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7 señales de que no estás listo para jubilarte

No dejes que una jubilación prematura descarrile tus planes cuidadosamente elaborados.


ilustración de dos flechas: una azul apuntando a la izquierda con un hombre en su escritorio de trabajo, y una roja apuntando a la derecha con un hombre tomando el sol
Glenn Harvey

Tu jubilación soñada probablemente no incluye tener que volver a trabajar de 9 a 5. Aun así, 1 de cada 8 jubilados planea regresar al trabajo este año, la mayoría de ellos por razones financieras, según una encuesta del sitio web de carreras Resume Builder. 

Cuando tu situación económica te obliga a regresar a la fuerza laboral, podrías sentir que tienes poco control sobre tu vida.

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Aunque no puedes predecir cada imprevisto, hay algunas señales que pueden indicar que aún no estás listo para la jubilación.

1. No has alcanzado la edad plena de jubilación

Puedes reclamar los beneficios del Seguro Social a partir de los 62 años, pero no cumplirás los requisitos para cobrar el 100% de los beneficios calculados a partir de tu historial de ingresos de por vida hasta que alcances la edad plena de jubilación, que es a los 67 años si naciste el 2 de enero de 1960 o después. La reducción es considerable: si solicitas tus beneficios a los 62 años, recibirías un 30% menos de lo que cobrarías si esperas a alcanzar la edad plena de jubilación, durante el resto de tu vida.

Si esperas más allá de la edad plena de jubilación, tu beneficio aumentará un 8% cada año hasta que cumplas los 70. Por lo tanto, haz los cálculos antes de tomar la decisión.

"Si la única forma de que la jubilación sea económicamente viable es solicitar el Seguro Social temprano, examina con detenimiento si vale la pena", aconseja Christine Benz, directora de Finanzas Personales y Planificación de Jubilación en Morningstar y autora de How to Retire: 20 Lessons for a Happy, Successful, and Wealthy Retirement.

2. Tienes 'deudas malas'

Hay "deudas buenas" y "deudas malas", indica Ross Mannino, un asesor patrimonial privado en Ameriprise Financial en Greenwich, Connecticut. Generalmente, una deuda buena es aquella que agrega valor a largo plazo a tu vida, por ejemplo, un préstamo para gastos de educación o para comprar una vivienda con una tasa de interés baja. Una hipoteca podría considerarse una deuda buena, ya que tiene exenciones impositivas, como la deducción de intereses hipotecarios, y porque las tasas de préstamos hipotecarios suelen ser más bajas que las de otros tipos de préstamos.

Otras deudas pueden ser buenas o malas, dependiendo de qué tan alta sea la tasa de interés y si mejoran tu vida en general. "Si conduces un Ferrari y tuviste que sacar un préstamo grande para pagarlo, eso podría ser un problema", advierte Mannino. "Pero si obtuviste un préstamo pequeño para pagar un auto que necesitas como modo de transporte, estupendo". 

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Las deudas de tarjetas de crédito son malas, dice Mannino, ya que las tasas de interés suelen ser más altas que para otros tipos de deudas. Casi la mitad de las personas mayores de 50 años en el país mantienen un saldo en su tarjeta de crédito de un mes a otro, según una encuesta reciente de AARP (en inglés).

Si estás entre ellos, Mannino dice que consideres pedir un préstamo de consolidación con una tasa de interés inferior o usar una tarjeta de transferencia de saldo con una tasa promocional baja y pagar el saldo antes de que aumente la tasa. O, si tienes dinero extra en una cuenta de ahorros, considera usarlo para saldar la deuda de tu tarjeta de crédito antes de jubilarte.

3. Pronto necesitarás un nuevo techo... o un nuevo auto

Si tendrás que hacer una compra o reparación importante en los próximos años y no has reservado fondos para ello, considera posponer la jubilación hasta que hayas ahorrado lo suficiente para cubrir ese costo o hayas incorporado ese gasto en tu presupuesto jubilatorio, recomienda Benz.

"No es posible saber con certeza cuándo necesitarás reemplazar tu automóvil, pero si ya tiene 200,000 millas, es muy probable que tengas que comprar uno nuevo", dice Benz. Considera también que podrías necesitar hacer renovaciones en el hogar. Tres de cada 4 adultos de 50 años o más desean permanecer en sus hogares a medida que envejecen, según una encuesta de AARP del 2024 (en inglés). Podría tener sentido seguir trabajando y ahorrar para costear las modificaciones que tu vivienda necesitará para adaptarse a tus limitaciones físicas en tu edad avanzada.

4. Tus necesidades de salud son complicadas

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Cuando trabajas, puedes dar por sentada la cobertura de seguro de salud ya que tu empleador paga en parte o por completo tus primas. Pero si planeas jubilarte antes de que cumplas 65 años y reúnas los requisitos para inscribirte en Medicare, necesitarás un nuevo plan de seguro.

"Cuando vienen a verme clientes que quieren jubilarse y que han cumplido o cumplirán pronto 60 años, les pregunto, 'Bien, ¿cuál es tu estrategia de atención médica?'", dice Mannino. "Porque si tienes que comprar tu propia póliza, podría costarte más de $1,000 al mes". 

Si dejas un empleo a tiempo completo con seguro de salud proporcionado por tu empleador, probablemente puedas optar por un plan a corto plazo a través de COBRA (Ley Ómnibus Consolidada de Reconciliación Presupuestaria), una ley federal que requiere que las empresas con 20 o más trabajadores permitan a los empleados continuar su cobertura de seguro de salud grupal hasta 18 meses después de dejar el trabajo. Pero tendrás que pagar todas las primas de COBRA, sin ninguna ayuda de tu empleador. Otra opción es comprar un plan de seguro a través del mercado de la Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Precio (ACA), pero estos planes pueden ser costosos y los límites de cobertura varían.

Si tienes enfermedades crónicas que requieren atención especializada, puede ser aconsejable que esperes a reunir los requisitos para Medicare antes de jubilarte. Julie Noonan, de 61 años, una consejera profesional radicada en Orlando, Florida, dice que los gastos de salud de su familia la han obligado a retrasar sus planes de jubilación. "Probablemente deba continuar trabajando a tiempo completo y obtener beneficios de un nuevo empleador o seguir pagando [por el seguro de salud] a través de mi empresa", indica Noonan.

Consejo: si aún quedan algunos años para tu fecha prevista de jubilación, abrir una cuenta de ahorros para la salud (HSA) te permite ahorrar y retirar dinero libre de impuestos en la jubilación para pagar gastos médicos que reúnan los requisitos, dice Brad Clark, fundador de Solomon Financial, una empresa de asesoramiento independiente en Carmel, Indiana.

5. No sabes cuánto deberías haber ahorrado

Clark dice que muchas personas subestiman sus necesidades financieras futuras. "No puedes imaginar la cantidad de veces que he visto a personas jubilarse y me dicen, 'Puedo vivir con tal cantidad al mes', y cuando se jubilan descubren muy rápido que no pueden", explica.

Él recomienda elaborar un presupuesto que incorpore no solo tus gastos de alimentación, vivienda, servicios públicos, transporte y salud, sino también lo que planeas gastar en actividades recreativas en la jubilación, como viajes y entretenimiento. "No importa si se trata del gimnasio o de un pasatiempo", añade Clark, "es probable que genere algún gasto adicional".

Una vez que tengas un presupuesto, comprueba si tus ingresos de jubilación —provenientes de ahorros, cuentas de jubilación, Seguro Social y otros activos— cubrirán tus gastos. Si te quedas corto, trabajar un poco más puede ayudarte a aumentar tus ahorros hasta alcanzar tu objetivo.

6. Tu fondo de emergencia es un poco escaso

Además de los ahorros jubilatorios, deberías tener un fondo de emergencia que cubra al menos tres meses de gastos antes de dejar de trabajar, para pagar gastos inesperados como una reparación importante de tu vivienda o auto. Dependiendo de la asignación de activos de tu cartera, podrías necesitar un fondo de emergencia más grande que cubra al menos 12 meses de gastos de jubilación para protegerte de las caídas del mercado de valores. Así, si se produce un mercado bajista, podrás retirar dinero de tu fondo de emergencia para sobrellevar la crisis y reponer ese dinero cuando el mercado se recupere, aconseja Clark.

7. No has considerado cómo pasarás tu tiempo

El dinero no es el único factor que debes considerar al planificar cuándo te jubilarás. La encuesta de Resume Builder encontró que la segunda razón más común por la que los jubilados regresaron al trabajo fue para combatir el aburrimiento. "Creo que es un gran error solo tener en cuenta las finanzas a la hora de planificar la jubilación", advierte Benz.

Considera cuidadosamente cómo pasarás tus años dorados. Dependiendo de tu visión de la jubilación, podrías ser más feliz si dejas de trabajar de forma gradual o continúas trabajando a tiempo parcial durante la jubilación.

Nota del editor: Este artículo fue publicado originalmente en el 2023 y ha sido reescrito con nueva información.

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