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6 suplementos populares que pueden dañar tu hígado

Las investigaciones indican que las pastillas a base de plantas que se venden para los síntomas de la menopausia, el dolor en las articulaciones y la salud del corazón pueden hacer más mal que bien.


Ilustración muestra dos mitades de una cápsula abierta sobre un signo amarillo de advertencia, contra un fondo violeta.
AARP STAFF

Si eres como casi el 80% (en inglés) de los adultos mayores, es probable que hoy hayas tomado un suplemento. Quizás lo hagas como un refuerzo si tu alimentación no aporta lo suficiente, o tal vez te duelan las articulaciones y quieras aliviar ese dolor. Cualquiera sea el motivo, el objetivo general probablemente sea no dañar tu hígado. Lamentablemente, la realidad es que muchos suplementos populares pueden hacer exactamente eso —y muy poco más—, con repercusiones tan graves como la insuficiencia hepática.

Si bien hay varias categorías de suplementos, incluidos los complejos multivitamínicos, los nutrientes individuales (como el omega-3, la vitamina D o el calcio) y los suplementos de hierbas (también llamados botánicos), son estos últimos los que representan el mayor riesgo de daño al hígado. Aproximadamente el 5% de los adultos de Estados Unidos —es decir, 15.6 millones de personas— tomaron suplementos a base de plantas potencialmente dañinos para el hígado (en inglés) en el último mes, según un estudio publicado en el 2024 en JAMA Network Open; los adultos de mediana edad y los adultos mayores fueron algunos de los grupos más propensos a hacerlo.  

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En el estudio se destacaron específicamente seis suplementos de hierbas porque los datos de la Red de Lesiones Hepáticas Inducidas por Medicamentos (DILIN) los identificaron como los más propensos a estar asociados con toxicidad hepática. Esos seis suplementos son:

  • Ashwagandha (ginseng indio)
  • Cohosh negro (cimicifuga racemosa, hierba de San Cristóbal)
  • Garcinia cambogia (tamarindo malabar)
  • Extracto de té verde
  • Arroz de levadura roja
  • Cúrcuma/curcumina

Los investigadores hallaron que las personas mayores son más propensas que las poblaciones más jóvenes a tomar estos productos botánicos, y no es difícil entender el porqué. La cúrcuma/curcumina a menudo se promociona para aliviar el dolor en las articulaciones causado por la artritis, que afecta aproximadamente a la mitad de los adultos mayores de 65 años, y el cohosh negro se promociona para los síntomas de la menopausia. El arroz de levadura roja se toma para reducir los niveles de colesterol y mejorar la salud del corazón, dos de las principales preocupaciones de salud entre los adultos mayores. 

Aunque los seis suplementos anteriores pueden ser los que se ven implicados en lesiones hepáticas con mayor frecuencia, según este estudio, hay muchos más que entran en esta categoría. Las investigaciones sugieren que hay alrededor de 1,000 hierbas y medicamentos asociados con daño hepático.

De qué modo los suplementos pueden dañar el hígado

El hígado, un órgano resistente, es la "cámara de compensación" del cuerpo. "Prácticamente todo lo que ingerimos tiene el potencial de ser tóxico para el hígado", dice el Dr. Don Rockey, profesor de Medicina en la Universidad Médica de Carolina del Sur y experto voluntario de la Fundación Americana del Hígado (ALF). "Todo lo que consumimos pasa por el tracto [gastrointestinal], se absorbe, y el primer lugar al que va es el hígado", explica.

Los hepatocitos, el tipo principal de células del hígado, desintoxican el organismo, pero pueden dañarse. Dos sustancias comunes que son tóxicas para las células del hígado son el alcohol y altas dosis de acetaminofén.

Los productos botánicos también entran en esta categoría, aunque a menudo se consideran seguros porque son naturales (en inglés). "Los compuestos naturales igualmente deben ser procesados por el hígado, y en algunos casos pueden causar lesiones y daños hepáticos muy graves", dice el Dr. Arun Jesudian, hepatólogo de trasplantes en Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian en la ciudad de Nueva York.

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La edad puede contribuir al problema. Los cambios que se producen en el hígado con la edad hacen que el órgano sea menos resistente al estrés y menos eficaz para metabolizar sustancias, lo que potencialmente puede causar más daño.

El daño hepático puede ser agudo o acumularse con el tiempo por el consumo repetido; esto último es lo que sucede típicamente con los productos de hierbas. "Algunas sustancias, incluidos los suplementos, pueden causar lesiones hepáticas de maneras impredecibles, y no siempre depende de cuánto se tome", dice Jesudian. El daño puede variar desde la inflamación del hígado hasta una insuficiencia hepática que requiere un trasplante de hígado de emergencia, dice. 

El ingrediente principal de un suplemento no es lo único que puede causar daño. Los suplementos pueden ser tóxicos para el hígado (hepatotóxicos) porque están contaminados con sustancias que no están indicadas en la etiqueta, como medicamentos, hongos o metales pesados. Eso es una gran preocupación: en investigaciones anteriores publicadas en Hepatology Communications se analizaron 272 suplementos dietéticos; el 51% estaba mal etiquetado, lo que significa que el contenido no coincidía con la etiqueta. Eso dificulta la identificación de qué producto está causando la toxicidad en el hígado.

Todo esto se complica aún más por la manera en que se manejan los suplementos en Estados Unidos.

Los suplementos dietéticos no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de la misma manera que los medicamentos recetados y de venta libre. Según la FDA, los fabricantes y distribuidores de suplementos son responsables de garantizar que lo que está en el envase es seguro y que la etiqueta refleja el contenido con precisión. Si hay evidencia de que no es así, la FDA puede intervenir y emitir advertencias o tomar otras medidas contra un suplemento mal etiquetado o potencialmente peligroso. Pero esto sucede después de que está en el mercado, no antes.

Consejos de seguridad para tomar suplementos

Si vas a tomar un suplemento, puedes seguir ciertos pasos para mantenerte seguro. 

1. Investiga. Hacer un poco de investigación es un primer paso clave, solo asegúrate de utilizar una fuente confiable. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los adultos mayores a menudo usan las redes sociales como fuente de información sobre la salud y, desafortunadamente, la información que se encuentra allí a menudo es errónea o incorrecta. Un recurso para consultar cuando investigas suplementos es la base de datos Liver Tox (en inglés) del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK). El sitio web proporciona información sobre medicamentos y suplementos y sus efectos en el hígado. Pero tu investigación no debería detenerse ahí, lo que nos lleva al paso número dos...

2. Habla con tu médico. Esto es, sin duda, lo más importante que puedes hacer. "Discute un suplemento que estás pensando tomar con tu médico antes de empezar a tomarlo, especialmente si tienes algún tipo de trastorno hepático", dice Jesudian. Si ya estás tomando un suplemento, llévalo al consultorio y muéstraselo al médico. Pregúntale qué piensa, si es seguro y si ofrece un valor agregado para tu salud. "Si no hay beneficio, no tiene sentido añadir riesgo", dice Rockey. Los autores del estudio del 2024 en JAMA Network Open señalan que "la gran mayoría de los consumidores de productos botánicos en riesgo" tomaron los suplementos sin consultar a un proveedor de atención médica.

3. Ten cuidado con las hierbas. Rockey les dice a sus pacientes que, por lo general, los suplementos como vitaminas o minerales (o multivitamínicos) son seguros, aunque aún deberías comprarlos de marcas de confianza. "Cuando empiezas a comprar hierbas, especialmente en internet, y las tomas en altas concentraciones, debes tener cuidado", dice. Eso es especialmente cierto cuando un producto contiene varios ingredientes botánicos, lo que hace difícil saber exactamente el contenido de la mezcla o cómo te afectará.

4. Busca productos con pruebas de terceros. Las investigaciones sugieren que hay 80,000 suplementos dietéticos y de hierbas en el mercado. Con preocupaciones sobre la contaminación y el etiquetado incorrecto, elige un producto con pruebas independientes hechas por organizaciones como NSF o USP (en inglés). La certificación ayuda a asegurar que lo que está en la etiqueta coincide con lo que está en el envase y que la fórmula no contiene ingredientes ocultos adicionales.

5. Olvídate completamente de los suplementos para el hígado. Algunos suplementos de hierbas se promocionan para la salud del hígado o la desintoxicación hepática. "No hay evidencia de que ningún suplemento sea 'bueno' para el hígado. Lo mejor para el hígado es una dieta y un estilo de vida saludables", dice Rockey. Como mínimo, esos suplementos son un gasto innecesario de dinero, agrega.

6. Hazte análisis de sangre regularmente. Si te haces un análisis de sangre para evaluar tu salud, asegúrate de que incluya una prueba de la función hepática. Si esta prueba muestra enzimas hepáticas elevadas y hay preocupación por la presencia de daño hepático debido a un suplemento que estás tomando, deberías dejar de tomar ese suplemento, dice la Dra. Alisa Likhitsup, profesora asistente clínica de Medicina en la Universidad de Míchigan Health y autora principal del estudio de JAMA Network Open.

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