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Dr. Elmer Huerta

 

Qué hacer para llegar a viejo —lo más joven posible (parte II)

4 consejos más para una vida larga y saludable.

En esta segunda parte de tu plan de salud, veremos otros cuatro importantes consejos para poder llegar a viejos lo mas jóvenes posible o como decía un profesor mío: “para envejecer con gracia”.

En la primera parte vimos la importancia de una buena alimentación, de la actividad física diaria, de no fumar o dejar de fumar y de desarrollar —la buena— costumbre de visitar al médico antes de tener síntomas, para descubrir a tiempo los enemigos silenciosos de nuestra salud. A continuación te doy cuatro consejos más:

Mira también: Qué hacer para llegar a viejo —lo más joven posible (Parte I)

Mujer durmiendo en la cama.

Corbis

  • Duerme bien

A pesar de que el electroencefalógrafo (aparato que estudia la actividad eléctrica del cerebro) fue inventado en 1924, no fue sino hasta 1952 que se empezó a estudiar la actividad eléctrica del cerebro durante el sueño. ¡Gran sorpresa!, se descubrió que el cerebro trabaja igual o más mientras dormimos que cuando estamos despiertos. Se descubrieron las etapas del sueño y se vio que una de ellas, la etapa de movimientos oculares rápidos (REM por sus siglas en inglés), es fundamental para sentirse bien después de dormir.

El concepto moderno es que el sueño es una actividad muy dinámica y permite que la memoria archive y “clasifique” los conocimientos adquiridos durante el día. La falta de sueño está asociada a mayor susceptibilidad a infecciones y a un menor rendimiento intelectual. Desarrollar una rutina diaria para dormir y evitar el alcohol, la cafeína y las distracciones electrónicas antes de dormir son fundamentales.

  • Evita el estrés, enemigo de tu cuerpo y tu mente

El estrés es un fenómeno natural del ser vivo que se produce cuando este se encuentra ante algún peligro. Ante el estrés, las glándulas suprarrenales producen enormes cantidades de las hormonas de la supervivencia: adrenalina y cortisol. Estas hormonas preparan el organismo para la lucha o para la huida, haciendo que el hígado libere azúcar a los músculos, que las pupilas se dilaten, que el corazón lata más rápido y que los pulmones se inflen con mayor cantidad de aire. Lo interesante es que una vez pasa lo que causó el estrés, los niveles de adrenalina y cortisol disminuyen, y el organismo vuelve a su función normal.

El estrés crónico que afecta al ser humano significa que debido a algún problema real o percibido (problemas de trabajo, emocionales, de pareja, económicos, de salud, etc.), la persona esta crónicamente “intoxicada” con las hormonas del estrés. Esa “intoxicación” diaria por la adrenalina y el cortisol produce serios efectos en la salud, predisponiendo a muchas enfermedades, entre ellas infecciones, problemas inmunológicos e incluso cáncer. Obviamente la solución radica en identificar y eliminar, con ayuda profesional, la causa del estrés.

  • Alimenta tu salud espiritual y mental

No solo de pan vive el hombre. Aquel que solo se preocupa de su salud física y descuida sus emociones, sus sentimientos y su propósito en la vida, está condenado a una vida incompleta. La salud física o corporal es importante porque su alteración limita nuestra calidad de vida desde el punto de vista físico; pero la salud mental y la salud espiritual son también fundamentales para completar nuestra sensación de pertenencia con nuestra propia persona, con la familia, la comunidad y con Dios. ¿De qué vale tener un cuerpo bien cuidado y saludable, si nuestra mente y nuestra alma están vacías? Desarrollar círculos sociales, buscar ayuda si notamos cambios en nuestra salud mental y cultivar “la chispa de la vida” son pasos importantes que todos debemos seguir.

  • Aléjate de los peligros de la vida moderna

En los últimos 50 años se ha producido una verdadera explosión tecnológica en la que se ha generalizado el uso de aparatos electrónicos. Los efectos negativos sobre la salud de las personas que utilizan esos aparatos está en investigación. Por ejemplo, se ha visto que el uso de las computadoras, los hornos de microondas, y el vivir cerca de líneas de alta tensión eléctrica, no causan problemas en la salud. Por otro lado, el efecto negativo de los teléfonos celulares está en duda y hasta que no se dispongan de nuevos datos, debemos ser cuidadosos en el uso de esos tan útiles aparatos y no debemos dárselos a los niños menores de 10 años. Es conveniente estar siempre bien informados y atentos a las últimas investigaciones para no toparnos con la sorpresa de estar afectando inadvertidamente nuestra salud o la de otros.

Estos consejos y más se encuentran en el libro del Dr. Elmer Huerta, La Salud ¡Hecho fácil!: Consejos vitales para llegar a viejo ¡lo más joven posible!

*Recuerda siempre, antes de empezar un plan de salud, consultarlo con tu médico.