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Nuevo estudio pone en duda el uso de la aspirina para prevenir el primer ataque cardíaco

Un nuevo estudio de más de 12,000 personas mostró poco beneficio en comparación con un placebo.

Aspirinas

GETTY IMAGES

In English |  Si bien los médicos han aceptado durante mucho tiempo el beneficio de tomar una dosis baja de aspirina —el anticoagulante más económico del mundo— para prevenir el segundo o tercer ataque cardíaco o derrame cerebral, el beneficio de tomarla para prevenir el primer trastorno cardiovascular, aunque se haya estudiado mucho, nunca ha estado claro.

Un estudio publicado ayer en The Lancet sugiere que no existe ningún beneficio o, al menos, “aún persiste la polémica en cuanto al uso de la aspirina en la prevención primaria de los trastornos cardiovasculares”, según escribieran los autores del estudio en el resumen de sus resultados.


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El autor principal del estudio, J. Michael Gaziano, cardiólogo preventivo del Brigham and Women’s Hospital de Harvard, explicó que en el caso de los 12,000 participantes que se consideraban en riesgo cardiovascular moderado, la cantidad de ataques cardíacos y derrames cerebrales de quienes recibieran la aspirina y de quienes recibieran un placebo fue casi la misma. El grupo que tomó el placebo solo tuvo 12 ataques cardíacos o derrames cerebrales más que el grupo que tomó la aspirina. Por lo tanto, “la aspirina no redujo trastornos cardiovasculares importantes en este estudio”, dijo Gaziano en una declaración ante los medios de comunicación.

Pero hay un problema. Debido a que durante los nueve años del estudio, las personas que los investigadores seleccionaron para la categoría de riesgo “moderado” tuvieron muchos menos ataques cardíacos y derrames cerebrales que lo que ellos esperaban —solo un 4% de ambos grupos, con el placebo y con la aspirina, los sufrió— los autores ahora dicen que los resultados sugieren que, en realidad, estaban trabajando con una población de bajo riesgo, lo que hace que cualquier resultado sea menos ilustrativo.

“Esto puede deberse a que algunos de los participantes estaban tomando medicamentos para reducir la presión arterial y los lípidos, los cuales les protegían de la enfermedad”, señaló Gaziano. “La decisión de usar aspirina para protegerse contra el trastorno cardiovascular debería consultarse con un médico y tomar en consideración todos los posibles riesgos y beneficios”. 

De lo contrario, el estudio concluyó que el beneficio de la aspirina para pacientes con enfermedades cardiovasculares conocidas pesa más que el riesgo de sangrado que las propiedades anticoagulantes de la aspirina implican. 

El estudio, patrocinado por el fabricante de la aspirina Bayer, se discutió en la reunión que sostuviera el domingo la European Society of Cardiology en Munich.