Vida Sana
El mes de junio en Phoenix trajo una racha de días con temperaturas récord de más de 110 °F. En el sur de Florida, las temperaturas del océano aumentaron tanto que bañarse en el mar era casi como entrar a un jacuzzi.
Mientras que los jubilados que acudieron en masa a Florida y a Arizona para pasar allí sus años dorados han estado soportando temperaturas cada vez más altas, Ken Kahn disfruta de un verano relativamente normal, con temperaturas que no llegan a los 90 °F.
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Eso se debe a que cuando él y su esposa, Joanne Kalp, se mudaron en el 2018 al lugar donde pasarían sus años de jubilados, eligieron un sitio donde calcularon que los efectos del cambio climático serían menos severos: Asheville, Carolina del Norte, en las montañas Blue Ridge.
Las temperaturas de verano en Asheville normalmente se ubican, en promedio, entre los 80 y 90 °F, y los inviernos son suaves. “Aquí hay resiliencia climática”, dice Kahn, de 71 años. “Todavía no tenemos condiciones extremas”.
La elección de los Kahn podría ser una indicación de lo que sucederá en el futuro. Los expertos en climatología predicen que las temperaturas en las tradicionales mecas jubilatorias del cinturón del sol (Sun Belt) se volverán menos tolerables en los próximos años, y es posible que las personas mayores quieran buscar alternativas más frescas.
“Es probable que las personas reconsideren los destinos jubilatorios populares que están en áreas muy calurosas”, dice Benjamin Strauss, director ejecutivo y científico principal en Climate Central, una organización que investiga y difunde información sobre los efectos del cambio climático.
Strauss dice que el abrasador mes de julio del 2023 es solo un atisbo de lo que se verá en los próximos años. “Este verano no es simplemente una anormalidad aislada, y dentro de unas pocas décadas podría parecer un verano promedio, o incluso fresco”, advierte.
Para los jubilados, no se trata solo de la incomodidad de sudar:
- Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las personas mayores de 65 años se encuentran entre las más vulnerables a sufrir enfermedades o morir a causa del calor.
- Quienes viven en localidades muy calurosas pagan facturas de electricidad más altas y deben hacer frente a costos altísimos de seguros de propiedad debido a los eventos meteorológicos extremos asociados con el cambio climático.
- Al estar encerradas en el hogar, con aire acondicionado, es posible que las personas mayores reduzcan su movilidad y actividad, señala Jesse M. Keenan, profesor de Planificación Inmobiliaria y Urbana en la Universidad Tulane, dedicado a investigar la adaptación al cambio climático.
“Con el tiempo, creo que estos factores realmente se van a sumar y van a motivar a las personas a buscar otras alternativas”, dice.
Y no es solo el calor
¿Qué lugares deberían considerar los jubilados que desean evitar el calor? “Muchos de los estados del norte tienden a tener temperaturas moderadas”, dice Vivek Shandas, profesor de Geografía en la Universidad Estatal de Portland en Oregón, quien se especializa en las implicaciones del cambio climático. Él recomienda que las personas mayores preocupadas por la tendencia de calentamiento se fijen en el cinturón de estados que se extiende desde Nueva Inglaterra a través del Medio Oeste y hasta la región del Pacífico en el oeste.
Las temperaturas de tres dígitos no son la única consideración climática para los jubilados que evalúan una mudanza.
“Las inundaciones recientes en Vermont muestran que incluso las áreas que se perciben como seguras en materia de desastres pueden sufrirlos, y esos desastres pueden ser graves”, dice Benjamin Keys, economista y profesor en la Facultad Wharton de la Universidad de Pensilvania, quien ha estudiado los impactos climáticos. “Es imposible escaparse del clima, pero algunas áreas probablemente se beneficiarán de inviernos más leves y desastres relativamente infrecuentes”.
También es importante que un lugar con temperaturas más frescas tenga otras cosas que necesitan las personas mayores. “Cuando las personas exploran otros lugares, una de las principales consideraciones debe ser el acceso al cuidado de la salud”, dice Keenan. “No te puedes mudar al medio de la nada. Necesitas estar cerca de sistemas de salud y de especialistas”. El precio de la vivienda es otro factor que debes tener en cuenta, además de aspectos relacionados con la calidad de vida, como oportunidades culturales y recreativas.
Los siguientes son seis estados para considerar si estás buscando un lugar sin temperaturas extremadamente altas para cuando te jubiles.
Maine
Maine se ha visto afectado por el cambio climático —de acuerdo con datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), las temperaturas promedio han aumentado casi 3.5 °F desde comienzos del siglo XX—, pero los veranos continúan siendo relativamente frescos, con temperaturas superiores a 90 °F solo unos pocos días al año. Los inviernos tienden a ser fríos y nevosos, pero eso no parece desanimar a las personas mayores (proporcionalmente, Maine tiene la mayor cantidad de habitantes de 65 años o más), y podría ser un beneficio agregado si te gustan los deportes de invierno, como el esquí de travesía.
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