de las vacunas contra la gripe, contienen virus o bacterias que están muertos o inactivados.

Las vacunas vivas atenuadas, como la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR), utilizan una forma debilitada del virus o bacteria. Para crearlas, los científicos modifican el virus para que esté "suficientemente debilitado como para que no cause la enfermedad", dijo Hopkins.

Las vacunas de subunidades, recombinantes, de polisacáridas o conjugadas utilizan partes específicas del germen, como su proteína o revestimiento. Ejemplos de estas vacunas incluyen la de la culebrilla, la hepatitis B y la neumonía.

Las vacunas de ARN mensajero (ARNm), como las vacunas contra la COVID-19 de Moderna y Pfizer, utilizan un código genético para instruir a las células a producir una proteína del antígeno.

No importa el tipo de vacuna, el objetivo es el mismo: preparar tu cuerpo para responder rápidamente y de manera efectiva si te encuentras con la infección real.

¿Qué pasa en tu cuerpo después de que te ponen una vacuna?

Una vez que te vacunas, tu cuerpo tiene su primer vistazo al ingrediente que está diseñado para imitar al germen. Células especiales llamadas células presentadoras de antígenos viven en tejidos por todo tu cuerpo, actuando como vigilantes de tu sistema inmunitario.

"Cuando una de esas células ve algo que no parece correcto, lo absorbe", dice Hopkins.

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Las células luego muestran un pedazo de lo que han capturado en su superficie y lo llevan a otras células inmunitarias en todo el cuerpo, mostrándoles cómo se ve el invasor.

Es entonces cuando tu sistema inmunitario realmente entra en acción.

¿Cómo se defiende tu cuerpo?

Casi de inmediato, tu cuerpo comienza a producir anticuerpos, proteínas especializadas que reconocen el germen. Los anticuerpos son altamente específicos, dice Thottingal, "emparejándose" y uniendo al antígeno. 

Una vez unidos, los anticuerpos básicamente "cambian la cerradura", dificultando que el germen infecte tus células, dice Thottingal. También marcan a los intrusos para que las células T asesinas, otro componente de tu sistema inmunitario, puedan atacarlos y destruirlos.

Los niveles de anticuerpos generalmente alcanzan su punto máximo entre dos a cuatro semanas después de la vacunación, brindándote una fuerte protección inmediata. 

Con el tiempo, los niveles de anticuerpos disminuyen naturalmente, dice Schaffner, pero tu inmunidad no desaparece. Algunas de tus células se convierten en células de memoria que "recuerdan" el antígeno y pueden enviar rápidamente nuevos anticuerpos si vuelves a estar expuesto. 

"Más adelante, si te encuentras con un germen o te dan un refuerzo, ya no toma 10 días para estar activa porque todo está preparado y entrenado", dice Schaffner.

Por qué puedes sentir efectos secundarios

El proceso de entrenamiento es lo que causa efectos secundarios comunes de la vacuna como un brazo dolorido, fatiga, fiebre leve y escalofríos, aunque es importante notar que no todos experimentan efectos secundarios después de la vacunación.

"Si me siento así después de la vacuna, sé que he recibido algo. Sé que mi sistema inmunitario está respondiendo", dice Hopkins.

La inflamación temporal que crea tu cuerpo es parte del desarrollo de la protección. Estos efectos normalmente duran solo un día o dos y son mucho más leves de lo que experimentarías con la infección real. 

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que pueden ocurrir reacciones adversas graves después de la vacunación, pero son raras. Si tienes preocupaciones sobre los efectos secundarios o reacciones adversas, habla con tu médico, quien puede ayudarte a explicar los riesgos frente a los beneficios de las vacunas.

¿Por qué algunas vacunas duran más que otras?

Algunas vacunas te protegen de por vida, mientras que otras necesitan un refuerzo o requieren una nueva inyección cada año. La diferencia depende de la naturaleza de cada virus, dice Schaffner.

El sarampión, por ejemplo, es un virus muy estable, dice: "El sarampión es básicamente el mismo virus que infecta a los niños ahora alrededor del mundo como lo era hace 50 años". (AARP: ¿Necesito una vacuna contra el sarampión?)

Eso facilita que las células de memoria de tu sistema inmunitario lo reconozcan año tras año.

Además, el sarampión tarda casi dos semanas en enfermarte, dice Schaffner, dándole a tu cuerpo mucho tiempo para activar sus defensas y eliminarlo en el torrente sanguíneo.

Los virus como la gripe y la COVID-19 son diferentes. Cambian, o mutan, con frecuencia, y las variantas más nuevas pueden no ser tan susceptibles a las vacunas anteriores o a la inmunidad.

Además, estos virus se replican justo en la superficie de tu nariz y garganta, lugares donde los anticuerpos no funcionan tan bien. Por eso las vacunas contra la gripe y la COVID-19 pueden no prevenir siempre los estornudos y la tos de una infección leve, dice Schaffner, pero son muy buenas para mantenerte fuera del hospital.

¿Qué es la inmunidad de grupo y por qué es importante?

Cuanto más contagioso es un virus, mayor es el porcentaje de personas que necesitan ser vacunadas para detener su propagación, dice Schaffner.

El sarampión, por ejemplo, es uno de los virus más contagiosos, por lo que alrededor del 95% de las personas en la comunidad necesitan ser vacunadas para detener su propagación. 

Eso importa porque algunas personas no pueden recibir vacunas en absoluto o sus sistemas inmunitarios no responden completamente. Si todos los demás se vacunan, proporciona "una coraza de protección" a su alrededor, explica Schaffner.

Esa es la idea detrás de la inmunidad de grupo, dice él. "Las vacunas protegen al individuo que se vacuna, pero eso es la mitad de lo que hacen. La otra mitad de lo que hacen las vacunas es que protegen a toda la comunidad".

Recortes en la investigación del ARNm 

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. anunció recientemente (en inglés) que está reduciendo la financiación para el desarrollo de vacunas de ARNm, citando preocupaciones sobre su seguridad y eficacia. Estas vacunas son mejor conocidas por su papel en la lucha contra la COVID-19, pero también se están estudiando para el tratamiento de enfermedades como el cáncer y el VIH.

Muchos investigadores y expertos en salud pública dicen que los recortes son un gran retroceso científico. Cinco grupos principales de médicos, incluyendo la Academia Americana de Médicos de Familia, dijeron en un comunicado que están "consternados y alarmados" por la decisión.

"Este acto sofoca la innovación científica y la capacidad de nuestro país para reaccionar rápidamente ante futuras pandemias y emergencias de salud pública, poniendo en riesgo la vida de millones de personas", dijo el comunicado.

"La financiación continua de la investigación es esencial para desarrollar la próxima generación de herramientas que protejan a las personas en Estados Unidos de una enfermedad infecciosa. Gracias a décadas de rigurosa ciencia, sistemas de pruebas y monitoreo, las vacunas utilizadas en el país siguen siendo seguras, efectivas y salvan vidas".

Información adicional (en inglés):

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