Si te tragas un chicle, se quedará en el organismo durante siete años hasta que puedas digerirlo. Si te pica una medusa, lo primero que debes hacer es orinar sobre la herida para neutralizar la picadura. Además, sentarte demasiado cerca del televisor puede arruinarte la vista.
Es probable que alguna vez hayas oído estas advertencias y otras similares. Tal vez incluso tus padres las utilizaron cuando eras niño para que hicieras algo saludable, como dejar de mirar televisión. Muchas de estas creencias nos acompañan desde hace siglos. Pero ¿tienen algo de cierto o son simples historias que se transmiten de generación en generación? Consultamos con varios expertos para conocer su opinión sobre los nueve mitos más conocidos que encontrarás a continuación, y saber si debes preocuparte por ellos.

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
1. Hacer crujir los nudillos causa artritis
“Hacer crujir los nudillos no causa artritis”, explica Howard Luks, cirujano ortopédico de Nueva York y autor de Longevity … Simplified.
Si bien se han publicado algunos casos de lesiones —y algunas investigaciones sugieren que quienes hacen crujir los nudillos pueden tener más inflamación y menos fuerza de prensión en las manos que quienes no lo hacen—, Luks afirma que no hay nada malo en hacer crujir los nudillos pocas veces y con cuidado. Los estudios más recientes indican que ni siquiera las personas que hacen crujir los nudillos de forma habitual corren un mayor riesgo de recibir un diagnóstico de osteoartritis.
¿Te interesa saber qué causa ese chasquido que oyes al hacer crujir los nudillos?
“Los nudillos hacen ese ruido debido a la presión negativa en el interior de la articulación, que provoca un chasquido cuando el líquido lubricante —el líquido sinovial— produce focos de burbujas”, explica Luks. Hace ruido, pero no te hará sufrir dolores articulares en el futuro.
2. Un trago más elimina la resaca
¿Alguna vez has bebido demasiadas cervezas, te has despertado con resaca y un amigo te ha dicho que beber otra cerveza con el desayuno te haría sentir mejor? Es posible que al principio sea así, pero no te durará mucho, señala Jeffrey Linder, jefe de Medicina Interna General de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste. “Solo prolongas la resaca”, afirma. “Si tienes resaca, has contaminado tu cuerpo”, agrega. “Y contaminarlo más quizá te haga sentir un poco mejor durante un momento, pero no parece una gran idea”.
Los síntomas comunes de la resaca incluyen dolores de cabeza, náuseas, dolores musculares, sensibilidad a la luz y al sonido, y sed. Esta sed no se quita consumiendo más alcohol porque es diurético, lo que produce un aumento de la micción y una pérdida excesiva de líquido. Por lo tanto, en vez de tomar otra cerveza o un trago de vodka a la mañana siguiente, Linder dice que es mucho mejor tomar agua y procurar rehidratarse. Y si sufres resacas con frecuencia, podrías proponerte no beber en enero (o febrero, o marzo).
3. Hacer gárgaras con agua con sal alivia el dolor de garganta
“El agua salada es una solución calmante que actúa sobre el líquido de la parte posterior de la garganta y las membranas mucosas de esa zona”, explica Linder. “Lo recomendamos siempre a las personas que tienen dolor de garganta”. Linder sugiere mezclar dos cucharadas de sal en un vaso mediano o grande de agua —preferiblemente tibia, que se asemeja más a la temperatura corporal y es más calmante— y hacer gárgaras ante el primer síntoma de dolor de garganta.
Algunos estudios incluso concluyen que hacer gárgaras es una medida preventiva que ayuda a evitar resfríos y gripes. Un estudio (en inglés) constató que hacer gárgaras con agua reducía en un 36% la probabilidad de contraer una infección de las vías respiratorias superiores en los primeros sesenta días de la temporada de resfríos y gripe.