Vida Sana
Si eres uno de los más de 32 millones de personas en el país que tienen una cuenta de gastos flexibles para la atención médica, o FSA, es hora de usar ese dinero si no quieres perderlo. La mayoría de los fondos de las FSA deben utilizarse dentro del año calendario o se pierden.
“Las personas están perdiendo dinero. Calculamos que cada año se desperdician 1,000 millones de dólares en cuentas FSA”, dice Rachel Rouleau, directora de cumplimiento de Heath-E Commerce, que gestiona FSAStore.com.
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La buena noticia es que hay muchas cosas en las que puedes gastar el dinero de tu FSA. Además, comprar productos que reúnen los requisitos de una FSA es más fácil que nunca. La mayoría de los grandes minoristas, como Walmart, Amazon, CVS y Target, disponen de un sistema de inventario que identifica automáticamente los artículos como gastos permitidos cuando pasas tu tarjeta de la FSA o ingresas tus datos, afirma Nicky Brown, vicepresidenta de Defensa y Asuntos Gubernamentales de HealthEquity, empresa administradora de cuentas de ahorro para la atención médica. Sitios web como FSAstore.com venden productos que se pueden comprar con fondos de una FSA, y se agrupan en categorías con base en la enfermedad o dolencia. “Cientos de comerciantes disponen de estos sistemas de inventario para facilitar las cosas”, asegura Brown.
El dinero de una FSA puede gastarse en muchas cosas, como las siguientes:
1. Médicos y medicamentos. Si necesitas ver a tu médico o a un especialista y puedes conseguir una cita, puedes utilizar el dinero de tu FSA para cubrir los copagos y los medicamentos que te receten. Hasta puedes utilizar el dinero para pagar gastos de bolsillo anteriores. “Lo más frecuente es que las personas presenten los gastos médicos admisibles pendientes, como médicos, dentistas, copagos o coseguros”, dice Rouleau. “También califica para los dependientes, lo que incluye a los hijos hasta los 26 años”.
2. Gastos de traslado para recibir atención médica. Los gastos de transporte, ya sea para ir y volver de las citas esenciales con el médico o para recibir atención médica, pueden pagarse con fondos de una FSA. Eso incluye gasolina, estacionamiento y peajes, así como boletos de autobús, taxi y tren.
3. Audífonos de venta libre. Este verano, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dio luz verde para que los consumidores con deficiencias auditivas de leves a moderadas pudieran comprar audífonos directamente en las tiendas y en línea sin necesidad de un examen médico, una receta o el ajuste por parte de un audiólogo. Puedes comprar audífonos con el dinero de una FSA.