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8 señales sorprendentes de que podrías tener un mayor riesgo de problemas de memoria

La salud intestinal, de los ojos, bucal y más pueden afectar la salud del cerebro.


spinner image Tres imágenes que representan un examen de la vista, comida chatarra e higiene bucal
Foto montaje: AARP; (Fuente: GETTY IMAGES)

A medida que los investigadores descubren más sobre el envejecimiento del cerebro, algo está claro: la salud cerebral no es solo un problema del cuello hacia arriba.

“Lo que se está apreciando mejor es que el riesgo de desarrollar enfermedades cerebrales está relacionado con la salud de los [otros] órganos”, dice el Dr. Costantino Iadecola, neurólogo y presidente del Feil Family Brain and Mind Research Institute en Weill Cornell Medicine. “El cerebro no representa la historia completa”.

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De hecho, la salud del corazón, los intestinos, los ojos —e incluso la boca— pueden afectar tu cerebro y pueden afectar tu riesgo de desarrollar problemas de pensamiento y memoria a medida que envejeces.

Estas son ocho señales de advertencia de que podrías tener un riesgo superior al promedio de problemas cognitivos, según las últimas investigaciones.

1. Roncar 

Si roncas mucho —o tu pareja te dice que lo haces— podría ser hora de consultar al respecto. Roncar, jadear y resoplar mientras duermes puede ser una señal de advertencia de apnea del sueño, una enfermedad en la que las personas dejan de respirar de manera intermitente y vuelven a respirar mientras duermen. Cuando no se trata, la apnea del sueño se ha relacionado con un aumento en los riesgos de demencia.

Cada vez hay más pruebas. Un estudio preliminar publicado el 3 de marzo por la American Academy of Neurology encontró que las personas que reportaron síntomas de apnea del sueño tenían aproximadamente un 50% más de probabilidades de informar que tenían problemas de memoria o de pensamiento en comparación con las personas que no tenían síntomas de apnea del sueño.

“Durante esas fases de apnea [en las que se detiene la respiración], tu cerebro no recibe suficiente oxígeno”, dice Iadecola. “Día tras día, el cerebro sufrirá consecuencias por ello”.

Según el Consejo Mundial sobre la Salud Cerebral de AARP, “el tratamiento adecuado de la apnea del sueño puede mejorar el sueño durante la noche, reducir la somnolencia diurna, mejorar la cognición y frenar el deterioro cognitivo”. Una máquina de CPAP (presión positiva continua sobre las vías respiratorias) es el tratamiento más común para la apnea del sueño.

2. No usas hilo dental  

Cuidar de tus dientes es importante para una sonrisa bella, pero eso no es todo. Los investigadores han descubierto un vínculo entre la salud bucal y la salud cerebral.

Un estudio publicado en julio del 2023 en la revista Neurology encontró que la enfermedad periodontal y la pérdida dental estaban relacionadas con el encogimiento cerebral en el área del cerebro que desempeña una función en la memoria, conocido como el hipocampo. Además, investigaciones anteriores dirigidas por científicos de los Institutos Nacionales sobre el Envejecimiento y publicadas en la revista Journal of Alzheimer’s Disease descubrieron que los adultos mayores con signos de enfermedad periodontal e infecciones bucales tenían más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Un análisis del 2022 de 47 estudios llegó a una conclusión similar: la mala salud periodontal se asoció tanto al deterioro cognitivo como a la demencia.

Una posible explicación de esta asociación es la inflamación crónica causada por bacterias en la boca, que pueden viajar a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro. Se cree que la inflamación desempeña un papel en el desarrollo y la progresión de la demencia.

3. Consumes mucha comida chatarra 

Los alimentos ultraprocesados —bocadillos envasados, cenas congeladas y platos favoritos de comida rápida— pueden ser sabrosos, pero las investigaciones sugieren que no le hacen favor alguno al cerebro. Un estudio que apareció en la edición de febrero del 2023 de JAMA Neurology encontró que las personas que consumieron una mayor proporción de calorías de alimentos ultraprocesados tenían más probabilidades de experimentar deterioro cognitivo.

De manera similar, un estudio del 2022 de la revista Neurology encontró que cuando las personas aumentaron la cantidad de alimentos ultraprocesados que consumieron, su riesgo de demencia aumentó. Sin embargo, cuando la comida chatarra fue reemplazada por alimentos no procesados o mínimamente procesados, su riesgo de demencia disminuyó. 

“Los alimentos ultraprocesados están destinados a ser convenientes y sabrosos, pero disminuyen la calidad de la dieta de la persona”, dijo en un comunicado la autora del estudio Huiping Li. “Estos alimentos también pueden contener aditivos alimentarios o moléculas del empaque o que se produjeron al calentarlos, todos los cuales se han demostrado en otros estudios que tienen efectos negativos en las habilidades de pensamiento y memoria”.

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4. Tienes problemas para escuchar   

Si has notado que es cada vez más difícil escuchar, es hora de hacer una cita con un proveedor de atención médica. Investigadores de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins descubrieron en un estudio de JAMA del 2023 que la pérdida auditiva moderada a grave se asoció con una mayor prevalencia de demencia entre una muestra representativa a nivel nacional de adultos mayores en EE.UU. Sin embargo, el uso de audífonos se asoció con una menor prevalencia de demencia.

Estudios anteriores han llegado a conclusiones similares. Una investigación financiada por los NIH, publicada en el 2023 en The Lancet, encontró que los audífonos redujeron la tasa de deterioro cognitivo en los adultos mayores que tienen un alto riesgo de desarrollar demencia en casi un 50% durante un período de tres años.

Usas el cerebro para procesar lo que escuchas, dice el Dr. Douglas Scharre, profesor de Neurología Clínica y Psiquiatría en el Wexner Medical Center de la Universidad Estatal de Ohio. Así que cuando hay pérdida auditiva, “se reduce la estimulación al cerebro”, dice.

Otro factor que puede afectar la salud cerebral es el aislamiento social que a menudo acompaña la pérdida auditiva. Las personas que tienen dificultades auditivas tienden a no participar en conversaciones y alejarse de las interacciones sociales. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que el aislamiento social de los adultos mayores está asociado con un aumento de aproximadamente el 50% en el riesgo de demencia.  

La pérdida auditiva es muy tratable más tarde en la vida, lo que hace que sea un objetivo importante de salud pública para reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia”, dijo en una declaración el Dr. Frank Lin, experto en audición e investigador de ambos estudios anteriores. “Hasta que sepamos más, recomendamos para la salud y el bienestar general que los adultos mayores se sometan a exámenes de audición regulares y se aborden adecuadamente los problemas de audición”. 

5. No te estás ejercitando

Otra razón más para levantarse y mover el cuerpo: varios estudios han descubierto que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de pérdida de memoria. Por ejemplo, un metaanálisis del 2022 publicado en la revista Neurology encontró que los participantes del estudio que realizaron actividades físicas —ciclismo, caminar, correr, nadar, yoga, bailar y más— tuvieron un riesgo un 17% menor de demencia que los participantes físicamente inactivos.

Otro estudio, publicado en JAMA Neurology, encontró un vínculo entre caminar y el riesgo de demencia. Los adultos mayores que caminaron poco menos de 10,000 pasos al día —9,800— tenían un 50% menos de probabilidades de desarrollar demencia. Y más recientemente, un estudio del 2024 en Journal of Alzheimer's Disease encontró que los adultos que hacían ejercicio tenían el cerebro más grande que los que no se ejercitan.

“El ejercicio físico es una excelente actividad cerebral”, dice Scharre.

No es necesario comenzar a entrenar para una maratón: las investigaciones sugieren que incluso la actividad física ligera tiene beneficios para el cerebro. Y no te olvides de los ejercicios de fuerza y equilibrio, que son especialmente importantes para los adultos mayores, quienes tienen un mayor riesgo de caídas. Según los CDC, las caídas son la causa más común de lesiones cerebrales traumáticas, que pueden afectar las habilidades de pensamiento y memoria, y aumentar el riesgo de desarrollar demencia.  

6. No te realizaste el último examen de la vista

Según un estudio publicado en JAMA Neurology, se podrían haber evitado alrededor de 100,000 casos de demencia si hubieran corregido los problemas de la visión. Los autores del estudio del 2022, financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA), también señalan que alrededor del 80% de los problemas de la vista ocurren en adultos de 50 años o más, y el 90% de los casos se pueden prevenir o tratar.

Al igual que la pérdida de la audición, la pérdida de la visión puede resultar en una reducción de la estimulación cerebral y el aislamiento social, dicen los investigadores. Según el NIA, las personas mayores de 60 años deben hacerse un examen de la vista cada uno o dos años.

7. No vas al baño con regularidad

El estreñimiento no es raro, especialmente entre los adultos mayores. Pero nuevas investigaciones sugieren que estar estreñido puede no ser bueno para el cerebro.

Un estudio presentado en la Conferencia Internacional de la Alzheimer’s Association del 2023 vinculó las evacuaciones intestinales menos frecuentes con el empeoramiento de la función cognitiva. Los investigadores descubrieron que, en comparación con las personas que tenían evacuaciones intestinales diarias, las personas que estaban estreñidas (tenían evacuaciones intestinales cada tres días o más) tenían cerebros que envejecían el equivalente a tres años más rápido.

Esto se suma a otras investigaciones que vinculan la salud intestinal con la salud cerebral. Un gran estudio observacional publicado en la revista Gut encontró que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal tenían más del doble de probabilidades de desarrollar demencia que quienes no la padecían.

La conexión intestino-cerebro es un área que los científicos están estudiando activamente. Mientras tanto, los expertos dicen que si estás experimentando estreñimiento, habla con tu médico para solucionar el problema; podría ser tan simple como modificar tu dieta o tus medicamentos. Además, los alimentos fermentados y los alimentos con alto contenido de fibra —frutas, verduras, legumbres y granos— pueden ayudar a desarrollar un intestino saludable, dice Mayo Clinic.

8. No duermes lo suficiente 

Cada vez hay más pruebas que demuestran la importancia del sueño para el cerebro. Recientemente, un estudio publicado en diciembre del 2023 en JAMA Network Open encontró que los adultos que duermen menos de 7 horas por noche tenían un riesgo significativamente mayor de deterioro cognitivo, lo que puede incluir dificultades para pensar, recordar y tomar decisiones. Un estudio anterior, publicado en el 2022, de investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, encontró que los adultos mayores que dormían menos de 5 horas por noche tenían el doble de probabilidades de desarrollar demencia que aquellos que dormían entre 6 y 8 horas cada noche.

Algunas pruebas sugieren que un proceso de “limpieza” podría explicar el vínculo entre la falta de sueño y el empeoramiento de la memoria. Durante el sueño, las toxinas se eliminan del cerebro, entre ellas la beta amiloide, que es una proteína en el cerebro asociada con la enfermedad de Alzheimer.  “Podría ser que al limitar el tiempo que el cerebro tiene para deshacerse de los desechos, podrías terminar [acumulando] cosas que no quieres en tu cerebro”, dice Iadecola.

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