Los recortes a la asistencia alimentaria para adultos mayores son inminentes ante el avance del proyecto de ley ‘One Big, Beautiful Bill Act’

El SNAP sirve a individuos y familias de bajos ingresos, ayudándolos a comprar comida en supermercados, mercados de agricultores y algunos minoristas en internet. Mientras las pautas federales determinan los requisitos para inscribirse en el programa, cada estado tiene cierta flexibilidad para establecer requisitos adicionales. Generalmente, el acceso al programa se determina según los ingresos y bienes de las personas.

"Con el incremento de los precios de los alimentos, el aumento de la inseguridad alimentaria y una creciente población envejecida, es más importante que nunca conectar a los adultos mayores que cumplen los requisitos con el SNAP y otros programas de asistencia nutricional", escribió Bill Sweeney, vicepresidente sénior de Asuntos Gubernamentales de AARP, en una carta del 13 de mayo (en inglés) al Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes, que supervisa el SNAP.  

Traslado de los costos a los estados

El cambio más significativo en el programa requeriría que los estados financien parcialmente los beneficios del SNAP, además de asumir más costos administrativos. El Gobierno federal ha pagado el 100% de los beneficios del SNAP desde que se estableció el programa en 1939, mientras que los costos administrativos se han compartido de manera equitativa con los estados. 

La propuesta republicana requeriría que los estados paguen al menos el 5% de los beneficios del programa a partir de octubre del 2027. Pero ese porcentaje aumentaría en función de las tasas de error de un estado, es decir, cuando se pagan demasiados o muy pocos beneficios a un destinatario.

Los estados con las tasas de error más altas tendrían que financiar un 25% de los beneficios. AARP estima que 28 estados reunirían los requisitos para estar sujetos al porcentaje más alto.

"Este mandato sin financiamiento para los estados trasladará millones, o incluso miles de millones, en costos a los presupuestos estatales. Esto podría resultar en recortes posteriores a la asistencia alimentaria, por lo que sería aún más difícil satisfacer las necesidades de los adultos mayores que necesitan ayuda para poner comida en la mesa", dijo Sweeney.

Además de pagar más por los beneficios, los estados tendrían que asumir un mayor porcentaje de los costos administrativos: el 75%, en lugar del 50%.

Los estados se verán obligados a tomar decisiones difíciles para asumir esos nuevos costos.

"Incluso si solo se traslada un 5% del financiamiento a los estados, esto podría provocar un racionamiento o una reducción de los beneficios. Los estados también podrían verse obligados a cambiar los requisitos de participación, lo que dificultaría que las personas cumplan los criterios necesarios para recibir beneficios", dijo Lauren Ryan, directora de Asuntos Gubernamentales para la política federal de seguridad alimentaria, de AARP.

Modificar el requisito de trabajo

Los beneficiarios del SNAP actualmente tienen requisitos de trabajo, pero la mayoría de los adultos mayores y las personas con discapacidades están exentos. Con el nuevo proyecto de ley, los adultos de hasta 65 años podrían tener que trabajar 80 horas al mes, pero eso puede no ser tan fácil. Dos tercios de los trabajadores (en inglés) mayores de 50 años han presenciado o experimentado directamente discriminación por edad en el ámbito laboral, según encuestas de AARP, y 1 de cada 5 siente que está siendo desplazado de su trabajo debido a su edad.  

"Nos preocupa ampliar los requisitos de trabajo para los adultos mayores que ya enfrentan tasas más altas de desempleo a largo plazo y discriminación persistente por edad", dijo Sweeney, instando a los legisladores a reconsiderar esos requisitos de participación. 

Además, el trabajo de cuidador familiar no cuenta para las horas de trabajo requeridas. Aquellos que no logren cumplir con las cuotas de trabajo podrían perder los beneficios del SNAP durante tres años.

"Algunos adultos mayores podrían estar ya trabajando, pero con horarios irregulares o desempeñándose como cuidadores no remunerados", dijo Ryan. "Pueden estar cumpliendo con los requisitos o intentando encontrar trabajo, pero aun así ser penalizados debido a la burocracia".

Lee la carta del 21 de mayo (en inglés) de AARP a los líderes de la Cámara de Representantes, donde apoyamos ciertas disposiciones fiscales incluidas en la One Big, Beautiful Bill Act y nos oponemos a los recortes a Medicaid, la cobertura de seguro de salud del mercado de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio y el SNAP, así como a la política de mantener altos los precios de ciertos tipos de medicamentos recetados.