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Compartir tu vivienda puede ayudar con tu plan de jubilación

Alquilar un área de tu casa puede proporcionar ingresos adicionales, compensar los costos de vivienda y ayudarte a envejecer en tu hogar.


Lise Beane y tres vistas de su condominio en Boston.
Luego de la muerte de su esposo, Lise Beane obtuvo una fuente continua de ingresos suplementarios e hizo “maravillosos amigos” mediante el alquiler de la amplia habitación principal de su condominio con vista al río Charles, en Boston.
Collage de fotos: AARP; (Fuente: Cortesía de Lise Beane (4))

Cuando el esposo de Lise Beane, Paul, murió repentinamente en el 2002 a la edad de 55 años, dejó atrás $60,000 en deudas y una esposa aterrada. La pareja había estado casada durante 25 años, viviendo cómodamente en un condominio en Boston. No tenían hijos. Pero ahora Lise, que trabajaba a tiempo parcial como escritora independiente, no tenía seguridad económica y enfrentaba un futuro incierto.

"Vivir sola y endeudada por el resto de mi vida era un pensamiento horrible", recuerda. "Yo estaba tratando de mantener un techo sobre mi cabeza".

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A los 55 años, temiendo por su estabilidad financiera, Lise ideó un plan: buscaría compañeros de vivienda que pagaran alquiler. Para ello se concentraría en el flujo constante de mujeres jóvenes que venían a Boston para estudiar o enseñar.

Se mudó a lo que había sido su oficina dentro de la casa y publicó la amplia habitación principal de su condominio con vista al río Charles en Craigslist por $1,000 al mes. Ofreció lo que ella llamó un servicio de "conserje para uno", ayudando a sus inquilinos, principalmente estudiantes internacionales, a conocer Boston y brindándoles consejos sobre cómo moverse, dónde hacer sus transacciones bancarias y dónde comprar.

Durante más de una década, hasta que se jubiló a los 65 años, Lise ganó alrededor de $120,000 compartiendo su hogar. Los ingresos del alquiler la ayudaron a cubrir la hipoteca, las cuotas del condominio y los impuestos inmobiliarios, y también pudo ahorrar para la jubilación.

Un año después, trabajando con un agente de bienes raíces que había sido uno de sus inquilinos, vendió el condominio —que ella y Paul habían comprado en la década de 1970 por $50,000— por poco más de $1 millón.

"Esa ventana de 10 años de alquiler permitió que el condominio aumentara sustancialmente de valor", dice Lise. Ahora, con 78 años, ella y su segundo esposo, Doug Walther, dividen su tiempo entre condominios en Cape Cod y St. Petersburg, Florida, que ella compró con las ganancias.

Por supuesto, no todas las personas viudas o padres con el nido vacío que comparten su hogar con inquilinos obtendrán ese tipo de beneficio. Pero convertir habitaciones vacías en ingresos puede proporcionar un "dinero inesperado" para la jubilación, dice Ken Dychtwald, gerontólogo y fundador de Age Wave, una firma de consultoría que se enfoca en temas relacionados con el envejecimiento. "Para la mayoría de la población, es sabio considerar algún tipo de vivienda compartida cuando se planifica la jubilación, porque no solo genera ahorros financieros, sino que también proporciona beneficios sociales", dice.

A continuación, cuatro beneficios potenciales de incluir la vivienda compartida como parte del plan de jubilación.

1. Ayuda con los costos de vivienda

Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, los costos promedio de vivienda para las personas mayores de 65 años —incluidos el alquiler o la hipoteca, los impuestos de propiedad, el seguro, los servicios públicos y el mantenimiento— sumaron $1,787 al mes en el 2023, lo cual representó el 35.7% del gasto de los jubilados.

Alojar a un inquilino cuyo alquiler cubre una parte de esos costos puede ser un salvavidas financiero para los adultos mayores "que viven con un ingreso fijo y están preocupados por su futuro sustento", dice Linda Hoffman, fundadora y presidenta de la New York Foundation for Senior Citizens, que ofrece un servicio de búsqueda de compañeros de vivienda.

Los ingresos del alquiler pueden ayudarte a cubrir los pagos de la hipoteca, las facturas del hogar y los gastos de vida como la comida, la ropa y los viajes, dándote flexibilidad financiera para seguir aumentando tus ahorros. Eso, a su vez, puede proporcionar una muralla contra los costos de atención médica y los costos de cuidados a largo plazo a medida que envejeces.

"Hubo un tiempo en que las personas solo buscaban compañía. Pero ahora, el beneficio principal de querer compartir la vivienda es financiero," dice Hoffman.

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2. Ayuda para envejecer en el hogar

Según la encuesta de preferencias de AARP sobre hogar y comunidad del 2024, tres de cada cuatro adultos en el país quieren quedarse en su hogar o comunidad a medida que envejecen, pero menos de la mitad creen que podrán hacerlo. Compartir la casa puede ayudarte a mejorar tus posibilidades de envejecer en tu propio lugar.

Además de reducir los costos fijos de vivienda, los ingresos de los inquilinos o compañeros de hogar pueden cerrar las brechas entre tus necesidades de gasto y lo que obtienes de ahorros, inversiones y el Seguro Social, y ayudarte a mantener el estilo de vida que tenías antes de la jubilación.

"Necesitas mirar a largo plazo, lo que buscas es no quedarte sin dinero", dice Penelope Tzougros, planificadora financiera en Waltham, Massachusetts, especializada en planificar y mantener la seguridad financiera en la jubilación.

El dinero adicional también puede ayudar a pagar las reparaciones y el mantenimiento de la casa que ya no puedes hacer tú mismo, o ciertas mejoras para satisfacer las necesidades cambiantes.

Kathleen Rehl, planificadora financiera certificada y autora de Moving Forward on Your Own: A Financial Guidebook for Widows, dice que una de sus clientas utilizó los ingresos del alquiler de una habitación "para hacer modificaciones en el hogar: instaló barras de agarre, rampas y un sistema de seguridad".

3. Ventajas tributarias

El ingreso del alquiler es tributable y podría empujarte a una categoría de impuestos más alta. Pero compartir la vivienda ofrece varios descuentos fiscales que no obtendrías viviendo solo.

El IRS dice que puedes deducir los "gastos ordinarios y necesarios" de administrar y mantener la parte de la casa donde viven los inquilinos, tales como publicidad, reparaciones y servicios públicos.

También puedes deducir la depreciación de la habitación o habitaciones que alquilas. Si tu compañero de casa usa parte de su espacio como oficina, tal vez puedas deducir gastos de negocios.

"Esas deducciones son una forma de maximizar el alquiler al compartir tu casa", dice Tzougros.

También puedes deducir una parte proporcional de tus impuestos sobre la propiedad y el seguro para propietarios de vivienda, correspondiente al área alquilada de la casa. Y si tus gastos de propietario son más que los ingresos del alquiler, puedes reclamar una pérdida que se puede aplicar como una deducción fiscal en el futuro.

4. Calidad de vida

Como descubrió Lise Beane, compartir la vivienda puede tener beneficios que van mucho más allá de simplemente aumentar tus ingresos.

"Al alquilar durante esos diez años, hice maravillosos amigos que alegraron mis días de muchas maneras inesperadas", dice Lise. "Tuve un flujo interminable de compañeros de vivienda fascinantes. Fue una verdadera aventura".

Para las personas viudas y solteras, acoger inquilinos es una forma de aliviar el aislamiento y el estrés que puede acompañar al envejecimiento en solitario (y puede ser peligroso para la salud). 

"Las personas se están dando cuenta de que la compañía que proporciona un compañero de vivienda es un beneficio financiero, social y, hasta cierto punto, espiritual, porque es probable que se sientan mejor que viviendo solas", dice Dychtwald.

Con un compañero de vivienda, tendrás a alguien en el hogar que puede ayudarte con las tareas. Si tienes mascotas, tienes un cuidador cuando viajas. Si sufres una emergencia de salud o te caes, hay alguien cerca para brindar o buscar ayuda.

"Puede que estés bien ahora, pero cualquier cosa puede pasar", dice Tzougros. "Si consideras la posibilidad de compartir tu casa lo suficientemente temprano, antes de verte en apuros, puedes tomar decisiones inteligentes".

Y algunas relaciones de alquiler, como la de Beane, florecen en amistad. Rehl menciona a una viuda en su comunidad que comenzó a alquilar el piso de arriba de su casa, más los privilegios de la cocina, a otra viuda.

"Está funcionado de maravilla. Han comenzado a hacer cosas juntas socialmente", dice Rehl. Además, "el alquiler le da a la propietaria más dinero para hacer cosas culturales que le gustan".

Cómo buscar un compañero de vivienda

Aunque principalmente lo hagas por el dinero, recuerda que compartir tu vivienda significa exactamente eso: estás compartiendo tu hogar. Cuando las cosas salen mal, "es realmente un desastre", advierte Michael Hackard, un abogado de Sacramento, California, que ha representado a adultos mayores que han sido víctimas de abuso financiero, incluidas situaciones de vivienda compartida.

Encontrar al compañero de vivienda adecuado requiere una cuidadosa investigación. Sean McGrail es cofundador de Home Sweet Homeshare, un servicio de búsqueda de compañeros de vivienda para propietarios de viviendas mayores y personas jóvenes que buscan alojamiento asequible. Él ofrece estos consejos para encontrar inquilinos compatibles, confiables y dignos de confianza.

  • Busca inquilinos de profesiones relacionadas con cuidados y servicios, como enseñanza, enfermería y seguridad pública. Coloca volantes en escuelas, bibliotecas, estaciones de policía y estaciones de bomberos. Si tu objetivo son los estudiantes, conéctate con los departamentos de vivienda de las universidades locales.
  • Verifica el empleador y los ingresos de tu posible compañero de vivienda.
  • Realiza tres entrevistas con el solicitante: una llamada telefónica para discutir lo básico, una videollamada con un recorrido por tu casa y una reunión en persona.
  • Pide al menos tres referencias, incluidos un arrendador anterior, un empleador previo y un amigo.
  • Pregunta sobre la salud y el estilo de vida. ¿Tiene mascotas? ¿Fuma, bebe o consume drogas recreativas? ¿Tiene restricciones alimentarias o alguna enfermedad crónica? ¿Piensa hacer fiestas o tener invitados que se queden a dormir? ¿Quiere socializar contigo o, como dice McGrail, vivir más como "dos barcos que se cruzan en la noche"?
  • Usa un servicio de verificación de antecedentes como Avail, Checkr o TransUnion SmartMove (en inglés) para determinar si un posible inquilino tiene antecedentes penales, mal historial de crédito o un historial de problemas financieros. (Algunos servicios de búsqueda de vivienda compartida hacen esto por ti). Tal vez puedas transferir el costo de la verificación al solicitante.

 

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