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Correr no es para todos. Aquí te explico cómo obtener los beneficios cardiovasculares y musculares de correr sin necesidad de golpear el pavimento.
Realiza estos cuatro ejercicios en orden, y estarás entrenando tu cuerpo tal como lo haría un corredor. Descansa 30 segundos entre cada uno. Haz el plan completo dos veces (alrededor de 10 minutos en total), ¡y eso es una milla!

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1. Elevaciones de pantorrilla con peso corporal
- Párate en el escalón más bajo de una escalera, mirando hacia las escaleras; agárrate de una barandilla para mantener el equilibrio. Coloca las bolas de tus pies en el borde del escalón para que tus talones cuelguen.
- Levanta tus talones lentamente lo más alto que puedas, luego bájalos lo más bajo que puedas. Haz tantas repeticiones como sea posible. (Si no te sientes estable en un escalón, intenta hacer el movimiento con ambos pies en el suelo en su lugar).

2. Boxeo de sombra
- Ponte en una posición de boxeo con los pies a la anchura de las caderas, los codos cerca de tu cuerpo y los puños frente a tu cara.
- Da un paso atrás con tu pierna izquierda y dobla un poco las rodillas.
- Lanza un golpe con tu mano derecha, reinicia, luego lanza un golpe con tu mano izquierda mientras giras tu torso hacia la derecha. Lanza un total de 10 golpes, luego cambia tu postura y haz lo contrario, retrocediendo con tu pie derecho.
- Cambia de postura cada 10 golpes; boxea hasta que te sientas un poco cansado.

3. Estocadas con el peso corporal
- Párate con la espalda recta, los pies separados a la anchura de las caderas, los brazos a los lados.
- Da un paso adelante con tu pierna izquierda, inclinándote hacia adelante hasta que tu rodilla izquierda esté sobre tus dedos del pie. (Tu pierna derecha debe estar lo más recta posible detrás de ti, con el talón derecho levantado del suelo).
- Empújate hacia arriba hasta la posición inicial. Ahora repite el movimiento, esta vez avanzando con tu pierna derecha y manteniendo tu pierna izquierda recta. Continúa alternando entre tu pierna izquierda y derecha tantas veces como sea posible.

4. Saltar la cuerda sin cuerda
- Párate derecho con los brazos a los lados, las palmas mirando hacia adentro.
- Gira tus antebrazos en un círculo pequeño y salta como si estuvieras saltando la cuerda, manteniendo tus piernas y pies ligeramente separados. Mantén tu cabeza mirando hacia adelante. Solo salta del suelo una pulgada o algo así y aterriza en la punta de tus pies para reducir el estrés en tus rodillas.
- Continúa saltando a un ritmo cómodo hasta que te sientas un poco cansado.
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