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El Seguro Social considera cambios importantes en las reglas de discapacidad

Los defensores de los derechos dicen que las regulaciones podrían afectar a cientos de miles de adultos mayores que no trabajan debido a enfermedad o lesión.


adultos mayores trabajando en laptops frente a un fondo con una tarjeta del Seguro Social
AARP (Getty Images,3)

Los posibles cambios en cómo la Administración del Seguro Social (SSA) evalúa las solicitudes de discapacidad podrían negar beneficios a cientos de miles de personas y afectar desproporcionadamente a los adultos mayores, según un nuevo estudio.

El análisis de septiembre (en inglés) del Urban Institute, un grupo de expertos con sede en Washington, D.C., informa que la SSA está redactando cambios en las reglas que podrían reducir la importancia que la agencia da a la edad al considerar solicitudes para el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI) y la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI). Esos son los dos beneficios administrados por el Seguro Social para personas cuya capacidad de trabajar está limitada por una enfermedad grave.

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La SSA considera una serie de factores para determinar si concede o niega una solicitud de discapacidad, incluyendo la disponibilidad de trabajos que un solicitante en particular podría realizar y qué tan bien esa persona podría adaptarse a otros trabajos basándose en la edad, educación y otros factores.

Si la SSA da menos importancia a la edad, los adultos mayores tendrían menos probabilidades de calificar, dice Jack Smalligan, un investigador principal de políticas en el Urban Institute y autor del nuevo informe.

A principios de este año, la SSA presentó documentos federales (en inglés) señalando su intención de proponer nuevas reglas sobre determinaciones de discapacidad que, según dijo, harían el proceso más eficiente. Esas reglas preliminares aún no han sido publicadas, pero Smalligan dice que basó su análisis en cambios al proceso de discapacidad que se consideraron durante la primera Administración de Trump, según informaron los medios en ese momento.

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Él encontró que si se implementaran esos cambios, la aptitud para calificar para beneficios bajo el SSDI entre nuevos solicitantes podría disminuir hasta en un 20% en general y hasta un 30% para trabajadores de 50 años o más. (El estudio dice que el impacto en la aptitud para calificar para la SSI, que también tiene criterios financieros, no estaba claro).

Las políticas que reducen los criterios para SSDI en solo un 10% resultarían en aproximadamente 750,000 personas menos recibiendo beneficios durante todo o parte de la próxima década, incluyendo alrededor de 80,000 cónyuges viudos y niños que reciben beneficios en el registro de un cónyuge o padre fallecido, según el informe.

Eso representaría "el mayor recorte al programa de beneficios por discapacidad del Seguro Social en la historia del programa", dice Rebecca Vallas, directora ejecutiva de la National Academy of Social Insurance, que financió el informe del Urban Institute. "La magnitud de cuántos trabajadores mayores se verían afectados es increíblemente alarmante".

Los detalles todavía están pendientes

Hasta ahora, la SSA no ha publicado ningún cambio de regla planificado, solo una notificación a la Oficina Federal de Información y Asuntos Regulatorios de que "propondrá mejoras al proceso de adjudicación de discapacidad". Barton Mackey, un portavoz de la SSA, dice que la evaluación de los posibles impactos de esos cambios es prematura.

"La especulación sobre cualquier regla propuesta antes de que sea publicada como parte del proceso estándar de revisión solo sirve para desorientar el diálogo público y generar miedo en aquellos que dependen de los beneficios por discapacidad para su estabilidad económica", dice.

"Una vez que una propuesta esté completamente desarrollada, se compartirá públicamente a través del proceso estándar de creación de reglas, con un período de comentarios públicos", añade Mackey. "Como con cualquier creación de reglas, consideraremos y analizaremos los comentarios públicos antes de decidir si la finalizamos".

El archivo regulatorio de la SSA indica que las nuevas reglas tienen como objetivo "asegurar que nuestro programa de discapacidad se mantenga actualizado y pueda ser administrado de manera más eficiente" y que ayudarán a "servir a nuestros clientes y preservar los fondos fiduciarios del Seguro Social".

Los dos fondos fiduciarios, uno para beneficios de jubilación y sobrevivientes y el otro para beneficios por discapacidad, contienen ingresos excedentes que el Seguro Social utiliza para cumplir con sus obligaciones de pago anuales. Los actuarios de la SSA proyectan que bajo la ley actual, el fondo de jubilación y sobrevivientes podría agotarse tan pronto como a finales del 2032. (en inglés)

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Aunque el fondo de discapacidad está en una posición financiera más fuerte, en el pasado, el Congreso ha transferido dinero de un fondo para abordar déficits en el otro, lo que significa que los ahorros en beneficios de discapacidad podrían destinarse a cerrar la brecha general. El análisis de Smalligan encontró que en 10 años, una reducción del 10% en el número de personas que reúnen los requisitos para solicitar beneficios por discapacidad podría reducir el monto total de beneficios que paga el Seguro Social en $82,000 millones.

Además de abordar la edad, se espera que la SSA reemplace el directorio de trabajos de décadas de antigüedad utilizado en las decisiones sobre quién reúne los requisitos para discapacidad con datos ocupacionales de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. La lista actual es vista ampliamente por defensores de los derechos y analistas de políticas como gravemente desactualizada, y reemplazarla tiene “apoyo bipartidista”, señala el informe del Urban Institute.

Tomados en conjunto, los cambios “involucrarán juicios matizados sobre cómo la educación y la experiencia laboral pasada afectan la capacidad de una persona para trabajar dada su edad, y si hay suficientes trabajos disponibles que coincidan con las capacidades funcionales del individuo”, dice el informe.

Cambio en el panorama laboral

Actualmente, la SSA divide a los solicitantes de beneficios por discapacidad en clasificaciones de edad para ayudar a evaluar su capacidad para adaptarse a otros trabajos: “persona más joven” (menor de 50 años), “aproximándose a la edad avanzada” (50-54), “edad avanzada” (55 o más) y “aproximándose a la edad de jubilación” (60 o más).

Mark Warshawsky, quien fue subcomisionado de la Administración del Seguro Social (SSA) durante la primera Administración de Trump y lideró los esfuerzos para reformar las políticas de discapacidad, defendió los posibles cambios en una publicación del 22 de octubre (en inglés) en el sitio web del American Enterprise Institute, donde actualmente es investigador principal.

Las ofertas de trabajo “omiten completamente los requisitos mentales para el trabajo y muchas categorías de trabajo más nuevas, particularmente en los sectores de servicios y tecnología. Tampoco reflejan la tendencia general hacia trabajos físicos menos extenuantes en todos los sectores”, escribió Warshawsky.

Continuó: “Las reglas encarnan la visión de que los trabajadores de mediana edad (denominados como ‘aproximándose a la edad avanzada’ a los 50) no pueden adaptarse a nuevos tipos de trabajos, especialmente si tienen una educación modesta, realizaron solo trabajo físico y no son calificados, incluso cuando hay nuevo trabajo disponible que es sedentario y requiere poco entrenamiento”.

Bill Sweeney, vicepresidente sénior de Asuntos Gubernamentales de AARP, dice que AARP está “observando esto muy de cerca” y opinará una vez que la SSA presente una propuesta formal.

“Si es una amenaza, lo tomaremos en serio”, dice. “Esta es la población de AARP, y estamos muy preocupados de que sea más difícil obtener ayuda cuando la necesitan”.

Sweeney también dice que “no hay duda de que algunas de las categorías de trabajo están desactualizadas”, pero que cualquier nueva regla de edad debe basarse en “justificaciones claras y evidencia sólida para asegurarse de que los trabajadores mayores estén protegidos” en las decisiones sobre beneficios.

“Si tienes 58 años, trabajas reparando techos y te lastimas, la idea de que las personas pueden trabajar en una oficina si eres un trabajador de la construcción discapacitado o un techador necesita estar basada en la realidad de las vidas de las personas”, dice él.

Smalligan dice que le preocupa que si a más adultos mayores se les niegan los beneficios por discapacidad del Seguro Social, podrían reclamar beneficios de jubilación a la edad mínima de 62 años. Eso significa aceptar un beneficio hasta un 30% menor de lo que recibirían al reclamar a la edad plena de jubilación (67 para personas nacidas en 1960 y después).

Los pagos del SSDI, independientemente de cuándo los comiences, se basan en el monto del beneficio de tu edad plena de jubilación, y automáticamente se convierten en un beneficio de jubilación cuando alcanzas la edad plena de jubilación.

“Estos trabajadores mayores a quienes se les niega la discapacidad pueden estar en una posición donde están entre la espada y la pared para tomar la jubilación anticipada porque no tienen otra opción”, dice la abogada Amy Marinacci, especialista en Seguro Social con la organización sin fines de lucro Legal Council for Health Justice, con sede en Chicago. “Entonces es una reducción del 30% en beneficios de por vida”.

Aumento en la tasa de denegación

Mientras tanto, los defensores ya ven una tendencia a la baja en las solicitudes y concesiones de beneficios del SSDI y SSI.

Un análisis separado del Urban Institute (en inglés) de datos a nivel estatal, también realizado por Smalligan, encontró que se presentaron 163,000 solicitudes de discapacidad menos al Seguro Social en los primeros 10 meses del año fiscal 2025 que en el mismo período del año anterior, una disminución del 7%.

La SSA procesó un 8% más de solicitudes iniciales de discapacidad en el 2025, reduciendo un atraso que la agencia dice alcanzó un récord de 1.2 millones de casos el año pasado. Pero la proporción de solicitudes aprobadas cayó casi 3 puntos porcentuales, del 38.7% en el año fiscal 2024 a un promedio de 36%, una caída que el estudio del Urban Institute califica como “más pronunciada de lo habitual".

El informe insta a la SSA a analizar los datos de las solicitudes para evaluar por qué las solicitudes están disminuyendo y las denegaciones aumentando, pero señala que el impulso de la agencia este año para reducir su fuerza laboral puede haber eliminado "a muchos del personal que habría sido responsable de analizar estas tendencias potencialmente preocupantes".

En cuanto a la propuesta de discapacidad prospectiva, Kathleen Romig, directora de Politicas del Seguro Social y Discapacidad en el Center on Budget and Policy Priorities, dice que no está claro cuándo la SSA podría presentar nuevas reglas. Ella dice que los defensores habían anticipado un lanzamiento para fin de año, pero el calendario podría ser alterado por el cierre del Gobierno.

Una vez que la regla sea publicada, estará sujeta a un período de comentarios públicos, donde individuos y grupos de defensa pueden opinar. “Ese es un proceso largo, especialmente para una regla que recibe muchos comentarios”, dice Romig. “Una regla como esta es de alto perfil y generará muchos comentarios".

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