El dilema de mudarse: ¿alquilar o comprar?

Al alquilar, los gastos iniciales son más bajos —básicamente, un depósito de garantía equivalente a uno o dos meses de alquiler—, pero el monto de la renta puede aumentar considerablemente de contrato a contrato. Desde abril del 2019 hasta abril del 2023, la mediana del costo de un apartamento en Estados Unidos aumentó más del 20%, de $1,619 a $1,967, según Rent.com, un sitio web con propiedades de alquiler.

2. ¿Cuánto deseas simplificar tu vida?

Mudarse de Huntington, Nueva York, a St. Petersburg, Florida, en el 2021 simplificó muchísimo la vida de Chris McDonald. “Vendí mi casa, que era difícil de mantener”, dice. “Yo tengo artritis, y la casa también necesitaba muchas reparaciones”. 

McDonald, de 70 años, trabaja a tiempo parcial como tutor en línea. Alquila un condominio en un complejo para personas mayores de 55 años, donde no tiene que arreglar nada y tiene acceso a cuatro piscinas. 

Después de años de ser propietaria, Jeanine Consoli también disfruta de las menores responsabilidades de vivir en un apartamento alquilado. En vez de una casa de tres plantas, “ahora tenemos un hogar de dos dormitorios en una sola planta”, dice. “Es más fácil de limpiar, más fácil de enfriar, más fácil de mantener”.

“El deseo de simplicidad puede ser un factor importante para muchas personas”, dice Barbara O’Neill, profesora jubilada de la Universidad Rutgers y autora del libro Flipping a Switch: Your Guide to Happiness and Financial Security in Later Life. “No tener que hacer el mantenimiento de una casa, no tener que cortar el césped o palear nieve”.

Por otro lado, si uno de los placeres de tu vida es recorrer la casa con herramientas en la mano y hojear revistas de mejoras para el hogar, eso sería una desventaja; sentirías que te falta algo siendo inquilino. “Ser dueño de una casa te da la oportunidad de modificarla de acuerdo con tus necesidades y tus deseos específicos”, observa Miser.

3. ¿Cuán claros son tus planes a largo plazo?

Alquilar es una buena opción si te estás mudando a un lugar donde no tienes la certeza de quedarte por el resto de tu vida, dice Scott Fuller, agente inmobiliario y asesor de mudanzas en Arizona. 

Una pareja mayor “podría ir a un lugar que visitaron un par de veces y pensar que les va a gustar, pero no estar totalmente seguros”, dice Fuller, quien se especializa en ayudar a las personas que se mudan desde el sur de California y el área de la bahía de San Francisco. “Entonces, no quieren comprar de inmediato”. 

En esos casos, él sugiere buscar un alquiler a corto plazo, lo cual te permite ver si el nuevo lugar realmente se adapta a tu estilo de vida y a tu presupuesto, y te da la flexibilidad de comprar algo si descubres rápidamente que es así.

Si te mudas lejos de tus amigos y tu familia, alquilar —en vez de comprar— te puede dar la oportunidad de ver cómo te adaptas a estar tan lejos, dice O’Neill. “A veces, las personas pueden querer alquilar a modo de experimento, para ver cómo la mudanza afecta sus relaciones y con qué frecuencia pueden viajar para ver a sus seres queridos”. 

En definitiva, se trata de tener o no tener certeza, dice Kris Jerke, presidente de Ascend Financial en Sioux Falls, Dakota del Sur.

“Si después de hacer una investigación cuidadosa y de visitar la zona que estás considerando te sientes cómodo, entonces yo recomendaría comprar en vez de alquilar”, dice. “Si estás algo inseguro y necesitas más tiempo para sentirte más cómodo con tu decisión, alquilar es la opción prudente. Estás tomando una decisión que probablemente te afecte el resto de tu vida, por lo que debes sentirte cómodo con lo que decidas”.

4. ¿Cuán bien conoces el lugar que elegiste para jubilarte?

Incluso si decides de inmediato que una ciudad o una localidad específica es perfecta para tus necesidades, te llevará algún tiempo conocer el lugar para identificar qué vecindarios son mejores para ti. Alquilar durante unos meses o un año mientras conoces el área puede ayudarte a tomar una decisión más informada sobre dónde sentar raíces. 

Cuando los Consoli llegaron a Sarasota, querían una casa cerca de la playa, dice Jeanine. Pero después de ver cuán congestionada podía estar la ruta desde la costa hasta el centro cuando la ciudad está repleta de visitantes, ella cambió de idea. “Yo tenía el sueño de vivir ahí, pero ahora no quiero eso”, comenta. 

McDonald dice que cuando llegó a St. Petersburg “tenía la intención de comprar, pero no sabía dónde quería establecerme”. El lugar que alquiló “está bien por ahora”, dice, pero el condominio de dos dormitorios y dos baños es demasiado grande para lo que él necesita y “está frente al agua, lo que es peligroso durante un huracán”, de modo que está explorando otras áreas de la ciudad. 

“Mi plan es buscar un lugar más pequeño en St. Pete, tal vez una casa este verano”, dice. “Solo me mudaría si puedo comprar”. 

5. ¿Cuándo —y cómo— podrían cambiar tus necesidades físicas?

La mayoría de nosotros queremos envejecer en nuestro hogar, pero eso puede requerir modificar el espacio a medida que envejecemos. Piensa en qué problemas de salud o movilidad podrían enfrentar tú o tu pareja con el tiempo y evalúa cuál de las dos alternativas —comprar o alquilar— ofrecería las mejores opciones para satisfacer las necesidades futuras.

Comprar te da más libertad para hacer renovaciones de seguridad y accesibilidad, como agregar una rampa en la entrada, barras de sostén o una ducha a nivel del piso. Deberías considerar esos costos potenciales cuando evalúas una compra; pueden variar mucho, desde unos pocos cientos de dólares para instalar luces con sensores detectores de movimiento hasta $50,000 para una remodelación completa, según Fixr, un sitio web dedicado a las mejoras del hogar. 

Ten presente que la acogedora cabaña que es ahora ideal para una pareja sola podría tener limitaciones en el diseño que compliquen el tipo de reformas que podrías necesitar en un futuro.

Las leyes federales permiten que los inquilinos hagan modificaciones para envejecer en el lugar en ciertas circunstancias limitadas, pero tendrás que acordarlo con el propietario y tal vez debas volver el lugar a su estado original si te vas. “En realidad, podría costar más deshacer los cambios que hacerlos”, dice Richard Acree, fundador de ADA Inspections Nationwide, una empresa de Brentwood, Tennessee, que inspecciona edificios para determinar su conformidad con la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA). 

El lado positivo de alquilar es la flexibilidad. Del mismo modo que puedes buscar un lugar más económico si el alquiler aumenta mucho, puedes buscar un edificio de apartamentos con ascensor si las escaleras que actualmente llevan a tu espacio encantador se convierten en un problema para tus articulaciones. 

6. ¿Estás dispuesto a esperar para tener la casa de tus sueños?

Incluso si realmente deseas comprar, podría valer la pena esperar. “Hay tan poco inventario, porque con las tasas de interés todavía altas, nadie quiere vender su casa y estar expuesto a tasas de interés mucho más altas al comprar otra”, explica O’Neill. “Ese puede ser un motivo para alquilar, simplemente esperar a que pase este estancamiento, lo que podría llevar algún tiempo”.

Sin embargo, si la venta de tu viejo hogar te reporta ganancias excepcionales y tienes suficiente dinero en efectivo para comprar una casa nueva sin pedir un préstamo, tal vez no haya mucho motivo para esperar, observa. 

Jeanine y Tony Consoli están pasando de un contrato de alquiler con renovación anual a uno —algo más caro— con renovación mensual, ya que anticipan retomar la búsqueda de un hogar para comprar. “Probablemente exploremos un poco este verano”, dice Jeanine. 

No se arrepiente de haber esperado. Alquilar “nos dio libertad para decidir cómo será nuestro próximo capítulo”, explica.