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7 maneras sorprendentes de reducir el riesgo de tener cáncer de colon

Desde incluir más tomates en tu dieta hasta hacerte la colonoscopía.

In English | El fallecimiento reciente a causa de cáncer de colon de Elizabeth Garrett, presidenta de Cornell University, solo ocho meses después de haberse convertido en la primera mujer en alcanzar el cargo, nos recuerda de manera trágica la existencia del segundo tipo de cáncer más mortífero del país.

Garrett, quien tenía 52 años, falleció justo un mes después de anunciar que estaba recibiendo un tratamiento intensivo para el cáncer de colon.

Este año, a aproximadamente 95,000 personas en Estados Unidos les diagnosticarán cáncer de colon, y esta enfermedad causará la muerte de casi 50,000 personas. Aunque la tasa de mortalidad ha disminuido en los últimos 30 años, gracias a mejores tratamientos y más exámenes de detección, muchos en el grupo de 50 años o más, que es de alto riesgo, todavía evitan someterse a una colonoscopía. Según la American Cancer Society (Sociedad Americana contra el Cáncer), las personas mayores de 50 años representan más de un 90% de los casos de cáncer colorrectal. Sin embargo, solo cerca de la mitad de ese grupo se ha hecho exámenes de detección.

No es de sorprender que esto saque de quicio a los especialistas en cáncer colorrectal.

El cáncer de colon es más prevenible que otros tipos de cáncer, recalca el Dr. James Church, miembro del departamento de cirugía colorrectal en la Cleveland Clinic. “No puedes prevenir el cáncer de seno, el cáncer de pulmón ni el cáncer cerebral de la misma forma. No puedes extirpar pólipos precancerosos de ninguno de estos órganos. [La colonoscopia] realmente puede salvar vidas”.

Eso se debe a que el cáncer de colon por lo general crece lentamente y es tratable, si se detecta temprano. El cáncer de colon en estadio I “puede significar una tasa de supervivencia del 90% al 95%, pero para el estadio IV, cuando el cáncer ya se ha propagado, la supervivencia es solo del 5% al 10%”, dice el Dr. Dean P. Pappas, jefe conjunto de cirugía de recto y colon en el Winthrop-University Hospital de Mineola, Nueva York.

“Las personas piensan que están protegidas del cáncer de colon porque no tienen antecedentes familiares, van al baño con regularidad sin problemas o no ven sangre”, dice Pappas. Pero a menudo los síntomas no aparecen hasta que el cáncer ha avanzado. “Por eso es que las personas deben hacerse exámenes de detección a partir de los 50”, dice.

¿Cómo disminuyes el riesgo de tener cáncer de colon? Estas son siete formas sorprendentes de hacerlo.

No te autodiagnostiques. El sangrado rectal o la sangre en las heces es una señal de advertencia temprana del cáncer de colon. Sin embargo, Pappas dice que con frecuencia escucha decir: “‘Es sangre de color rojo vivo, así que solo deben ser hemorroides’”, porque es algo que leyeron en internet.  Él les dice a los pacientes: “Si ves sangre, siempre debes hacerte un chequeo. Quizá sean hemorroides, pero es mejor saberlo que pasar por alto algo grave”. Lo mismo aplica si tienes síndrome del intestino irritable (SII) o estreñimiento persistente, añade. Los pacientes que tengan SII, estreñimiento crónico o diarrea, así como dolor abdominal y gases persistentes, deben consultar a un especialista, ya que esos síntomas también pueden deberse al cáncer de colon.

Come más tomates. Comer más frutas y verduras en general se ha vinculado a un menor riesgo de cáncer de colon. Pero los tomates, en particular cuando se cocinan, quizá sean uno de los alimentos más poderosos contra el cáncer de colon que puedes consumir. El antioxidante licopeno es el pigmento natural que les da el color vivo a los tomates. Estudios italianos y alemanes descubrieron que quienes comen la mayor cantidad de tomates corren un riesgo considerablemente menor de padecer cáncer de colon. Por eso, consume mucha salsa de pasta y sopa de tomate.

Disminuye el tocino; prepara más pescado. Las dietas con alto contenido de carnes procesadas (salchichas, chorizo, tocino y carnes frías) y carnes rojas (carne de res, cerdo y cordero) han sido vinculadas a un mayor riesgo de cáncer de colon. Eso no quiere decir que debes convertirte en un vegetariano estricto. De hecho, un estudio del 2015 en la revista JAMA Internal Medicine demostró que los vegetarianos que consumían pescado corrían un riesgo de un 43% menor de cáncer de colon en comparación con quienes consumían carne. Los vegetarianos estrictos solo corrían un riesgo de un 20% menor.

Pierde la grasa abdominal. Un estudio francés reciente descubrió que el exceso de grasa abdominal se ha vinculado a un mayor riesgo de cáncer de colon y que la obesidad en los hombres, en particular, se ha asociado a un riesgo entre un 30% y un 70% mayor de cáncer de colon.

Haz una caminata diaria de 21 minutos. Los estudios demuestran que la actividad física puede disminuirte el riesgo de tener cáncer de colon. Sin embargo, caminar al menos por dos horas y media a la semana —cerca de 21 minutos diarios— no solo te disminuye el riesgo; también hace que tengas menos probabilidades de fallecer si padeces de cáncer de colon, según un estudio reciente de la Sociedad Americana contra el Cáncer.

Conoce tu historial médico familiar. Aunque la regla general es realizarse exámenes de detección para el cáncer de colon a partir de los 50 años, corres un riesgo mayor si tus padres o hermanos lo tuvieron, y quizá necesites empezar a hacértelos más temprano. Aproximadamente una de cada cinco personas que padecen cáncer de colon tienen un familiar que lo tuvo.

Rebaja drásticamente el riesgo de fallecer a causa del cáncer de colon un 53%. ¿Cómo lograrlo? Con una colonoscopía. Un estudio realizado por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York descubrió hace poco que hacerte la prueba rebaja drásticamente a la mitad las probabilidades de morir a causa de esta enfermedad. Pero si todavía te pone nervioso realizar la preparación con laxantes que se necesita para una colonoscopía, Pappas dice que por lo menos consideres una de las otras opciones menos intervencionistas. Habla con el médico sobre las nuevas pruebas para el hogar de muestras de materia fecal u otros métodos. “Tal vez no sean tan buenas como una colonoscopía, que es el método preferido, pero son mejores que no hacer nada”, dice.