Vida Sana
Has trabajado con empeño y establecido una carrera sólida, pero ahora deseas buscar nuevos horizontes. Si aún no estás listo para jubilarte, ya sea por razones económicas o emocionales, te toca decidir si seguir por el mismo camino o cambiar el rumbo de tu carrera.
Para muchas personas, la pandemia de COVID-19 intensificó su deseo de cambiar el rumbo de su carrera. Un informe divulgado en el 2021 por CNBC Catalyst reveló que hasta un 50% de los trabajadores desean hacer un cambio. El 40% de los encuestados buscaban una mayor flexibilidad en cuanto a la ubicación de su trabajo, pero no solo eso. Casi la cuarta parte de los encuestados indicaron que quieren tener “un trabajo con más propósito”. Citaron, entre otras opciones, la posibilidad de cambiar de campo profesional (33%) o de lanzar su propia empresa (20%).

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Desde luego, hay una gran diferencia entre cambiar de empleo y transformar por completo tu vida profesional. Si te inclinas hacia esta última opción, ¿cómo se debería tomar la decisión? Y, ¿cuándo y cómo hacer el cambio?
Haz un chequeo de tu carrera
Adam Grant, profesor de la Facultad Wharton de la Universidad de Pensilvania, recomienda que sus alumnos sigan el consejo de los médicos y se hagan chequeos frecuentes: en este caso, un chequeo de su vida profesional. Grant, autor de Think Again: The Power of Knowing What You Don’t Know, describe cómo las autoevaluaciones y preguntas introspectivas pueden ayudarte a saber si tu carrera simplemente está estancada o si corresponde hacer un cambio de mayor magnitud.
A partir de los 50 años, los criterios con los que evalúes la salud de tu carrera podrían ser distintos de los que usabas anteriormente. Pero, al igual que con los exámenes médicos, es importante hacerte chequeos frecuentes de la vida profesional.
John Tarnoff, autor y asesor especializado en las transiciones profesionales, lo expresa así: “Cuando llegamos a los 50 años aproximadamente, empezamos a darnos cuenta: ‘No voy a vivir para siempre. ¿Cómo quiero pasar mis días? ¿Quiero concentrarme realmente en lo que es más significativo y gratificante para mí, en lo que tiene más propósito para mi vida?’”.
Al describir esta proposición, Tarnoff prefiere utilizar la palabra japonesa “ikigai”, que significa vivir la vida con significado y propósito. Para ayudar a sus clientes a aplicar este concepto a sus decisiones en la vida profesional, Tarnoff recomienda unos ejercicios prácticos en que se pregunten: “¿A qué me puedo dedicar para hacer algo que me encante, que yo sepa hacer bien, que el mundo necesite y que me pueda generar ingresos?”.