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2 años de COVID-19 en cifras

En el 2020 llegó un nuevo virus a Estados Unidos; desde entonces, ha alterado la vida de millones de personas.

Ilustración que muestra el virus del coronavirus, el mapa de Estados Unidos y una fecha que apunta hacia abajo

GETTY/AARP

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Dos años atrás, el 11 de marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente la pandemia de COVID-19, y la vida tal como la conocíamos cambió en un instante. Los países impusieron confinamientos, las escuelas dictaron clases en línea, los cines dejaron de operar, los lugares de trabajo cerraron y los hospitales se vieron desbordados por enfermos.

Ahora sabemos mucho más sobre el virus causante de la COVID-19 y cómo protegernos de sus peores consecuencias: contamos con vacunas que salvan vidas y tratamientos eficaces contra la enfermedad, y sabemos que la buena ventilación, el uso de mascarillas de calidad y varios pies de distanciamiento pueden ayudar a minimizar la propagación del virus.

Aun así, la COVID-19 continúa afectando la vida diaria de muchas personas, especialmente de quienes han perdido a un ser querido o continúan luchando con la carga física y mental impuesta por la pandemia.

Este es un panorama numérico del impacto que el coronavirus ha tenido en la población del país en los últimos dos años, basado en datos recopilados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y otros expertos. ​​


Gráfico sobre los casos de Covid registrados

GETTY/AARP

En los primeros días de la pandemia, los nuevos casos diarios en el país raramente superaban los 25,000. Desde entonces, han surgido versiones más contagiosas del virus, incluidas la variante delta, que llevó los casos diarios a más de 175,000, y la variante ómicron, que demolió todos los récords cuando infectó a más de 1.3 millones de personas en un solo día en enero del 2022. En todo el mundo, se han reportado más de 441 millones de casos de COVID-19, según Johns Hopkins Coronavirus Resource Center. 


Gráfico de muertes causadas por la COVID

GETTY/AARP

Casi un millón de personas han muerto en EE.UU. a causa de la COVID-19 desde el inicio de la pandemia. La gran mayoría tenían más de 50 años. Es más, los datos federales indican que más de 200,000 residentes y empleados de centros de cuidados a largo plazo murieron de COVID-19. En todo el mundo, las muertes por COVID-19 suman casi 6 millones. 


Gráfico sobre las dosis de vacunas contra la COVID administradas

GETTY/AARP

A mediados de diciembre del 2020, Estados Unidos tuvo disponible su primera vacuna contra la COVID-19, fabricada por Pfizer-BioNTech. Le siguieron las vacunas de Moderna y Johnson & Johnson (J&J), y para abril del 2021, las personas de 16 años o más podían vacunarse. Los niños pudieron vacunarse unos meses después, si bien los menores de 5 años todavía no tienen acceso a las vacunas. Al 1.o de marzo del 2022, más del 80% de la población que podía vacunarse (personas de 5 años o más) habían recibido al menos una dosis de la vacuna, y casi el 90% de los adultos de 65 años o más estaban completamente vacunados con dos dosis de la vacuna de Pfizer o de Moderna o con una dosis de la vacuna de J&J. Las dosis de refuerzo —que los expertos dicen intensifican la protección, en particular contra la altamente contagiosa variante ómicron— se han administrado al 66% de la población mayor de 65 años.



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Gráfico sobre las hospitalizaciones por COVID

GETTY/AARP

Muchas personas que contraen COVID-19 pueden controlar los síntomas en el hogar, pero ese no es siempre el caso. Aproximadamente 4.5 millones de personas fueron hospitalizadas por COVID-19 en EE.UU. desde agosto del 2020. 

Los hospitales han soportado una pesada carga estos últimos dos años con la oleada de enfermedades, y los efectos han sido especialmente intensos en los trabajadores de la salud, quienes se han visto abrumados y afectados personalmente por el virus. Casi un millón de ellos se han contagiado y más de 3,600 han muerto de COVID-19, según los CDC. 


Gráfico sobre las comunidades en riesgo de muerte por COVID

GETTY/AARP

En comparación con las personas blancas, los individuos indoamericanos o nativos de Alaska tienen 2.2 veces más probabilidad de morir de COVID-19. La probabilidad de los hispanos y latinos es 1.9 veces mayor, y la de las personas negras es 1.7 veces mayor. Fuente: CDC; la COVID-19 ha resaltado desigualdades de salud que persisten desde hace mucho tiempo en Estados Unidos y que afectan desproporcionadamente a los grupos raciales y étnicos minoritarios. Los indoamericanos y los nativos de Alaska, por ejemplo, tienen 3.2 veces más probabilidad de ser hospitalizados por COVID-19 que sus pares de raza blanca. Esa cifra para los afroamericanos es de 2.5, mientras que las personas hispanas o latinas tienen 2.4 veces más probabilidades de ser hospitalizadas por COVID-19 que las personas blancas. Los asiático-estadounidenses también tienen mayor probabilidad de enfermar gravemente de COVID-19 y fallecer a causa de la enfermedad que sus pares de raza blanca. De acuerdo con los CDC, varios factores afectan la equidad en la salud, entre ellos la discriminación, el acceso al cuidado de la salud, las diferencias de ingresos y la vivienda. 


Gráfico sobre las pruebas de deteccion de COVID

GETTY/AARP

La detección de COVID-19 ingresó en una nueva etapa en la primavera del 2021, cuando las tiendas comenzaron a distribuir pruebas para hacer en el hogar. Y volvió a avanzar en enero del 2022, cuando el Gobierno dijo que requeriría que las aseguradoras privadas y Medicare cubrieran el costo de las pruebas de venta libre (se anticipa que el programa de Medicare comenzará a principios de la primavera) y que todas las personas podrían recibir cuatro pruebas gratuitas del Gobierno federal (habrá cuatro pruebas adicionales disponibles a partir del 7 de marzo). Los expertos dicen que el acceso amplio y simple a las pruebas es clave para ayudar a reducir la velocidad con la que se propaga el virus. La facilidad de detección también es fundamental al momento de tratar la COVID-19, ya que las nuevas pastillas antivirales que pueden evitar que la enfermedad avance son más eficaces cuando se toman al inicio de los síntomas. 



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Gráfico sobre la cantidad de mascarillas distribuídas

GETTY/AARP

Amadas u odiadas, las mascarillas han sido una parte importante de la pandemia desde la primavera del 2020. Es posible que su papel no sea tan preponderante esta primavera en muchas zonas del país, de acuerdo con las pautas más recientes de los CDC, pero no esperes que desaparezcan por completo. Algunos expertos predicen que serán útiles durante las enfermedades estacionales, como la gripe. Además, muchas personas inmunodeprimidas o que por algún otro motivo corren riesgo de enfermar gravemente por el virus preferirán seguir usándolas. Si tienes preguntas sobre tu riesgo y los peligros en tu comunidad, habla con tu médico. 


Gráfico sobre las personas que dejaron su trabajo durante la pandemia

GETTY/AARP

La cultura laboral se ha modificado drásticamente desde marzo del 2020. Muchos empleados han renunciado voluntariamente a su trabajo o han cambiado totalmente de carrera. Y muchos adultos mayores se han jubilado —3.5 millones de personas de 55 años o más, según el Pew Research Center (en inglés)—, incluso cuando tenían planeado trabajar unos años más. Una encuesta reciente de AARP (en inglés) reveló que, entre las personas que dejaron la fuerza laboral, una de cada cinco se jubiló antes de lo que había planeado debido a la pandemia. Millones de adultos en el país también han perdido el empleo a causa de la pandemia.

Rachel Nania escribe sobre atención médica y políticas de salud para AARP. Anteriormente fue reportera y editora de WTOP Radio en Washington, D.C. Recibió un Premio Gracie y un Premio Regional Edward R. Murrow, y también participó en un programa sobre demencia con la National Press Foundation.