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Jubilarte en el extranjero no es tan difícil como crees — Te decimos 4 maneras de hacerlo

La residencia permanente es una opción, pero otras rutas para una vida de expatriado pueden ser más flexibles y asequibles.


Foto de Karen McCann
Karen McCann en un vestido flamenco tradicional en la Feria de Abril anual de Sevilla en el 2017. Ella y su esposo, Richard McCann (visto más adelante con la chaqueta y el sombrero) han vivido parcialmente en la ciudad española desde mediados de los años 2000.
Doris Pakusic

Karen y Richard McCann están viviendo su jubilación soñada, cada seis meses.

Durante la mitad del año, están en Sevilla, disfrutando de la hermosa ciudad española rica en cultura, asistiendo a festivales y creando amistad con los lugareños y otros expatriados.

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El resto del año, están en el norte de California, preservando su conexión con su país natal y evitando responsabilidades fiscales extranjeras (pasar más de 183 días al año en España te convierte en un residente que paga impuestos).

Cuando está en California, "Siento que estoy en California", dice Karen McCann, de 73 años, una exprofesional de las comunicaciones que en ocasiones se desempeña como escritora independiente mientras su esposo disfruta de la jubilación que comenzó hace ya 20 años, cuando tenía entre 50 y 60 años. "Cuando volvemos a España, en cinco minutos siento como si nunca me hubiera ido. Ceno a las 9 de la noche sin pestañear. Es sorprendentemente fácil hacer ese cambio".

La jubilación en el extranjero puede parecer una propuesta intimidante, dejando atrás a la familia, amigos y terreno familiar. Pero, como muestran los McCann, no tiene que ser un asunto de todo o nada. Para algunos jubilados, mudarse completamente al extranjero es tanto deseable como factible, pero hay formas de disfrutar de un estilo de vida en el extranjero que son flexibles, asequibles y no generan complicados problemas de visado e impuestos.

foto de Richard and Karen McCann
Richard y Karen McCann frente a la Iglesia de Santa Cruz del siglo XVII en el corazón del casco antiguo de Sevilla.
Donna Goldman

Con el aumento del trabajo remoto y las herramientas que facilitan la conectividad, más personas en Estados Unidas próximas a jubilarse o ya jubiladas están explorando una aventura extendida en el extranjero, dice Thomas Julian, un socio con sede en Portugal de la firma de servicios financieros Holborn Assets que se especializa en ayudar a los clientes a navegar por los programas de ciudadanía y residencia en Europa, el Caribe y otros lugares.

Julian dice que los estadounidenses ahora son la base de clientes más grande para empresas como la suya que ayudan con la reubicación internacional, conectando a los clientes de Estados Unidos con especialistas en inmigración que pueden ayudarles a averiguar dónde vivir, cuánto tiempo pasar allí y cómo manejar el papeleo necesario.

¿Cuál es la mejor manera para que los adultos mayores en Estados Unidos establezcan una base en el extranjero? Depende de tu presupuesto, estado laboral y tolerancia para el papeleo y la burocracia, dice Hoda Elamir, una abogada de Harvey Law Group, una firma multinacional. Estas son algunas de las opciones.

 Trabajar a tiempo parcial

¿No estás del todo listo o dispuesto a cambiar todo por completo? Las estancias prolongadas en el extranjero pueden proporcionar una experiencia inmersiva para los expatriados, viviendo como un lugareño, sin el papeleo o la presión de una mudanza completa.

En gran parte de Europa y Latinoamérica, por ejemplo, las personas de Estados Unidos pueden quedarse hasta 90 días durante cualquier período de 180 días y hasta 180 días en total en un año con una visa de turista habitual. En algunos países, incluyendo México, Panamá y el Reino Unido, puedes quedarte hasta 180 días seguidos.

Antes de establecerse el año pasado en un pequeño pueblo de Francia, la escritora y viajera Lori Cronwell fue una residente intermitente del país, cumpliendo con su límite de 90 días.

"Algunas personas pueden hacer el 'Schengen shuffle'", dice, que significa moverse de un lado a otro dentro y fuera del área de Schengen en Europa, un grupo de 29 países que permiten la libre circulación a través de sus fronteras mutuas. Después de 90 días dentro de la zona sin fronteras, las personas pueden ir a un país que no está en el área de Schengen como Irlanda o el Reino Unido por unos meses antes de regresar para reiniciar el reloj.

Ventajas: La flexibilidad de probar diversas regiones y estilos de vida sin "tener que lidiar con visas o cualquier burocracia del país", dice Cronwell. "Solo tienes que experimentar diferentes países y la cultura. No necesitas estar atado a ningún lugar".

Desventajas: Tener que estar pendiente al calendario. Excederse del tiempo de una visa de turista puede acarrear graves sanciones, incluyendo multas y la prohibición de volver a entrar a un país (o, si te quedas demasiado tiempo en el área Schengen, muchos países).

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Si no tienes propiedad en el extranjero, buscar alojamiento a corto plazo puede ser una tarea tediosa. Y probablemente necesitarás un seguro de salud para viajes: Medicare generalmente no ofrece cobertura en el extranjero, y a menudo necesitas ser un residente legal para estar cubierto por el sistema de salud nacional de otro país.

Incluso algo tan mundano como hacer que te reenvíen el correo puede ser un dolor de cabeza, dice Kenneth Cooper, de 69 años. Él pasa los inviernos en Jamaica (que permite una estancia de tres meses sin visa) pero paga por un servicio para recoger su correo y enviarlo mensualmente. "Eso es un poco tedioso", dice.

 Visa de jubilación

Varios países ofrecen visas de residencia para jubilados u otras personas que no tienen la intención de trabajar mientras viven allí. A veces llamadas visas "no lucrativas" o "no laborales", permiten a los titulares vivir en el país durante todo el año.

Generalmente, los requisitos para recibir esta visa se basan en demostrar que puedes sustentarte financieramente. Los estándares para eso varían, dice Lief Simon, un editor de Live and Invest Overseas, una empresa que publica guías sobre cómo mudarse y hacer negocios en el extranjero. La mayoría de los países requieren que tengas un ingreso pasivo mínimo de fuentes como el Seguro Social o las pensiones; algunos también basan el cumplimiento de los requisitos en el saldo de tu banco o cartera.

Otros requisitos comunes son prueba de seguro de salud y un certificado médico que demuestre que no tienes una enfermedad que podría causar repercusiones graves para la salud pública. Los países anfitriones también suelen requerir un certificado de antecedentes penales y una verificación de antecedentes del FBI. El sitio web del Departamento de Estado de Estados Unidos tiene información sobre cómo obtener estos registros (en inglés).

Ventajas: La residencia permanente significa más papeleo, pero también trae estabilidad. Por ejemplo, en Portugal, los residentes legales pueden acceder a los sistemas de salud y educación del país. Como en muchos países europeos, los residentes extranjeros pueden solicitar la ciudadanía después de cinco años.

Ese es el plan de Joch y Jeff Woodruff. La pareja se jubiló a Portugal justo antes de que las fronteras cerraran debido a la pandemia de la COVID-19 en marzo del 2020. Joch, de 76 años, visitó el país por primera vez en 1979 por trabajo y juró regresar algún día como residente. Cuando decidió jubilarse, Jeff, de 56 años, le dijo que era "hora de cumplir tu sueño". Ahora viven cerca del centro vinícola de Porto en la costa norte del país, disfrutando del clima templado de la región y su estilo de vida relajado.

(De izquierda a derecha) Joch y Jeff Woodruff en Evora, Portugal, en agosto del 2020, justo antes de reunirse con los funcionarios de inmigración para asegurar su residencia permanente.
Cortesía de Jeff Woodruff

La residencia permanente también puede venir con beneficios. La visa de jubilación de Panamá, o pensionado, solo requiere que demuestres ingresos pasivos de al menos $1,000 al mes y ofrece descuentos en viajes aéreos, transporte público, atención médica, hoteles y entretenimiento.

Los residentes mayores "son tratados tan bien", dice Lesbia White, de 79 años, una panameña nativa que se jubiló en la ciudad de Panamá con su esposo estadounidense en el 2019. "Respetan a los mayores y les dan lo que necesitan".

Desventajas: Como residente legal a tiempo completo, generalmente debes presentar impuestos tanto en tu nuevo país de residencia como en Estados Unidos, que grava a sus ciudadanos a nivel mundial. Si vives en un país que no tiene un tratado de impuestos con Estados Unidos (en inglés), es posible que tengas que pagar impuestos sobre los mismos ingresos en ambos lugares.

Algunos países tienen requisitos de estancia mínima para las visas residenciales, lo cual podría convertirse en un problema si una crisis de salud o familiar requiere un regreso prolongado a EE.UU. Si quieres ganar un poco de dinero extra trabajando, tendrás que solicitar una visa de trabajo, que generalmente es mucho más difícil de obtener.

 Visa dorada

Las visas doradas son esencialmente un atajo costoso para la residencia legal. Normalmente requieren una inversión significativa (una cantidad de seis cifras) en el país anfitrión, por ejemplo, comprando acciones en un negocio, invirtiendo en un fondo de acciones o bonos, o comprando bienes raíces (aunque algunos países están eliminando la opción de propiedad). Más de 100 países los ofrecen, y en algunos, pueden proporcionar un camino directo a la ciudadanía.

Cómo empezar

Cualquier camino que elijas, los especialistas en expatriados y en reubicación ofrecen el mismo consejo: no te apresures. Estos son algunos de sus mejores consejos:

  • Visita tu país objetivo por un período prolongado primero para determinar si se ajusta a tu presupuesto y necesidades de estilo de vida.
  • No compres bienes raíces de inmediato. "Es fácil comprar y difícil vender", dice Zachary Gerth, cofundador de StartAbroad, una empresa de reubicación internacional.
  • Considera seriamente contratar a un abogado de inmigración o a un especialista en reubicación para que te ayude con los trámites burocráticos. "Conocemos a personas que intentan hacerlo [por sí mismas] porque piensan que van a ahorrar dinero", dice Simon. "Al final, no ahorras nada".

Ventajas: Si tienes los medios, esta es la forma más fácil de jubilarte en el extranjero: paga el dinero, cumple con algunos requisitos adicionales (como pasar una verificación de antecedentes penales) y obtienes residencia legal con todas las ventajas, incluyendo acceso a sistemas de salud y educación y la capacidad de trabajar.

El umbral de estancia mínima suele ser modesto, en comparación con la mayoría de las visas de jubilación. La visa dorada de Portugal solo requiere que los titulares estén en el país siete días al año, por lo que es fácil evitar alcanzar el umbral para la residencia fiscal, dice Julian.

Desventajas: Es caro. Muy caro. Italia tiene uno de los umbrales más bajos: una inversión mínima de 250,000 euros (alrededor de $290,000). El programa de Portugal, uno de los más populares según los especialistas en reubicación, tiene un mínimo de 500,000 euros para inversión en negocios. En Grecia, todavía puedes obtener una visa dorada comprando una casa, pero el precio varía por región desde 400,000 hasta 800,000 euros.

 Visa para nómada digital

Si puedes trabajar desde cualquier lugar, ¿por qué no trabajar realmente desde cualquier lugar? Las visas para nómadas digitales otorgan el derecho de vivir y trabajar de forma remota en otro país durante un período prolongado (generalmente hasta 12 meses, y a menudo renovable) si cumples con un umbral de ingresos esperados.

Aunque eran poco comunes antes de la pandemia, las visas para nómadas digitales ahora están disponibles en más de 70 países en Europa, África, Asia y las Américas, según Citizen Remote, que proporciona información y recursos sobre estos programas. 

Ventajas: A diferencia de las visas de jubilación, las visas de nómada digital te permiten trabajar, lo que las convierte en una buena opción para los adultos mayores que solo están parcialmente jubilados. Te dan la oportunidad de experimentar un nuevo país como un lugareño sin el compromiso de una visa de residencia. Si hay un lugar en el que has soñado vivir, una visa de nómada digital puede ser tu boleto para "trabajar desde el paraíso", como Elamir llama al programa de Costa Rica.

Desventajas: El requisito de ingresos suele ser más alto que para una visa de jubilación, porque los ingresos del trabajo no son ingresos garantizados como el Seguro Social o una pensión. Algunos países exigen prueba de empleo o experiencia laboral, como declaraciones de impuestos o facturas de clientes. Y mientras algunas visas para nómadas digitales ofrecen un camino hacia la residencia permanente, otras limitan estrictamente la duración de la estancia. Revisa las reglas si tu plan a largo plazo es vivir en ese país.

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