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¿Piensas jubilarte en otro país? Haz planes para manejar tu dinero

Lo que necesitan saber los expatriados mayores sobre operaciones bancarias, impuestos y más.


La Torre Eiffel de fondo, al frente un formulario de impuestos y del Departamento del Tesoro
Sarah Rogers

Como muchas personas próximas a jubilarse, Lisa Hughes está pensando en mudarse a algún lugar nuevo. Pero sus perspectivas no son del todo convencionales.

Hughes, una viuda de 65 años, está considerando mudarse a Portugal —un destino popular para los estadounidenses mayores— cuando se jubile. Pero también está evaluando Rumania, o posiblemente Albania, y se ha puesto en contacto con grupos de expatriados en varios países.

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"Mi objetivo final es tener un mejor costo de vida", dice Hughes, quien planea jubilarse de su puesto de asistente de investigación médica en Houston en el 2025.

Hughes no está sola. Más de una de cada seis personas mayores de 55 años en Estados Unidos dice que le gustaría mudarse a otro país, según una encuesta de la Universidad de Monmouth (en inglés) realizada en febrero del 2024. Esa cantidad es cuatro veces mayor a la registrada 50 años atrás.

La vida en otro país puede ser económica, dice Tim Leffel, de 60 años, un escritor sobre viajes nacido en Virginia que desde el 2018 vive en forma permanente en México

"Si tienes ahorros en dólares y te mudas a un lugar donde esos dólares valen mucho dinero, vas a tener un nivel de vida más alto", dice.

Pero la logística financiera puede ser compleja. Es necesario considerar los aspectos relacionados con impuestos, operaciones bancarias y atención médica. Y si bien algunos países están ansiosos por recibir a los jubilados de Estados Unidos que son autosuficientes y no amenazan con ocupar puestos de trabajo locales, hay mucha burocracia.

"El error número uno es simplemente asumir que tu situación fiscal y financiera será la misma cuando te mudes al extranjero, que te vas a mudar a España o a Portugal o adonde sea, y el impuesto sobre tus ingresos jubilatorios del Seguro Social será el mismo que en Utah", dice Alex Ingrim, asesor financiero con sede en Florencia, Italia, cuya práctica se concentra en los estadounidenses que viven en Europa. "Eso no es así".

Las siguientes son algunas cosas importantes que debes saber para mantener tus finanzas en orden cuando te mudes al extranjero.

Transacciones bancarias y tarjetas de crédito

La mayoría de las tarjetas de débito y crédito funcionan en el extranjero, pero muchas cobran cargos por transacciones internacionales, generalmente entre el 1 y el 3%. Busca tener al menos una tarjeta que no cobre estos cargos. Sé precavido al comprar y lee la letra pequeña: algunas tarjetas que no cobran por transacciones internacionales requieren depósitos considerables en cuentas corrientes vinculadas o tienen altas tarifas anuales.

Averigua si tu banco de Estados Unidos tiene un banco corresponsal en el lugar al que te estás mudando; esas relaciones pueden facilitar las transacciones internacionales. También podrías considerar abrir una cuenta corriente que no cobre cargos internacionales por el uso del cajero automático o que elimine los cargos por transacciones fuera de la red, como Capital One 360, HSBC Premier Checking, o Prime Checking y Premier Checking de Wells Fargo.

Por lo general, para mantener una cuenta bancaria o de tarjeta en Estados Unidos debes tener una dirección postal en Estados Unidos (las casillas de correo no cuentan). Eso no es un problema si conservas tu casa aquí. De no ser así, considera usar la dirección de un familiar. Otra opción es un buzón virtual: por una tarifa mensual, puede servir como una dirección en Estados Unidos y ofrece servicios de escaneo y reenvío de correspondencia. Los precios comienzan en aproximadamente $10 al mes, con planes más caros si quieres tener varios destinatarios o esperas recibir un gran volumen de correo.

Incluso si mantienes tus cuentas de Estados Unidos, los expertos en reubicación recomiendan abrir una cuenta bancaria en el lugar donde te radiques. En algunos países, como Costa Rica, Malasia y Tailandia, depositar una cierta cantidad en un banco local puede ser una forma de obtener la residencia.

Tener un banco local te proporciona una fuente inmediata de efectivo que no está sujeto a fluctuaciones de monedas ni a tarifas de conversión. También simplifica el pago de las facturas regulares, como los servicios públicos (en algunos sitios, los proveedores requieren una cuenta bancaria local), y el manejo de los ingresos si trabajas o estableces un negocio en tu nuevo país.

Las reglas para abrir cuentas bancarias varían según el país pero, por lo general, deberás presentar un pasaporte y prueba de residencia local y hacer un depósito inicial mínimo. Asegúrate de que el banco que elijas acepte transferencias de tu institución financiera en Estados Unidos (y viceversa) y averigua las tarifas correspondientes (los principales bancos de Estados Unidos cobran hasta $50 por el envío de una transferencia bancaria internacional).

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También puedes utilizar servicios de transferencia de dinero como Wise, XE y Remitly para mover dinero rápidamente desde una cuenta conectada de Estados Unidos a tu banco extranjero o a otro destinatario, en moneda local. Para poder enviar dinero deberás crear una cuenta con la empresa. Estos servicios generalmente ofrecen mejor tipo de cambio para la mayoría de las monedas que el que obtendrías de tu banco en Estados Unidos o de tu banco local si transfieres dólares a tu cuenta local. También pueden significar un ahorro en los cargos por transferencia, ya que suelen ser más bajos que los que cobran los bancos.

Impuestos

Cuando te mudas a otro país debes pagar impuestos en ese país, pero tus obligaciones con el IRS no desaparecen. Debes continuar presentando la declaración anual de impuestos en Estados Unidos (y posiblemente una declaración estatal, dependiendo de si mantienes residencia en Estados Unidos y el domicilio es en un estado que cobra impuestos sobre los ingresos).

La buena noticia es que Estados Unidos tiene acuerdos fiscales con más de 60 países (en inglés) que protegen a los estadounidenses que viven en esos lugares y evitan que paguen impuestos completos en ambos países sobre los mismos ingresos. La mala noticia es que esto no es tan simple como parece.

"Incluso con un acuerdo en vigor, el tipo de impuesto no siempre coincide", dice Amanda Rand, presidenta y directora ejecutiva de Spinnaker Trust, una firma de planificación financiera y gestión de inversiones en Portland, Maine. Por ejemplo, algo que se consideraría una ganancia de capital (en inglés) en Estados Unidos podría ser gravado como ingreso ordinario en otro país, el cual a menudo conlleva tasas más altas.

Otro detalle: no todos los países basan su sistema de impuestos en el año calendario, como sucede en Estados Unidos. Por ejemplo, el año fiscal en el Reino Unido se extiende desde el 6 de abril hasta el 5 de abril. No solo difieren las fechas de presentación, sino que también son distintas las cantidades que debes informar y el modo en que las registras. "Es como un campo minado", dice Rand.

Los expatriados también pueden estar sujetos a requisitos adicionales de declaración de impuestos en Estados Unidos. Por ejemplo, si todavía estás trabajando en forma remunerada, puede que necesites presentar el Formulario 2555 del IRS (en inglés) sobre ingresos ganados en el extranjero. Vale la pena el papeleo extra; si has establecido tu residencia fiscal en otro país, puedes excluir ese ingreso, o al menos una gran parte de él, de los impuestos de Estados Unidos.

Para el año fiscal 2024, puedes excluir del impuesto sobre los ingresos de Estados Unidos hasta $126,500 de ingresos ganados mientras vives en el extranjero. (Si los ingresos son de trabajo por cuenta propia, debes seguir pagando los impuestos del Seguro Social y Medicare). La exclusión no se aplica a las pensiones ni a ingresos pasivos, como el rendimiento de inversiones.

También debes declarar todas las cuentas financieras extranjeras con un valor agregado de más de $10,000 y los activos financieros en el extranjero valuados en más de $200,000, según los requisitos de divulgación del IRS creados para frenar el lavado de dinero y la evasión fiscal.

Es posible que tu preparador de impuestos en Estados Unidos no tenga un conocimiento enciclopédico de las leyes fiscales multinacionales, por lo que los profesionales financieros y los expertos en reubicación recomiendan encontrar un proveedor en el país al que te estás mudando.

El grupo sin fines de lucro American Citizens Abroad, que aboga por las personas de Estados Unidos que viven en el extranjero, tiene directorios de empresas que ofrecen preparación de impuestos internacionales y servicios financieros (en inglés). También puedes contactarte con redes de expatriados en las redes sociales o en grupos de Meetup para obtener recomendaciones de profesionales locales de impuestos.

"No es muy diferente a tratar de encontrar un contador o un abogado aquí en Estados Unidos", dice Stewart Koesten, presidente de Aspyre Wealth Partners en Overland Park, Kansas, quien está parcialmente jubilado y en proceso de mudarse a los Países Bajos. "Te basas en recomendaciones directas o les preguntas a los profesionales que conoces".

Seguro Social

Los ciudadanos estadounidenses pueden recibir beneficios del Seguro Social en casi cualquier lugar, con excepción de unos pocos países a los que las entidades de Estados Unidos no pueden efectuar pagos debido a sanciones del Departamento del Tesoro o a otras restricciones. Puede haber condiciones adicionales para los no ciudadanos que cobran beneficios y viven en el extranjero. La Administración del Seguro Social (SSA) tiene un folleto con detalles.

Dado que los pagos del Seguro Social se hacen por depósito directo, puedes continuar recibiéndolos en tu cuenta bancaria en Estados Unidos. O puedes hacer que te los envíen a un banco en el país donde vives, siempre que exista un acuerdo de depósito directo con Estados Unidos (la mayoría de los países lo tienen). Sin embargo, recuerda que el Seguro Social seguirá calculando tu beneficio en dólares estadounidenses, y la cantidad que llega a tu banco extranjero cada mes puede cambiar según las tasas de cambio.

Si tienes una cuenta My Social Security, puedes notificar a la SSA de un cambio de dirección y actualizar la información de depósito directo en línea. También puedes solicitar por internet los beneficios de jubilación, beneficios familiares o el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI) si es que no los has reclamado antes de salir de Estados Unidos.

Si recibes pagos del Seguro Social en el extranjero, la SSA te enviará un cuestionario en mayo o junio cada dos años (y anualmente una vez que hayas cumplido 90 años) para asegurarse de que sigues reuniendo los requisitos para recibir los beneficios. Ocúpate de completarlo y devolverlo rápidamente; si no lo haces o no informas sobre cualquier cambio en tu situación de vida, podrías perder algunos o todos los pagos.

Seguro médico

Cualquiera sea el seguro de salud que tengas en Estados Unidos, es muy probable que debas hacer un ajuste antes de mudarte al extranjero a fin de garantizar que no haya brechas en la cobertura. Muchos países exigen prueba de seguro de salud como parte del proceso inicial de la visa. Medicare —con muy pocas excepciones— no ofrece cobertura fuera del país. Tampoco lo hacen la mayoría de los seguros de salud privados, y el seguro de viaje normalmente tiene un límite de tiempo y no cubre la atención preventiva.

Pero hay algunas compañías aseguradoras de Estados Unidos, entre ellas Allianz, Cigna e IMG, que si ofrecen cobertura de seguro de salud internacional. También pueden ayudarte a encontrar profesionales médicos que hablan inglés en el extranjero. Si estás considerando una de estas pólizas, consulta con la oficina de inmigración en tu nuevo país para asegurarte de que cumple con los requisitos de la visa.

Después de un cierto período como residente legal que paga impuestos, generalmente puedes tener derecho a acogerte al programa de seguro de salud nacional de tu país adoptivo. Probablemente costará menos que la cobertura en Estados Unidos, que tiene los costos de atención médica per cápita más altos del mundo, según datos del Banco Mundial.

El seguro de salud privado también está ampliamente disponible, y en algunos países las aseguradoras locales ofrecen planes a bajo precio diseñados especialmente para que los expatriados cumplan con los requisitos de la visa, dice Ingrim. Pero debes revisar las regulaciones del lugar al que planeas ir. En muchos países de Latinoamérica, por ejemplo, no puedes comprar una nueva póliza si tienes más de cierta edad, típicamente 60 o 65 años.

El acceso a la atención médica en el extranjero no solo suele ser menos costoso, sino que también "es mucho más sencillo", dice Leffel. "Las esperas no son largas y no es difícil encontrar un médico. A los expatriados les cuesta acostumbrarse a eso al principio”.

Sophia Titley es la directora editorial y Lief Simon es el cofundador de Live and Invest Overseas, una publicación dedicada a producir guías de viajes, reportes investigativos y otros recursos sobre vivir, jubilarse y comprar propiedades en el extranjero.

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