
Según la American Kidney Fund (en inglés), la enfermedad renal es el trastorno no transmisible de más rápido aumento en Estados Unidos. Esta enfermedad afecta a 37 millones de personas en el país, o el 15% de la población adulta. Se la suele llamar “epidemia silenciosa” porque no suele haber signos ni síntomas hasta que los riñones ya están dañados. Una vez que los riñones fallan, las personas necesitan diálisis de por vida o un trasplante de riñón. La enfermedad renal se puede prevenir y controlar con una buena atención y nuevos tratamientos. Aquí tienes nueve formas de proteger la salud de los riñones y retardar la evolución de la enfermedad.

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1. Conoce los factores de riesgo de la enfermedad renal
La diabetes, o un alto nivel de azúcar en sangre, es el principal factor de riesgo de la enfermedad renal (en inglés). La alta presión arterial también guarda un fuerte vínculo con esta enfermedad. Entre otros riesgos se incluyen las enfermedades cardíacas, la obesidad, los antecedentes familiares, los antecedentes de daño renal y el envejecimiento. Los afroamericanos, los hispanos y los nativos estadounidenses corren un mayor riesgo que los blancos. Con la edad, los riñones pierden parte de su funcionalidad.
9 signos de enfermedad renal
Cuando los riñones no funcionan correctamente, puedes tener los siguientes síntomas:
1. Fatiga, falta de energía, problemas de concentración
2. Problemas para dormir
3. Piel seca y comezón
4. Necesidad de orinar con más frecuencia
6. Hinchazón alrededor de los ojos
7. Hinchazón de tobillos y pies
8. Inapetencia
9. Calambres musculares
Los signos físicos de advertencia de la enfermedad renal son muy poco comunes. La mayoría de las enfermedades renales se detectan por medio de análisis de sangre. Sin embargo, la presencia continua de espuma o sangre en la orina puede indicar la existencia de un trastorno renal. Las personas que eliminan cálculos renales pueden sentir un dolor agudo que se manifiesta en oleadas o se extiende a la zona de la ingle. La National Kidney Foundation indica que los cálculos aumentan el riesgo de padecer enfermedad renal.
La Dra. Michelle Josephson, nefróloga y profesora de Medicina y Cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chicago, señala que es preciso consultar con el médico el efecto que los medicamentos que tomas podrían tener en los riñones. Ciertos fármacos para el sistema inmunitario, los antiinflamatorios no esteroides, algunos antibióticos y otros medicamentos pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedad renal.
2. Consulta con el médico sobre la prevención y el tratamiento
Si tienes diabetes, prediabetes, alta presión arterial, antecedentes familiares de enfermedad renal u otros factores de riesgo, pide al médico que evalúe tu función renal con algunos sencillos análisis de sangre y orina. Dado que la enfermedad renal suele ser silenciosa, los análisis son el único modo de saber si hay daño. Los resultados indicarán el nivel de actividad renal.
En concreto, la capacidad de filtración de los riñones se determina por medio de un análisis de sangre que mide el nivel de creatinina, una proteína producida por los músculos que suele filtrarse y eliminarse en la orina. Cuando los riñones no funcionan adecuadamente, aumenta el nivel de creatinina en el torrente sanguíneo. Un análisis de orina puede detectar la presencia de proteínas que pueden llegar a la orina cuando hay daño renal.
El médico de atención primaria o el proveedor de atención médica deben trabajar contigo para vigilar y controlar el nivel de azúcar en sangre, la presión arterial y el peso, y para ayudarte a efectuar cambios saludables en tu estilo de vida. Según la gravedad del daño, es posible que te deriven o decidas consultar a un nefrólogo, o especialista en riñones.
3. Controla el nivel de azúcar en sangre
La causa principal de insuficiencia renal es la diabetes, que puede dañar las células y los vasos sanguíneos de los riñones.
La enfermedad renal es una complicación frecuente de la diabetes. La Dra. Susan Quaggin, jefa del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, explica que la diabetes es la causa de casi la mitad de todos los casos nuevos de insuficiencia renal que se diagnostican cada año.
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