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Los precios de los alimentos podrían dispararse. 11 maneras en las que estás gastando demasiado en el supermercado

Podrías estar pagando más de lo necesario por los alimentos si cometes estos errores.


Un recibo largo se despliega de un carrito de compras del supermercado lleno de comestibles.
Danielle Del Plato

Las personas jubiladas que viven con ingresos fijos han sufrido el impacto del alza en los precios de los alimentos.

Los precios de los comestibles en enero del 2025 fueron un 0.6% más altos que el mes anterior y aumentaron un 2.5% en comparación con hace un año, según el índice de precios al consumidor de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. Para algunos productos, como los huevos, los aumentos de precios han sido mucho más pronunciados.  

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Pero no le eches toda la culpa a la inflación por el costo de los alimentos (o a la gripe aviar, en el caso del precio de los huevos). Tus hábitos de compras podrían ser un factor contribuyente.

"Hay muchas formas en que los jubilados pueden reducir su factura de comestibles y ayudar a evitar el gasto excesivo", dice Laura Adams, autora de Money Girl’s Smart Moves to Grow Rich y analista en el sitio web de comparación de productos y servicios financieros Finder.com.

Para ahorrar en el supermercado, asegúrate de no cometer estos 11 errores.

1. No aprovechas los descuentos para personas mayores

Varios supermercados en todo el país ofrecen descuentos a personas mayores de una edad específica, generalmente entre un 5 y un 10% de descuento en tu factura de comestibles (algunos artículos pueden estar exentos).

Los descuentos para personas mayores generalmente se ofrecen un día específico de la semana. Algunas cadenas grandes, como Giant y Safeway, no los ofrecen en todas sus ubicaciones, pero sus tiendas individuales pueden hacerlo, así que es mejor que consultes con tu tienda local.

2. Vas a la compra sin un plan

Crea un plan de comidas para la semana antes de ir a la tienda de comestibles para asegurarte de que solo compres lo que necesitas y evites el desperdicio de alimentos. Al planificar tu menú semanal, elige recetas que tengan los mismos ingredientes para que puedas usar todo lo que compras sin malgastar.

"Si quieres ahorrar aún más, revisa los anuncios de las tiendas locales para ver qué está en oferta y elegir recetas que usen estos alimentos con descuento", sugiere Andrea Woroch, una consultora financiera.

Además, revisa tu refrigerador, congelador y despensa antes de ir de compras. "Al preparar el plan de comidas para la semana, es importante hacer un inventario de lo que ya tienes a mano y elaborar tus recetas y lista de compras a partir de ahí", señala Jill Sirianni, copresentadora del pódcast Frugal Friends y coautora de Buy What You Love Without Going Broke.

3. Compras frutas y verduras fuera de temporada

Normalmente puedes comprar tus frutas y verduras frescas favoritas sin importar si están en temporada, pero a menudo resulta costoso. "Los productos agrícolas de temporada siempre son más económicos y deberías incorporarlos en tu plan de comidas y lista de compras cada semana", dice Sirianni. Si no estás seguro de qué productos están en temporada en tu área, revisa el sitio web Seasonal Food Guide (en inglés).

4. Pasas por alto las frutas y verduras congeladas

No tienes que evitar por completo las frutas y verduras fuera de temporada. De hecho, puedes ahorrar dinero en la mayoría de las compras de productos agrícolas sin comprometer la frescura si te diriges a la sección de alimentos congelados.

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"Ya que estos alimentos se congelan en su punto óptimo de maduración, conservan todo su contenido nutricional, pero cuestan menos dinero y la forma en que se almacenan reduce las posibilidades de que se echen a perder demasiado pronto", dice Sirianni. 

Almacenar frutas y verduras congeladas también puede ayudarte a consumir la cantidad diaria recomendada de vegetales (2 a 3 tazas), algo que solo consiguen el 12.5% de los adultos de 51 años o más, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

5. Compras demasiada comida al por mayor

Comprar grandes cantidades de alimentos tal vez tenía sentido cuando tu casa estaba llena de niños. Pero podría ser un gasto excesivo si tus hijos ya no viven contigo y eres incapaz de terminar un paquete de pretzels de 3 libras antes de que se pongan rancios. 

"Esto es especialmente cierto en el caso de los alimentos frescos, pero incluso las bolsas grandes de frutas, verduras y otros alimentos congelados pueden echarse a perder con el tiempo en el congelador debido a las quemaduras por el hielo", advierte Woroch.

6. Te quedas en los pasillos centrales

Los pasillos del centro del supermercado están llenos de productos envasados que suelen ser costosos, mientras que la carne, el pescado, los lácteos y otros productos frescos suelen encontrarse en el perímetro de la tienda, explica Sirianni. 

"No solo es beneficioso para nuestra salud que estos alimentos compongan la mayor parte de nuestra dieta, sino que también es beneficioso para nuestros bolsillos", señala. "Cuando compras muchos productos en los pasillos centrales, estás pagando más por la comodidad y el empaque".

7. Compras artículos no comestibles en el supermercado

Comprar artículos para el hogar y de higiene personal en la tienda de comestibles puede ser conveniente pero costoso. "Si no compras por separado los artículos no perecederos como el jabón y los productos de papel que puedes conseguir en grandes cantidades con descuento, probablemente estás pagando demasiado", indica Adams.

También puedes ahorrar dinero suscribiéndote a ciertos artículos. Por ejemplo, Amazon ofrece descuentos en compras recurrentes de muchos artículos para el hogar a través de su opción  Subscribe & Save (Suscríbete y ahorra); cuando configuras la entrega automática para cinco o más artículos, puedes ahorrar un 15% adicional. Además, Chewy.com ofrece descuentos si programas el envío automático de ciertos alimentos para perros.

8. No usas las aplicaciones de las tiendas

"Si ignoras las aplicaciones de los supermercados puedes acabar pagando de más", advierte Woroch. Al registrarte en el programa de lealtad de tu supermercado y usar su aplicación móvil, es fácil ver qué está en oferta antes de ir de compras y recortar cupones digitales que puedes aplicar automáticamente cuando escaneas tu tarjeta de lealtad o ingresas tu número de teléfono al pagar. 

Algunas aplicaciones, como la aplicación Target Circle, incluso tienen un escáner de códigos de barras que te permite escanear artículos mientras recorres la tienda para ver si están de oferta, señala Woroch.

9. Eres demasiado leal a las marcas conocidas

Con los años, es posible que hayas desarrollado un apego a ciertas marcas de alimentos, pero esa lealtad conlleva un costo.

"Las marcas de las tiendas han avanzado mucho en la última década, ofreciendo ingredientes de mayor calidad e incluso opciones más saludables como alimentos sin gluten y orgánicos", explica Woroch. "Vale la pena explorar y probar nuevas opciones que pueden ahorrarte del 30 al 50% en comestibles". Si no estás contento con el producto, tu supermercado podría reembolsarte el precio de la compra, añade.

Comprar en una sola tienda de comestibles también puede ser costoso. Otros supermercados podrían tener precios más bajos o mejores ofertas en los artículos que compras regularmente. Woroch recomienda usar la aplicación Flipp para ver los folletos de los supermercados locales y comparar precios sin tener que visitar cada tienda.

10. Usas la tarjeta de crédito equivocada

Usar una tarjeta de crédito con un programa de recompensas para hacer compras de comestibles puede ser beneficioso, si usas la tarjeta correcta. 

"Si no usas una tarjeta de crédito para maximizar las recompensas basadas en la tienda en la que compras, estás perdiendo dinero", dice Adams. "Por ejemplo, las tiendas mayoristas suelen ofrecer tarjetas de crédito con su marca que incluyen descuentos, recompensas y beneficios adicionales. O puedes usar una tarjeta de recompensas que pague un reembolso en efectivo competitivo por las compras de comestibles".

Si tienes una tarjeta de crédito con reembolso en efectivo, revisa los términos de recompensa para asegurarte de que tus hábitos de compra reúnen los requisitos para recibir la devolución de dinero. Puedes comparar tarjetas de crédito en sitios como Nerdwallet, Bankrate o WalletHub para encontrar una que ofrezca un mayor reembolso en efectivo por los alimentos y artículos que compras regularmente.

"Solo ten en cuenta que si no pagas el saldo mensual de la tarjeta en su totalidad, puedes acumular intereses que reducirán los beneficios netos de la tarjeta", advierte Adams.

11. Tiras los recibos

No deseches tus recibos del supermercado sin antes comprobar si hay ofertas. "Algunos recibos pueden ofrecer cupones para comercios locales o incluso descuentos en futuras compras de alimentos", señala Woroch. "Recientemente conseguí una oferta en Sprouts de $10 de descuento en una compra de $75". Ella recomienda envolver el recibo alrededor de tu tarjeta de crédito para que no olvides usar la oferta la próxima vez que vayas de compras. 

Woroch también aconseja usar la aplicación Fetch para tomar fotos de los recibos y ganar puntos que se pueden canjear por tarjetas de regalo para una variedad de tiendas y restaurantes "para que puedas disfrutar de una comida sin descarrilar tu limitado presupuesto jubilatorio". Otras aplicaciones móviles que te permiten recibir reembolsos en efectivo por escanear recibos incluyen Ibotta, CoinOut y Receipt Hog.

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