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Acelerar el ritmo cuando caminas podría hacer más que llevarte a tu destino más rápido; podría mejorar tu función física para un envejecimiento más saludable. Estas son ocho formas de aumentar tus pasos por minuto al caminar.
Según un nuevo estudio, caminar 14 pasos más por minuto de los que normalmente caminaban —y llegar a unos 100 pasos por minuto, que se considera un ritmo moderado— mejoró la función física aproximadamente un 10% en aquellas personas que se encontraban en un estado de prefragilidad o fragilidad. Una mejor función física puede facilitar la realización de actividades de la vida diaria, ayudar a las personas a mantenerse físicamente activas y prevenir caídas. Por otro lado, la fragilidad puede hacer todo eso más difícil.

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Los científicos ya saben que un ritmo de caminata más rápido está relacionado con la longevidad y una vejez saludable. Caminar implica movimiento, energía y el trabajo de múltiples sistemas de órganos, por lo que un ritmo lento podría reflejar daños en estos sistemas, los cuales, a su vez, podrían afectar la movilidad y la capacidad para la actividad física, dicen los investigadores.
Cuando las personas tienen una marcha, o forma de andar, lenta, esto está vinculado a un deterioro cognitivo y del estado de ánimo, y a un mayor riesgo de caídas y fracturas, aunque algunos expertos señalan que caminar más lento podría proteger contra las caídas. Un ensayo descubrió que quienes caminan más rápido tienen un mayor riesgo de caídas al aire libre, mientras que quienes caminan más lento tienen un mayor riesgo de caerse en interiores.
Un informe del 2023 encontró que alrededor de un tercio de las personas de entre 70 y 79 años, y la mayoría de las de 80 a 89 años, tienen limitaciones de movilidad en su entorno inmediato. Alrededor del 15% de las personas tienen una anomalía en la marcha cuando llegan a los 60 años, lo que aumenta a más del 80% en personas mayores de 85 años, informa la Cleveland Clinic.
El equipo detrás del estudio publicado el 16 de julio en PLOS One quería determinar si aumentar la cadencia (es decir, el número de pasos que se dan por minuto) podría ayudar a los adultos mayores en estado de prefragilidad o fragilidad a mejorar su función física. Descubrieron que sí, y esto demuestra que los pequeños cambios pueden mejorar la función, incluso si tu cuerpo no es tan fuerte como solía ser.
Por qué la intensidad importa, y cómo medirla
Aumentar la cadencia incrementa la intensidad del entrenamiento, y un entrenamiento más intenso se asocia con más beneficios para la salud. Las pautas de ejercicio recomiendan al menos 150 minutos por semana de actividad de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa. También puedes cumplir con las pautas si combinas las intensidades.
La "prueba del habla" se usa comúnmente para medir la intensidad, explica el Dr. Daniel Rubin, autor del estudio y anestesiólogo de UChicago Medicine. Es decir, camina lo suficientemente rápido como para que se te dificulte cantar, pero aún puedas mantener una conversación.
"¿Cuál es la intensidad correcta? El concepto de 'tener una conversación' es muy impreciso", señala Rubin.
Por eso su equipo quería encontrar algo más definitivo. Sabían que la cadencia al caminar era una buena manera de medir la intensidad.
Rubin, quien regularmente evalúa la función física de adultos mayores mientras se preparan para una intervención quirúrgica, dice que los médicos a menudo usan cuestionarios para medir la función física de un individuo. En muchos casos, recomiendan hacer ejercicio antes de una operación con la esperanza de mejorar los resultados después de ella, dice Rubin.
Su equipo había probado previamente una aplicación para teléfonos inteligentes que mide el ritmo de caminata, para que las personas puedan llevar un seguimiento de sus pasos de una manera más fácil.
Métricas de la marcha
La velocidad y la cadencia son similares, pero no son lo mismo. La cadencia se refiere estrictamente a los pasos por minuto, mientras que la velocidad al caminar, o velocidad de la marcha, se refiere a la cantidad de tiempo que se tarda alguien en recorrer una cierta distancia. La velocidad al caminar depende de la cadencia y la longitud del paso. Cuanto más rápida sea la cadencia (es decir, más pasos se den por minuto) y más larga sea la longitud del paso, más rápida será la velocidad de la marcha, señala Rubin.
"La velocidad aumentará si caminas con una cadencia más rápida, siempre y cuando la longitud de tu paso no disminuya. Así es como esos dos conceptos están relacionados", continúa Rubin.
Aunque dar 14 pasos más por minuto puede parecer poco, probablemente también aumentará tu velocidad, dice Stacy Fritz, directora de salud de la Universidad de Carolina del Sur, quien ha publicado investigaciones sobre la velocidad al caminar, pero no participó en el estudio. Ese aumento hará trabajar más duro a tus músculos, corazón y pulmones. "Todos esos componentes se traducen en una mejor salud", dice Fritz.
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