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Se vincula el consumo de marihuana con mayor riesgo de ataque cardíaco y derrame cerebral

Uno de cada ocho adultos de 50 a 80 años fuman o comen productos de cannabis.


spinner image Hoja de una planta de marihuana
Getty Images

Más adultos mayores en Estados Unidos recurren al cannabis para desestresarse, aliviar el dolor y ayudar con otros problemas de salud. Pero nuevas investigaciones sugieren que hacerlo podría conllevar algunos riesgos cardíacos.

Un gran estudio publicado el 28 de febrero en la revista Journal of the American Heart Association (en inglés)encontró un vínculo significativo entre fumar, vapear o comer productos de cannabis y un mayor riesgo de ataque cardíaco o derrame cerebral, incluso cuando se controlan otros factores de riesgo cardiovascular. Los hallazgos, dicen los expertos en salud, destacan la necesidad de conversaciones más abiertas entre los médicos y los pacientes sobre los posibles riesgos para la salud a medida que se amplía el acceso legal a la marihuana y se desvanecen las percepciones negativas.

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Uno de cada ocho adultos mayores usan productos de cannabis

Según una investigación del 2023 (en inglés) de la encuesta nacional sobre el envejecimiento saludable de la Universidad de Míchigan, apoyada por AARP, uno de cada ocho adultos de 50 a 80 años (alrededor del 12%) consumieron productos de cannabis en el último año, una proporción que ha aumentado considerablemente en los últimos años. El consumo de cannabis entre los adultos de 65 años o más fue del 0.4% en el 2006 y el 2007, antes de que aumentara al 2.9% en el 2015 y el 2016, según una investigación publicada en JAMA Internal Medicine (en inglés).

Leah Sera, codirectora del programa de estudios de posgrado de cannabis medicinal de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Maryland, dice que hay varias posibles explicaciones sobre el aumento en el uso entre los adultos mayores. “Una es que nuestra población de adultos mayores ahora es la misma generación que alcanzó la mayoría de edad en la década de los 60, y en general ha tenido opiniones más favorables sobre el cannabis que la generación de sus padres”, le dijo a AARP en un correo electrónico.

Otra podría ser una respuesta a la epidemia de opioides, que Sera dice “ha aumentado el interés de muchas personas en tratamientos complementarios y alternativos, incluido el cannabis”. Algunos estudios demuestran que la legalización también ha contribuido a una aceptación y uso más generalizados. El uso recreativo de la marihuana ahora está permitido en 24 estados; el cannabis para uso medicinal es legal en 38 estados.

Cannabis y riesgos cardiovasculares

Para el estudio más reciente, los investigadores analizaron datos de encuestas nacionales de más de 430,000 adultos entre el 2016 y el 2020 para examinar una asociación entre el consumo de cannabis y las consecuencias cardiovasculares. Encontraron un vínculo entre el uso de cannabis y las enfermedades cardíacas, los ataques cardíacos y los derrames cerebrales, y señalaron que el riesgo de estos eventos aumentó con el uso más frecuente.

Las personas que consumen cannabis a diario, por ejemplo, tenían un 25% más de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco y un 42% más de probabilidades de sufrir un derrame cerebral que quienes no lo consumen. Solo el 4% de los participantes del estudio que dijeron que consumían cannabis se identificaron como consumidores diarios.

Los consumidores semanales de cannabis tuvieron un riesgo un 5% mayor de derrame cerebral y un 3% mayor de ataque cardíaco.

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Los investigadores también analizaron los efectos para las personas que nunca habían fumado o vapeado tabaco, y descubrieron que el consumo de cannabis se asoció con varios riesgos cardíacos.  

La mayoría de los consumidores de cannabis en el estudio indicaron que lo fumaban, por encima de otras formas de consumirlo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el humo de la marihuana contiene muchas de las mismas sustancias que los investigadores han encontrado en el humo del tabaco, y estas sustancias son dañinas para el sistema cardiovascular.

“El humo del cannabis no es tan diferente al humo del tabaco, con la excepción de la sustancia psicoactiva: THC (tetrahidrocannabinol) vs. nicotina”, dijo en un comunicado la autora del primer estudio, Abra Jeffers, analista de datos del Massachusetts General Hospital en Boston. “Nuestro estudio muestra que fumar cannabis conlleva un riesgo cardiovascular considerable, al igual que fumar tabaco. Esto es particularmente importante porque el consumo de cannabis está aumentando y el consumo de tabaco convencional está disminuyendo”.

El cannabis también puede hacer que el corazón lata más rápido y aumentar la presión arterial inmediatamente después de usarlo, dicen los CDC. Además, la parte de las células responsables de reconocer el THC —llamados receptores endocannabinoides— está muy extendida en los tejidos cardiovasculares del organismo “y podría facilitar los riesgos cardíacos”, según un comunicado de prensa de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH). El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, parte de los NIH.

“La planta de cannabis tiene cientos de compuestos, muchos de los cuales interactúan con las funciones fisiológicas de nuestro cuerpo de maneras que todavía no entendemos completamente”, dice Sera.  

Habla sobre el cannabis

Robert Page, profesor de Farmacia Clínica de la Facultad de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas Skaggs de la Universidad de Colorado, dice que los hallazgos del estudio deberían ser un llamado a la acción para todos los proveedores de atención médica, ya que “agrega a la creciente literatura de que el consumo de cannabis y las enfermedades cardiovasculares pueden ser una combinación potencialmente peligrosa”.

Page dice que a medida que el acceso legal al cannabis continúa expandiéndose por todo Estados Unidos, “los profesionales médicos y clínicos deben recordar evaluar el consumo de cannabis en cada reunión con los pacientes para tener una conversación de decisiones compartidas y sin prejuicios sobre los posibles riesgos cardiovasculares y las maneras de reducir esos riesgos.

Puede ser una conversación difícil con los pacientes porque hay evidencia de que el cannabis tiene algunas propiedades terapéuticas. Sin embargo, como sugiere este estudio, el consumo de cannabis también tiene riesgos cardiovasculares significativos”, dijo en un comunicado la Dra. Salomeh Keyhani, profesora de Medicina en la Universidad de California, San Francisco y autora del estudio.

Sera dice que los pacientes también deben plantear preguntas o preocupaciones sobre el consumo de cannabis con sus médicos y farmacéuticos. El estigma ha disminuido en la comunidad médica, dice, y “la realidad es que no todos son buenos candidatos para el cannabis medicinal”.

Por ejemplo, hay algunos medicamentos que pueden interactuar con el cannabis, incluidos algunos medicamentos para el colesterol y anticoagulantes, dice Page, por lo que es importante preguntarle a tu proveedor de atención médica si algún medicamento que estés tomando puede tener efectos negativos cuando se mezcla con la marihuana.

Esto es especialmente importante para los adultos mayores, agrega Page, ya que “sabemos que los adultos mayores toman un número cada vez mayor de medicamentos”.

Los pacientes también deben preguntar si tienen alguna enfermedad que podría aumentar el riesgo de efectos secundarios graves del cannabis, dice Sera.

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