Por qué los cuidadores familiares deben decir “no”

Aquí ofrezco algunas sugerencias:

Lo que es bueno para los cuidadores...

La mayoría de los cuidadores familiares han escuchado demasiadas veces que necesitan cuidarse a sí mismos programando y protegiendo su tiempo para las actividades de cuidado personal, como descansar, hacer ejercicio físico, disfrutar de la naturaleza, ver a amigos, y comer y dormir bien. Ellos saben, sin tener que escucharlo repetidamente, que el autocuidado repone energía, lo que los hace más resistentes y eficaces. Pero pocos cuidadores practicarán el autocuidado si piensan que este es un juego de suma cero en el que el cuidado personal se resta de la cantidad total del cuidado disponible para sus seres queridos. Deben convencerse de que esos familiares también se beneficiarán.

... puede ser bueno para quienes reciben los cuidados

A pocos individuos les gusta depender de sus cuidadores porque se sienten disminuidos y como niños. También se preocupan y se sienten culpables de la manera en que se ven afectados sus cuidadores al brindarles esos cuidados. Si bien en muchos casos ya no pueden realizar ciertas tareas y deben depender de otros, hay ocasiones en las que, con más tiempo y esfuerzo, pueden hacer algo por sí mismos, pero sus cuidadores ya han completado el trabajo. Cuando los cuidadores dicen que no, en realidad pueden estar brindando a quienes cuidan la oportunidad de actuar con mayor independencia. Por ejemplo, tal vez Kim pueda decirle a su madre que no tiene tiempo para llevarla al supermercado, y luego orientarla para pedir alimentos en línea que se entreguen a su casa. O ella podría pedirle a su madre que vaya al consultorio del médico con uno de los voluntarios de su iglesia, cumpliendo así dos objetivos: asistir a su cita y socializar con un compañero.

Separa los medios de los fines

Los cuidadores pueden decir no a una tarea específica y permanecer plenamente comprometidos con la prestación de cuidados y el bienestar de un familiar. La diferencia es que se han comprometido a cuidar de ese familiar, no a una manera específica de cuidarlo (como manejar todas las tareas por su cuenta). Kim, por ejemplo, podría decidir organizar a los familiares para que paguen por un servicio de limpieza para la casa de su madre, independientemente de si su madre prefiriera que Kim lo hiciera. No hay negligencia ni falta de amor en este caso.

Disfraza el “no” con aspectos prácticos

La mayoría de las veces, los cuidadores no necesitan ser tan directos ni duros como para decirle a un cuidador: “Me niego a hacer eso por ti”. En su lugar, decir que no debe emprenderse en un espíritu de colaboración al decir: “¿Cuál es la mejor manera de llevar a cabo esta tarea?”. Lo que generalmente es “mejor” es lo que funciona de manera práctica y emocional tanto para el receptor de cuidados como para el cuidador. Eso a menudo significa permitir que los cuidadores deleguen tareas a otros con un mínimo de culpa, sabiendo que todavía cumplen con sus responsabilidades.