Lo que debes saber sobre las vacunas contra el coronavirus
Las preguntas continúan a medida que millones de personas en Estados Unidos se vacunan y reciben el refuerzo.
Últimos desarrollos
Las vacunas de refuerzo bivalentes son eficaces contra las variantes más recientes. Los refuerzos bivalentes recién actualizados contra la COVID-19, diseñados para combatir las subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5 que estaban en circulación en el verano y el otoño, son eficaces para prevenir la enfermedad leve causada por algunas de las variantes más nuevas, incluida la XBB.1.5, que ahora es la cepa dominante en Estados Unidos. Un nuevo informe (en inglés) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) encontró que las llamadas vacunas bivalentes reducen el riesgo de una infección sintomática casi a la mitad en los adultos de 18 a 49 años. Los refuerzos fueron un 40% eficaces contra los síntomas de una infección por coronavirus entre las personas de 50 a 64 años, y un 43% eficaces entre las personas de 65 años o más. Hasta ahora, alrededor del 15% de la población del país ha recibido esta vacuna de refuerzo actualizada. La cobertura es más alta (casi el 40%) entre los adultos de 65 años o más, según los últimos datos de los CDC.
Las autoridades de salud continúan recomendando los refuerzos bivalentes para los adultos mayores. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Administración de Alimentos y Medicamentos emitieron una declaración conjunta el 13 de enero para informar al público que no se han cambiado las recomendaciones sobre las vacunas después de que un sistema de monitoreo de seguridad detectara un posible riesgo mayor de derrame cerebral en adultos de 65 años o más que recibieron una vacuna bivalente de Pfizer-BioNTech. El problema fue identificado por un sistema de vigilancia en tiempo real; ningún otro sistema o base de datos de seguridad ha demostrado una señal similar, dijeron las agencias. “Aunque la totalidad de los datos actualmente sugiere que es muy poco probable que la señal detectada por el sistema de monitoreo VSD [Vaccine Safety Datalink] represente un verdadero riesgo clínico, creemos que es importante compartir esta información con el público, como lo hemos hecho en el pasado, cuando uno de nuestros sistemas de monitoreo de seguridad detecta una señal”, dijo la declaración. Los funcionarios de salud dijeron que “continuarán evaluando datos adicionales de estos y otros sistemas de control de seguridad de vacunas”, y que se hablará sobre más información en la próxima reunión del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados el 26 de enero. Mientras tanto, “mantenerse al día con las vacunas es la herramienta más eficaz que tenemos para reducir las muertes, hospitalizaciones y los casos de enfermedad grave causados por la COVID-19”, dijeron los CDC y la FDA. Los datos demuestran que una vacuna bivalente actualizada reduce el riesgo de hospitalización por COVID-19 casi el triple, en comparación con quienes se vacunaron antes, pero aún no han recibido la vacuna actualizada.
Las vacunas de refuerzo actualizadas reducen el riesgo de hospitalización, según nuevas investigaciones. Un estudio publicado por los CDC el 16 de diciembre encontró que los adultos de 65 años o más que recibieron un refuerzo bivalente actualizado contra la COVID-19 redujeron su riesgo de hospitalización en un 73%, en comparación con quienes recibieron solo las vacunas originales contra la COVID-19. Otro estudio, también publicado por los CDC el 16 de diciembre, descubrió que las nuevas dosis de refuerzo dirigidas a ómicron pueden reducir el riesgo de enfermar gravemente de COVID-19 en todos los adultos en un 50% o más. Las autoridades de salud están animando a todas las personas que reúnan los requisitos para recibir un refuerzo bivalente a que se vacunen lo antes posible, en un esfuerzo por evitar un aumento de enfermedades graves este invierno. “Con la circulación simultánea de varios virus respiratorios, incluidos el SARS-CoV-2 (COVID), la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS), la vacunación contra las enfermedades respiratorias para las cuales hay vacunas disponibles es especialmente importante para prevenir enfermedades que requieren consultas de salud, así como para reducir la presión sobre el sistema de atención médica”, escribieron los autores de uno de los informes de los CDC.
Las vacunas bivalentes ahora están disponibles para niños desde 6 meses. Los niños de 6 meses a 5 años que están completamente vacunados con la vacuna de Moderna contra la COVID-19 pueden recibir una vacuna de refuerzo bivalente actualizada, dijeron los CDC el 9 de diciembre. Los niños de 6 meses a 4 años vacunados con Pfizer y que no recibieron la tercera dosis en la serie primaria pueden recibir una vacuna bivalente para su tercera dosis, aunque esto no se considera un refuerzo. Las vacunas bivalentes atacan algunas de las cepas del coronavirus que circulan recientemente. Estas vacunas han estado disponibles para los adultos desde septiembre. Alrededor de 42 millones de personas en Estados Unidos se han administrado el nuevo refuerzo, el cual, según los expertos en salud pública, es esencial para combatir una ola de enfermedades graves este invierno.
Los CDC autorizan el refuerzo Novavax para adultos. La directora de los CDC, Rochelle Walensky, aprobó el refuerzo contra la COVID-19 de Novavax para adultos de 18 años o más. En un memorando sobre la decisión, Walensky les da a estos adultos la opción de “recibir un refuerzo monovalente de Novavax en vez de un refuerzo actualizado (bivalente) de Pfizer-BioNTech o de Moderna si han completado la serie primaria de vacunas, pero no han recibido un refuerzo contra la COVID-19, y si no pueden o no desean recibir las vacunas ARNm”. Esta autorización se emite tras la aprobación de la serie de dos dosis de vacunas contra la COVID-19 de Novavax para personas de 12 a 17 años, así como para adultos de 18 años o más. Las dos dosis de la vacuna Novavax se administran con un intervalo de tres semanas. El producto de Novavax utiliza una tecnología diferente y más tradicional que las otras vacunas contra la COVID-19 en el mercado. En vez de hacer que el organismo cree su propia versión de la proteína de la espícula (una parte clave del virus), la proteína de la espícula se elabora en un laboratorio y se entrega directamente mediante la inyección. “Si has estado esperando una vacuna contra la COVID-19 basada en una tecnología diferente a la de las vacunas previamente disponibles, ahora es el momento de unirte a los millones de personas en Estados Unidos que han sido vacunadas”, dijo Walensky, cuando la vacuna se autorizó por primera vez para los adultos en julio. “Con el aumento de los casos de COVID-19 en todo el país, la vacunación es esencial para ayudar a proteger contra las complicaciones de una infección grave de COVID-19”.
Investigadores en todo el mundo han estado trabajando a velocidad récord para crear vacunas contra la COVID-19. A menos de un año del comienzo de la pandemia, esa meta se volvió realidad.
Dos vacunas (de Pfizer-BioNTech y Moderna) han recibido la aprobación completa de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. y otra (de Johnson & Johnson) se está administrando bajo una autorización de uso de emergencia limitada. Esta designación de la FDA permite el acceso a tratamientos y otras herramientas médicas durante una emergencia de salud pública cuando no existen otras opciones.
¿Qué es exactamente una vacuna?
Una vacuna es algo que ayuda a una persona a desarrollar la inmunidad a una enfermedad infecciosa. Funciona introduciendo intencionalmente en el cuerpo una forma inactiva de un germen causante de una enfermedad, o algo similar. Esto entonces estimula la producción de anticuerpos del sistema inmunitario, las proteínas que ayudan a proteger a la persona contra una infección futura.
Piensa en ello como un entrenamiento para tu sistema inmunitario: lo estás “enviando al gimnasio y preparándolo para defenderse” en caso de que se encuentre con el germen, dice el doctor Tony Moody, profesor adjunto de Pediatría e Inmunología en la Facultad de Medicina de Duke University e investigador principal del Duke Human Vaccine Institute. “Básicamente, lo que hace una vacuna es enseñar al sistema inmunitario a manejar algo antes de que te enfrentes con la versión real, para que, con suerte, cuando eso ocurra, estés preparado y puedas librarte de ello rápidamente”, él agrega.
Para información actualizada sobre la COVID-19 visita aarp.org/ElCoronavirus
¿Qué vacunas contra el coronavirus están disponibles actualmente?
Las vacunas de Pfizer-BioNTech, Moderna, Johnson & Johnson (J&J) y Novavax son los únicos productos disponibles para las personas en Estados Unidos. Los CDC recomiendan las vacunas de Pfizer y Moderna en lugar de la versión de una sola inyección de la vacuna de J&J porque esta se ha relacionado con un trastorno de coagulación de la sangre poco común pero grave. Sin embargo, la vacuna de J&J seguirá estando disponible para las personas que “no pueden o no están dispuestas a recibir la vacuna ARNm”, dijeron los CDC.
La vacuna de Pfizer está aprobada para las personas de 16 años o más, pero está disponible para las personas de 6 meses a 15 años con autorización de uso de emergencia. La vacuna de Moderna también está autorizada para niños de 6 meses o más y está aprobada para personas de 18 años o más. Ambas vacunas de Novavax y J&J están autorizadas para las personas de 18 años o más.
Las cuatro vacunas reducen el riesgo de infectarse con el virus, y se ha descubierto que son muy eficaces para prevenir una enfermedad grave por una infección. Según datos federales, las hospitalizaciones en mayo del 2022 fueron 3.8 veces más altas en las personas no vacunadas de 65 años o más, en comparación con las personas vacunadas y con la dosis de refuerzo.
¿Son seguras las vacunas?
Los participantes de los ensayos clínicos para probar las vacunas experimentaron efectos secundarios, incluidos dolor en el lugar de la inyección, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular y dolor en las articulaciones. La gravedad de estos síntomas suele ser leve a moderada y los efectos son temporales. También están alineados con los efectos secundarios que algunas personas experimentan de otras vacunas, incluida la vacuna contra la gripe y la vacuna para prevenir la culebrilla.
Se han producido reacciones más graves, pero son poco comunes. La anafilaxia, una reacción alérgica grave, ha ocurrido en un pequeño número de personas después de la vacunación contra la COVID, dicen los CDC. Por eso es posible que te pidan que esperes unos 15 minutos después de la inyección o el refuerzo para darles seguimiento a los síntomas. Los proveedores de vacunas están equipados con medicamentos para tratar rápidamente la reacción.
Los funcionarios de salud también están monitoreando informes poco comunes de miocarditis y pericarditis en adolescentes y adultos más jóvenes que han recibido las vacunas de Pfizer y Moderna. La mayoría de estos pacientes que recibieron cuidados respondieron bien a los medicamentos y se sintieron mejor rápidamente, dicen los CDC.
Otro evento poco común que se ha relacionado con la vacuna de J&J es un trastorno de coagulación muy infrecuente, pero grave, llamado síndrome de trombosis-trombocitopenia. Al mes de marzo se habían confirmado 60 casos de esta enfermedad; 9 fueron fatales. Las mujeres jóvenes de entre 30 y 40 años corren mayor riesgo. Después de analizar la evidencia del evento adverso, el 16 de diciembre los CDC decidieron recomendar las vacunas de Pfizer y Moderna sobre la versión de J&J; meses después, la FDA limitó su uso. Sin embargo, la vacuna de J&J todavía está disponible para quienes “no pueden o no están dispuestos” a vacunarse con el producto de Pfizer o Moderna.
Además, se recomiendan las vacunas de refuerzo para las personas que han sido completamente vacunadas. Las personas de 12 años o más pueden recibir un refuerzo específico contra ómicron de Pfizer al menos dos meses después de su última dosis (incluida la dosis de refuerzo); las personas de 18 años o más pueden optar por un refuerzo similar de Moderna y seguir el mismo plazo. Los expertos esperan que estos refuerzos actualizados brinden una mejor protección contra las variantes del coronavirus que actualmente circulan y que se espera que continúen propagándose este otoño e invierno.
¿Cuánto cuesta la vacuna?
El Gobierno federal compró miles de millones de dosis de vacunas con el dinero de los contribuyentes, y las personas en Estados Unidos no tendrán que pagar nada para recibirla, incluida la vacuna de refuerzo, aunque esto podría cambiar en el futuro.
¿Puedo contraer la COVID-19 incluso después de vacunarme?
Debido a que ninguna vacuna tiene una eficacia del 100%, pueden ocurrir infecciones posvacunación, y se están reportando más a medida que ómicron y sus subvariantes se propagan por el país. No obstante, los expertos enfatizan que las vacunas y los refuerzos siguen brindando mucha protección contra la hospitalización y la muerte.
Sin embargo, las infecciones posvacunación pueden contribuir a la propagación de la COVID-19, por lo que los funcionarios de salud recomiendan que las personas vacunadas en zonas de alta transmisión comunitaria usen una mascarilla en entornos públicos cerrados.
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¿Necesito la vacuna si ya tuve COVID-19?
Incluso si tuviste COVID-19, los CDC recomiendan que te vacunes y recibas el refuerzo, ya que las investigaciones aún no han demostrado cuánto dura la protección de una infección previa por coronavirus. Además, la vacuna puede ofrecer una mejor protección contra la COVID-19 que una infección previa. Según un estudio de los CDC (en inglés), las personas no vacunadas que ya habían tenido COVID-19 tuvieron mayores probabilidades de volver a contraer COVID-19, en comparación con las personas completamente vacunadas.
¿Tienes alguna duda? Habla con tu médico.
¿Es bueno que haya más de una vacuna disponible?
Por supuesto. “De hecho, es muy conveniente”, dice William Schaffner, profesor y experto en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de Vanderbilt University, porque eso significa que “hay más fabricantes de vacunas trabajando para realmente producir la vacuna, y esto nos permite tratar de vacunar más rápido a la población en Estados Unidos y más allá”.
Kathleen Neuzil, profesora de Vacunología y directora del Center for Vaccine Development and Global Health de la Facultad de Medicina de University of Maryland, se hace eco del sentimiento de Schaffner y hace referencia a la vacuna contra la gripe para compararla: hay varias fórmulas en el mercado, incluida la vacuna inyectable de alta dosis y la vacuna en aerosol nasal, por ejemplo, que se recomiendan para diferentes poblaciones. “En realidad, necesitamos que todas las personas en el mundo puedan recibir esta vacuna. Así que, para mí, [tener más de una opción] es algo positivo, porque necesitamos muchas”, añade.
Nota de redacción: este artículo, que originalmente se publicó el 1.º de mayo del 2020, se ha actualizado para incluir nueva información.