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Es común que las personas cuenten calorías, registren su ingesta de proteínas y controlen su consumo de sal y azúcar. Sin embargo, durante este seguimiento de comidas, muchas personas olvidan un nutriente clave vinculado con un menor riesgo de cáncer, pérdida de peso, mejor nivel de colesterol y un sistema inmunitario más robusto.
Nos referimos a la fibra, y las investigaciones muestran que la mayoría de las personas en EE.UU. no consumen suficiente cantidad de este nutriente. Un estudio publicado en el 2021 encontró que solo alrededor del 7% de las personas en el país consumen la cantidad de fibra recomendada de 14 gramos por 1,000 calorías de alimentos, o 28 gramos para una dieta diaria de 2,000 calorías. Un estudio previo concluyó que solo el 5% de la población consumen suficiente fibra (en inglés).

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"Pienso que las personas no le dan mucha importancia a su ingesta de fibra", dice Katherine Zeratsky, una dietista nutricionista registrada en Mayo Clinic. "Y tampoco creo que la fibra reciba mucha atención en los medios de comunicación".
Uno de los motivos es que apenas estamos comenzando a descubrir sus beneficios para el organismo, más allá de promover la regularidad intestinal, que es la función que la mayoría de las personas normalmente asocian con la fibra. "Estamos en una etapa muy temprana de investigación científica", señala Zeratsky. "Es un área muy emocionante".
Estas son cinco razones por las que deberías agregar más fibra a tu dieta este año, según las últimas investigaciones sobre la salud.
1. La fibra puede reducir tu riesgo de cáncer
Los diferentes tipos de fibra
Hay dos tipos principales de fibra:
- Soluble: se encuentra en la avena, los guisantes, los frijoles, las bananas, las manzanas, las zanahorias y los cítricos. Este tipo de fibra se disuelve en agua y forma una sustancia de consistencia gelatinosa en el estómago que ralentiza la digestión.
- Insoluble: se encuentra en la harina de trigo integral, los frijoles, las papas y los vegetales como la coliflor. Este tipo de fibra no se disuelve en agua; ayuda a acelerar el paso de los alimentos por el tubo digestivo y añade volumen a las heces.
Fuente: Mayo Clinic
Una dieta alta en fibra se ha relacionado con un menor riesgo de varios tipos de cáncer —desde el cáncer de mama al cáncer de páncreas— y las razones son variadas. Los investigadores destacan la capacidad de la fibra para ayudar al cuerpo a mantener un peso saludable, y la obesidad está vinculada a 13 tipos diferentes de cáncer. La fibra también puede ayudar a controlar el azúcar en la sangre, y un nivel alto de azúcar en la sangre es un factor de riesgo para algunos cánceres.
Algunos investigadores apuntan a las dietas deficientes en fibra para justificar el reciente aumento de casos de cáncer colorrectal en adultos jóvenes. La fibra ayuda a diluir las heces y acelera su paso por el intestino, reduciendo el tiempo que las sustancias químicas e ingredientes carcinógenos en los alimentos están expuestos al revestimiento intestinal, explica la Dra. Urvi A. Shah, hematóloga-oncóloga en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York. Otra ventaja: los microbios intestinales pueden fermentar la fibra y convertirla en compuestos capaces de inhibir el crecimiento de tumores (en inglés), explica un estudio en JAMA Oncology.
Los científicos están estudiando cómo la fibra puede ayudar a combatir ciertos cánceres de la sangre. La reciente investigación presentada por Shah en la reunión anual de la American Society of Hematology del 2024 hizo un seguimiento de 20 pacientes con un IMC (índice de masa corporal) alto y un trastorno sanguíneo precanceroso que los ponía en riesgo de desarrollar mieloma múltiple, un tipo de cáncer que se forma en los glóbulos blancos. Después de incorporar más fibra en sus dietas, ninguno de los participantes progresó a mieloma múltiple después de un año, según informaron los investigadores. Dos participantes cuya enfermedad había avanzado antes del estudio, mostraron una ralentización significativa en la progresión de su enfermedad.
"No creo que los beneficios se limiten únicamente al mieloma", señala Shah. "Hemos demostrado su eficacia para este cáncer, pero creo que estos hallazgos pueden ser importantes para muchos tipos de cáncer".
Comer una dieta rica en fibra también puede mejorar tus resultados si ya tienes cáncer. Un estudio realizado por investigadores del MD Anderson Cancer Center y publicado en la revista Science encontró que los pacientes con melanoma que comieron más alimentos ricos en fibra cuando comenzaron la inmunoterapia sobrevivieron más tiempo que aquellos que no consumieron mucha fibra (en inglés). De hecho, cada aumento diario de 5 gramos de fibra se asoció con un riesgo un 30% menor de crecimiento del cáncer o muerte.
2. La fibra ayuda con el peso y las enfermedades relacionadas con el sobrepeso
Si estás intentando adelgazar, o mantener tu peso actual, los médicos y expertos en nutrición te dirán que la fibra es tu aliada. El cuerpo no puede digerir la fibra como lo hace con otros nutrientes, por lo que se mueve lentamente a través del aparato digestivo y ayuda a que te sientas lleno por más tiempo.
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