Cuatro pasos para lidiar con un acosador en el trabajo
Las siguientes acciones pueden ayudarle a enfrentar el acoso en la oficina, incluido con quién debe hablar y cómo los compañeros de trabajo pueden ayudar a combatir el acoso.
1. Documenta todo. Si sospechas que eres el objeto de un acosador, mantén un registro escrito de los incidentes, dónde y cuándo sucedieron (incluye las videoconferencias) y cualquier testigo que pudiera haber, dice la experta en carreras profesionales Vicki Salemi, de Monster. De ser posible, guarda copias de los correos electrónicos y mensajes de texto que sean relevantes.
Norman comenzó a tomar notas sobre su acosador, “desde el encuentro más pequeño hasta el incidente más grande, con fecha y hora”, dice. Esa documentación fue necesaria cuando recurrió a los representantes de la compañía en busca de ayuda. Ahora es consultora para empresas que buscan crear lugares de trabajo inclusivos.
2. Detenlo cuando ocurre. Dado que la conducta de intimidación por lo general se intensifica si no se controla, Pelletier sugiere abordarla en cuanto sucede. Responder a un compañero de trabajo grosero con una objeción como “no había motivo para eso” o incluso una salida humorística como “bueno, parece que alguien se levantó con el pie izquierdo esta mañana” puede advertir al acosador que no eres un blanco fácil.
Por supuesto que si el acoso proviene de un supervisor o alguien con un puesto más alto en la organización, esas interacciones pueden ser más difíciles por la jerarquía y la política de la oficina. En algunos casos, abordar el problema en forma privada con la persona en cuestión puede ayudarte a entender si estás tratando con alguien que tiene un problema legítimo —y lo está manejando mal— o con un verdadero acosador.
3. Busca apoyo de tus colegas. Salemi alienta a quienes están experimentando acoso a que recurran a compañeros de trabajo de confianza y a aliados dentro de la compañía en busca de apoyo y para corroborar los hechos si es que han sido testigo de la conducta acosadora. Ella sugiere buscar apoyo externo, porque el acoso puede ser una experiencia difícil desde el punto de vista emocional y psicológico y tiene un “efecto multiplicador en términos de depresión, ansiedad y estrés”. Y recomienda buscar la ayuda de un consejero de salud mental para controlar esos sentimientos. Un mentor, un familiar o un amigo sensato también pueden ser buena fuente de apoyo y consejo.
4. Lleva tu caso a los niveles superiores. Si la conducta continúa, tal vez debas recurrir a tu supervisor o al departamento de Recursos Humanos. Este es el punto en que la documentación que tengas sobre los incidentes y el apoyo de testigos pueden ser útiles. El departamento de Recursos Humanos seguirá las prácticas establecidas para abordar las conductas de tu compañero de trabajo que te hacen sentir incómodo.
Pelletier advierte que el papel del departamento de Recursos Humanos es mitigar el riesgo de la empresa, no abogar por los empleados. Si el departamento de Recursos Humanos no puede resolver la situación en forma que te resulte satisfactoria, tal vez debas considerar otras opciones.
Al igual que muchos empleados acosados, Norman decidió que lo mejor para ella era dejar la empresa. Pelletier llevó a su empleador a juicio y llegó a un acuerdo con la compañía. Ahora trabaja con empresas e individuos para ayudar a prevenir el acoso laboral.
“Cuanto más hablo de esto, más poder le quito [al acoso]. Así que es bueno para todos”, dice.
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