Vida Sana

Cómo encontrar el mejor gimnasio
Si estás buscando una manera de eliminar esas 15 libras de más que ganaste durante la cuarentena, no eres el único. En Estados Unidos hay más gimnasios —superan los 32,270— que McDonald’s, Dunkin’ Donuts y Taco Bell combinados. Y el tamaño, la personalidad y lo que ofrecen varían en gran medida. ¿Cuál es el mejor gimnasio para ti? El que realmente vayas a utilizar.
Observa la regla de no más de 4 millas. “Las investigaciones indican que si vives más lejos de tu gimnasio, es menos probable que vayas”, dice el Dr. Chris Sciamanna, profesor de Medicina en la Facultad de Medicina de Penn State y fundador del programa de ejercicio Faster Workouts. En una encuesta, quienes vivían a 3.7 millas del gimnasio fueron cinco veces o más al mes; quienes debían conducir 5.1 millas fueron solo una vez al mes.
Consulta los protocolos de seguridad. Lo que quieres es un gimnasio que haya actualizado los sistemas de ventilación y los servicios de limpieza en respuesta a la pandemia (la buena noticia: muchos lo han hecho). Pero la mejor manera de evitar las oleadas futuras de COVID es mantener el distanciamiento social al ir al gimnasio cuando no esté demasiado concurrido. Para lograrlo...
- Selecciona la hora apropiada para una visita introductoria. El 91% de quienes van al gimnasio tienen entre 18 y 54 años; por eso, los gimnasios están más llenos durante las horas inmediatamente antes y después del horario laboral. Eso deja mucho tiempo para los adultos mayores que tienen horarios y estilos de vida distintos. (La ventaja: en un estudio pequeño del 2020 entre hombres con un diagnóstico de diabetes o en riesgo de padecerla, con una edad promedio de 58 años, se descubrió que quienes hacían ejercicio entre las 3 y las 6 de la tarde lograron mejorar más en términos de pérdida de grasa y niveles de glucosa en la sangre). Prueba usar tu futuro gimnasio durante el horario en el que más probablemente irás, para hacerte una idea de la cantidad de gente y la disponibilidad del equipo de ejercicio.
- Consigue un compañero de ejercicio. Numerosos estudios indican que tener un compañero de ejercicio puede ayudarte a mantener la dedicación e incluso puede mejorar los resultados de tu acondicionamiento físico. Averigua dónde hacen ejercicio tus amigos, o pídele a alguien que vaya contigo al gimnasio con regularidad.
- No pagues por cosas que nunca usarás. ¿Por qué pagar por un gran gimnasio con piscinas, clases de spin, saunas, bares de jugos y máquinas de alta tecnología para fortalecer los músculos si tienes muy poca intención de usarlos? A veces, un pequeño estudio de yoga, un centro de YMCA o incluso una aplicación de actividad física en línea puede ser lo más adecuado. Diferentes gimnasios también tienen diferentes energías y clientelas. Los gimnasios exclusivos para mujeres también están creciendo en popularidad. Sé honesto con respecto a lo que necesitas.
- Verifica la capacitación de tu entrenador. ¿Quieres tener un entrenador personal? Busca uno que haya sido certificado mediante la National Strength and Conditioning Association (NSCA). “Ese es el criterio de referencia”, dice Festus Amoye, auxiliar de terapia ocupacional y propietario de MedXFit Houston. Además, busca entrenadores certificados por la National Academy of Sports Medicine, en particular alguno especializado en “Senior Fitness” (acondicionamiento físico de adultos mayores). Visita nasm.org, desplázate hacia abajo y haz clic en “Find an NASM Trainer” (encontrar un entrenador de NASM, en inglés).
Los precios se han disparado, los suministros están agotados, hay pocas citas disponibles y, así y todo, la demanda de productos y servicios no hace más que aumentar. En este momento, casi todos los aspectos de ser un consumidor son confusos, lo que incluye usar los servicios de cuidado de la salud.

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En septiembre pasado, AARP Bulletin publicó un paquete de artículos llamado “Gánale al sistema” que ofrecía detalles sobre cómo obtener el mejor servicio al cliente. Los lectores nos dijeron que esa colección de consejos les resultó sumamente útiles. Por ese motivo, estamos de vuelta con una nueva edición de “Gánale al sistema”, esta vez con consejos para encontrar los expertos y los servicios de salud que necesitas en estos momentos tan difíciles.
Nuestro equipo de reporteros entrevistó a docenas de conocedores y les preguntó cómo separar a los mejores del resto. A continuación, te presentamos sus consejos. Los expertos además mencionaron que ciertos enfoques son atemporales y universales; por eso, todavía son relevantes. Comencemos con las reglas universales para encontrar la mejor atención de salud (y en realidad, cualquier cosa), al estilo del 2022.
Regla N.º 1: tómate suficiente tiempo
Es verdad que cuando hay mucha competencia, hace falta ser flexible y actuar con rapidez cuando puedes conseguir productos o servicios de calidad. Sin embargo, “las decisiones importantes no deberían ser decisiones rápidas”, dice Terrance Odean, profesor de la Facultad de Negocios Haas de University of California, Berkeley, y experto en finanzas conductuales. Haz las averiguaciones correspondientes y dedica tiempo a confirmar que se trata de una buena oferta. Y de ninguna manera “tomes decisiones a las 3 a.m.”, aconseja.
Regla No.º 2: hacer averiguaciones es gratis
Aprovecha la enorme cantidad de información gratuita que tienes disponible en internet, en las redes sociales y en otros lugares para informarte sobre los especialistas y los servicios que te interesan. Por supuesto, lo primero que debes hacer es investigar el costo y la reputación, y luego profundizar sobre detalles como calificaciones de eficiencia, certificaciones y campos de especialización. Pero no des mucha importancia a las calificaciones de los usuarios. Cada vez más de las reseñas en internet son pagadas, y no hay forma de verificar su autenticidad. Si deseas ojear, busca anécdotas específicas y un estilo personal de redacción que no provengan de un evaluador pagado (ni de un programa de computadora).
Regla No.º 3: determina tus prioridades
Tomar buenas decisiones se basa en el arte de filtrar. Eso requiere que sepas cuáles características o habilidades son las más importantes para ti; úsalas para reducir tus opciones, señala Katy Milkman, autora de How to Change: The Science of Getting From Where You Are to Where You Want to Be.
Regla No.º 4: imagínate que estás cometiendo un error
Muchos de nosotros nos sentimos demasiado confiados sobre el resultado de nuestras decisiones, dice Milkman. Para bajar de la nube, sugiere que imagines qué podría salir mal con respecto a tu decisión. Es mejor pensar en eso ahora y no después, para estar preparado para un fracaso, y posiblemente evitarlo.
Regla N.º 5: incluye a otras personas
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