Vida Sana
Ya sabes que tener una mala alimentación y estar siempre en el sofá no es bueno para tu cerebro. Pero hay algunas rutinas diarias menos conocidas que podrían estar socavando tu cognición, dice Jessica Caldwell, neuropsicóloga y directora del Women’s Alzheimer’s Movement Prevention Center de la Cleveland Clinic (en inglés). Modificar solo uno de estos hábitos podría cambiar el funcionamiento de tu cerebro —y ayudarte a envejecer mejor y mantenerte saludable—. Y nunca es demasiado tarde para comenzar: incluso las personas con problemas de memoria pueden beneficiarse de la modificación de los comportamientos perjudiciales.
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1. Acentúas lo negativo
Rumiar rencores, resentimientos y pensamientos negativos no solo te mantendrá en un estado de ánimo pesimista, sino que también se ha relacionado con el deterioro de la cognición y la memoria en personas de 55 años o más, según un estudio publicado en la revista Alzheimer's & Dementia. Los participantes que se concentraban repetidamente en pensamientos negativos tenían más depósitos de proteínas amiloide y tau en el cerebro, los marcadores biológicos de la enfermedad de Alzheimer.
Todo el mundo tiene pensamientos negativos repetitivos hasta cierto punto. "Es parte de la experiencia humana, y no todo el mundo padecerá Alzheimer", afirma Natalie Marchant, investigadora principal y psicóloga de investigación. Pero también es un comportamiento que puedes cambiar, según Patti Johnson, psicóloga de Los Ángeles y creadora de la aplicación para aliviar la ansiedad EmMa, Emotional Manager for Anxiety. Ella sugiere que, la próxima vez que te sientas abrumado por pensamientos negativos, debes:
- Hacer una lista de cinco cosas específicas por las que estás agradecido y centrarte en ellas.
- Respirar profundamente, intentar una nueva tarea o cambiar la atención a algo de tu entorno.
- Saludar un pensamiento negativo cuando aparezca con un "hola", y luego decirle verbalmente: "adiós".
2. No te vacunas
Se estima que más de la mitad de las personas en Estados Unidos no se vacunaron contra la gripe durante la temporada de gripe del 2021, y sabemos que actualmente hay muchas personas que dudan en vacunarse contra la COVID-19. Pero no vacunarte puede ser una oportunidad perdida en la lucha contra la demencia. Un estudio reciente a nivel nacional de adultos mayores de 65 años (en inglés) determinó que las personas que recibieron por lo menos una vacuna contra la gripe tuvieron un 40% menos de probabilidades de padecer la enfermedad de Alzheimer, según una investigación realizada por el Dr. Paul Schulz, neurólogo en la Facultad de Medicina McGovern en el Health Science Center de la Universidad de Texas en Houston, y sus colegas. Otros investigadores descubrieron que las personas de entre 65 y 75 años que habían recibido la vacuna contra la neumonía presentaban una reducción de entre el 25 y el 30% en sus probabilidades de padecer Alzheimer.
3. Tomas bebidas azucaradas
Si tu desayuno habitual incluye un vaso alto de jugo de naranja, toma nota. Un estudio del 2017 asoció el consumo de bebidas azucaradas con una peor memoria episódica, así como un menor volumen cerebral total y volumen del hipocampo. Además, investigaciones del 2022 (en inglés) descubrieron que las bebidas endulzadas con azúcar, como los refrescos, el té endulzado, las bebidas de frutas, las bebidas deportivas y las bebidas energéticas, estaban relacionadas de manera significativa con el deterioro de la función cognitiva.
“Aunque el jugo de frutas retiene algunos fitonutrientes beneficiosos, es principalmente una bebida azucarada sin el beneficio de la fibra”, dice la Dra. Annie Fenn, fundadora de Brain Health Kitchen (en inglés), escuela de cocina y comunidad para la prevención de la enfermedad de Alzheimer. El consumo de bebidas azucaradas puede llevar al aumento del azúcar en la sangre y a una respuesta exagerada a la insulina en muchas personas, lo que, según ella, puede desencadenar inflamación crónica en el cerebro.
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