12 resoluciones para el Año Nuevo que favorecerán tu salud y tu bolsillo

Resolución n.º 4: redescubrir la biblioteca

Leer es bueno para el cerebro: algunos estudios sugieren que puede retardar el deterioro de la memoria y, si lees obras de ficción, puede aumentar la capacidad de sentir empatía. Sin embargo, comprar libros y revistas puede resultar costoso.

Por suerte, casi todos los pueblos y ciudades del país tienen un lugar donde abundan los libros gratuitos: la biblioteca. Si no has visitado una últimamente, anímate a hacerlo, en persona o en línea. La biblioteca es una gran fuente de libros impresos (con versiones en letra grande), y también puedes tomar prestados libros electrónicos y audiolibros.

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Resolución n.º 5: cocinar con menos carne y más frijoles

“Amplía los platos de carne al sustituir una parte por frijoles enlatados, como frijoles negros, rojos o pintos”, sugiere Christine Rosenbloom, nutricionista y dietista certificada, coautora de Food & Fitness After 50 y profesora emérita de Nutrición en la Universidad Estatal de Georgia.

Los frijoles son proteínas más económicas que la carne y están llenos de fibra y otros nutrientes, señala Rosenbloom. Para reducir el sodio de los frijoles enlatados, aconseja enjuagarlos antes de usarlos.

Resolución n.º 6: buscar sesiones de ejercicio gratuitas o de bajo costo

En parte debido a la pandemia de COVID-19, las clases virtuales de ejercicios se han multiplicado, y algunas son gratuitas o de bajo costo, indica Cedric Bryant, presidente y director científico del American Council on Exercise. Por ejemplo, en Fitness Blender (en inglés) puedes encontrar cientos de sesiones de ejercicios cardiovasculares, de resistencia, de yoga y otras clases gratuitas (con anuncios). Otros sitios ofrecen períodos de prueba gratuitos. Según Bryant, los mejores sitios ofrecen clases de distintos niveles de aptitud física y permiten modificar el nivel si una clase resulta demasiado exigente o fácil.

Las sesiones presenciales en centros recreativos comunitarios también pueden ser muy económicas, dice Bryant. Algunas personas de 65 años o más pueden recibir clases gratuitas virtuales y presenciales por medio de su plan Medicare Advantage. Algunas compañías de seguros ofrecen descuentos en las inscripciones a gimnasios, así que averigua en la tuya. Consulta también los videos gratuitos de ejercicios de AARP (en inglés).

Resolución n.º 7: encontrar las mejores opciones en los pasillos centrales del supermercado

Los expertos en nutrición nos han dicho muchas veces que debemos centrarnos en las zonas laterales del supermercado, donde se encuentran las frutas y verduras frescas, la carne y el pescado. Sin embargo, Rosenbloom afirma que lo fresco no siempre es lo mejor, ni por el precio ni por la nutrición. El pescado es un buen ejemplo.

“El pescado que hay en el mostrador de la pescadería suele ser previamente congelado”, explica, y es más caro que el que hay en el pasillo de los productos congelados. El atún y el salmón en conserva son otras opciones económicas. Y las verduras congeladas son excelentes porque reducen los residuos. Como dice Rosenbloom: “Solo usas lo que necesitas (y luego) vuelves a cerrar la bolsa y la guardas en el congelador para la siguiente comida”.

Resolución n.º 8: ser voluntario en un teatro o sala de conciertos

Si sonríes al escuchar cuando afinan los instrumentos de una orquesta, pero el precio de las entradas del teatro o la sala de conciertos local te hace dudar, considera la posibilidad de trabajar de voluntario como boletero o acomodador. Los estudios sugieren que disfrutarás de las funciones y obtendrás un estímulo para tu salud mental, tanto por la experiencia cultural como por el trabajo voluntario.

Si no tienes tiempo para ofrecerte como voluntario, las investigaciones demuestran que las simples obras de bondad hacia los demás aportan numerosos beneficios para la salud.

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Resolución n.º 9: probar el pickleball

Si no lo has intentado, considera este deporte tan popular para aumentar el ritmo cardíaco y divertirte un rato con amigos. Una de las razones de esta popularidad es que es un juego fácil de aprender y cuesta poco iniciarse, en comparación con otros deportes como el tenis y el golf, según Bryant. Todo lo que necesitas es una paleta, algunos jugadores y una cancha, que cada vez es más fácil conseguir durante todo el año en muchos gimnasios y centros comunitarios, señala. Bryant añade que en muchos sitios puedes jugar durante una hora por entre $8 y $12. ¿Quieres probarlo? Aquí tienes algunos consejos para iniciarte en el pickleball.

Resolución n.º 10: encontrar diversión en la naturaleza

En vez de pasar una costosa tarde en el cine o en un centro comercial, visita un parque. Sumergirte en la naturaleza puede reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, aliviar el estrés y mejorar la memoria, según sugieren los estudios. Mientras estés allí, contempla los pájaros y escucha su canto. Un estudio concluyó que observar y oír a los pájaros mejora el bienestar mental, incluso en quienes padecen depresión.

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Resolución n.º 11: planear y cultivar un huerto

Crear tu propio oasis natural con flores o alimentos puede revitalizarte. Según las investigaciones, las personas que cultivan un huerto notan una mejora en la depresión, la ansiedad y el índice de masa corporal, así como un aumento de la satisfacción con la vida, la calidad de vida y el sentido de comunidad. Quienes cultivan alimentos probablemente también ahorran dinero. En promedio, los huertos en el hogar producen unos $677 en frutas y verduras, después de restar los $238 que cuestan las semillas, la tierra, el riego y otros gastos (pero no la mano de obra), según una investigación de la Universidad Estatal de Oregón. Aquí tienes algunos consejos para empezar a cultivar un huerto.

Resolución n.º 12: ser más agradecido

Según la Clínica Mayo, sentir gratitud puede mejorar el sueño, reforzar la inmunidad y aliviar la depresión, la ansiedad y el dolor. Hay una forma clara en que la gratitud puede mejorar la salud económica: reducir los impulsos de gastar dinero en cosas que no te hacen feliz.

“Cuanto más agradecidos somos, más conformes solemos sentirnos con lo que tenemos”, afirma Kristi Nelson, directora ejecutiva de A Network for Grateful Living y autora de Wake Up Grateful.

Nelson sugiere lo siguiente: al despertar, piensa primero en algunas cosas por las que te sientas agradecido. Según ella, podrías pensar en las partes del cuerpo que funcionan bien, en el hecho de haber dormido o “en que sale el sol, dondequiera que estés”.