Vida Sana
Nancy Volkers trata de mantener un estilo de vida activo. La mujer de Westford, Vermont, de 53 años, juega al fútbol una vez a la semana, hace senderismo y, hasta dos o tres años atrás, corría tres o cuatro millas regularmente. Luego, el dolor en la rodilla la obligó a dejar de correr.
Por lo tanto, ajustó su rutina de ejercicio: ahora hace entrenamiento de cardio y resistencia con videos y agregó la práctica de yoga. “Pienso que si desarrollo los músculos alrededor de la rodilla, eso la protegerá un poco, y parece que ha dado resultado”, dice Volkers. También usa una rodillera cuando juega al fútbol y aplica hielo sobre la rodilla al final del partido. Si el dolor persiste, dice que seguirá el consejo de su médico de consultar a un fisioterapeuta.
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Síntomas y causas comunes del dolor de rodilla
Volkers no es la única.
La mayoría de las personas sienten dolor en las rodillas en algún momento de su vida, dice el Dr. Bruce Stewart, un cirujano ortopédico en Shoreline Orthopaedics en Holland, Míchigan. Entre las causas comunes se cuentan la osteoartritis (inflamación de las articulaciones) y el desgarro de los meniscos, es decir, rupturas en una parte de la rodilla causadas por un movimiento de torsión.
Los síntomas de la artritis de rodilla aumentan con la edad, a partir de los 45 años, dice la fisioterapeuta Kari Orlandi, directora de operaciones ambulatorias del Departamento de Rehabilitación y Terapias Deportivas de Mayo Clinic, región este. Hay varias variables que contribuyen al problema: el exceso de peso, una historia de artritis en la familia, las lesiones y el simple desgaste de las articulaciones asociado con la edad.
Algunos dolores de rodilla desaparecerán por su cuenta en unas pocas semanas con solo reducir el nivel de actividad, dice Stewart. “Pero si no mejora, podría ser algo que amerite una consulta”. Un buen primero paso es consultar a un médico de atención primaria, un cirujano ortopédico, un fisiatra (especialista en medicina física y rehabilitación) o un médico especializado en medicina deportiva. Los tratamientos dependerán del origen del dolor, pero la mayoría de los dolores de rodilla responden bien a la fisioterapia y a los programas de ejercicio en el hogar, dice.
Prevención del dolor
Según Orlandi, mantenerse activo es la clave para prevenir el dolor. “Una de mis frases favoritas como médica es que el movimiento es como una loción. Proporciona un buen intercambio de nutrientes para el cartílago. Ayuda a reducir la inflamación. Hace trabajar los músculos. Cuando te mantienes en movimiento, suceden todas estas cosas buenas”.
A medida que envejecemos, la masa muscular disminuye. “No hay nada que pueda detener eso”, dice Orlandi. “Es el proceso natural del envejecimiento. Por eso el ejercicio es verdaderamente importante para aumentar la fuerza de los músculos a fin de que compartan la carga con las articulaciones”.
Bajar de peso si estás excedido también puede ayudar. Cada libra extra en el cuerpo ejerce la presión de tres libras adicionales sobre las rodillas y otras articulaciones, dice Orlandi: “Bajar 10 libras puede reducir la tensión sobre las rodillas en unas 30 libras”.
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