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El gobierno reabrió el 13 de noviembre, un día después de que el Congreso aprobara y el presidente Donald Trump firmara una ley para financiar las agencias y programas federales al menos hasta el 30 de enero, poniendo fin al cierre más largo en la historia de Estados Unidos.
Con los fondos federales fluyendo nuevamente, los empleados del gobierno que estaban suspendidos han vuelto a sus puestos y los servicios interrumpidos se están restableciendo, aunque el público debe esperar algunos retrasos y fallos mientras las agencias trabajan para ponerse al día con los atrasos y otros problemas.
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El cierre de 43 días comenzó el 1.º de octubre después de que el Congreso no lograra llegar a un acuerdo para financiar las operaciones federales para el año fiscal 2026, que comenzó ese mismo día.
La nueva ley presupuestaria financia algunos programas federales, incluidos la asistencia alimentaria, la construcción militar y los servicios para veteranos, hasta el 30 de septiembre de 2026, que marca el fin de este año fiscal. El resto del gobierno federal está financiado hasta el 30 de enero, considerando los gastos actuales.
Durante un cierre ciertos servicios considerados "esenciales" seguirán funcionando incluso sin un acuerdo de financiación federal aprobado. Millones de estadounidenses han seguido recibiendo sus beneficios del Seguro Social, Medicare y de veteranos, por ejemplo. Las personas siguen recibiendo sus cartas y medicamentos recetados sin interrupción a través del correo de EE. UU., entre otros servicios esenciales.
Sin embargo, la mayoría de las funciones y servicios gubernamentales se han visto reducidos o suspendidos, con importantes repercusiones para los estadounidenses mayores. Durante el cierre que acaba de finalizar, cientos de miles de empleados federales fueron suspendidos temporalmente de sus empleos, y aquellos cuyos puestos se consideraron "esenciales" trabajaron sin remuneración (a la espera del reembolso previsto en la nueva legislación).
Sin embargo, muchas personas se afectarían, entre ellas los adultos mayores. Cientos de miles de empleados federales han sido suspendidos temporalmente y aquellos cuyos trabajos se consideran "esenciales", continúan trabajando sin cobrar, estos tendrían que esperar hasta que se apruebe finalmente un paquete de financiación para recibir el reembolso.
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Desde 2019, el Congreso ha incumplido repetidamente los plazos para aprobar un presupuesto, pero ha evitado cierres mediante la aprobación de proyectos de ley de gasto temporales, conocidos como resoluciones continuas. Estas medidas provisionales mantienen al gobierno en funcionamiento, generalmente con los niveles de financiación del año anterior, mientras los legisladores negocian los detalles de un nuevo presupuesto.
A continuación, un vistazo a cómo si afectan estos servicios vitales ante un cierre del gobierno:
Seguro Social
Los beneficios del Seguro Social se pagan como de costumbre. Estos tienen una fuente de financiamiento dedicada (los impuestos sobre la nómina que la mayoría de los trabajadores estadounidenses pagan sobre sus ganancias) y no están sujetos al proceso de asignaciones anuales.
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