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Cómo la actividad física beneficia a los cuidadores y a las personas a su cargo

Desde caminar hasta hacer taichí, mantenerse activo fortalece tanto el cuerpo como la mente, sin importar si eres quien brinda o recibe el cuidado.


Dos personas realizando ejercicios con pesas de mano
Paul Caldwell, de Beecher, Illinois, dirige sesiones de ejercicio por Zoom para amigos con Parkinson. Su esposa, Jenny, lo acompaña y lo motiva en los días difíciles.
Taylor Glascock

Cuando Catherine Popp fue diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano en el 2014, su pareja, Anthony Copeland-Parker, transformó la pasión mutua por correr maratones y carreras de 5 kilómetros en una estrategia de cuidado a tiempo completo. Basándose en investigaciones que demuestran que la falta de movilidad acelera el deterioro de la salud en pacientes con demencia, Copeland-Parker convirtió el movimiento en su medicina, manteniendo a Popp activa con caminatas de seis a 10 millas al día.

Tomó la decisión inusual de contratar auxiliares de cuidados, no para sentarse y ver televisión con ella todo el día, sino para caminar con Popp, una actividad adicional a las caminatas que él ya hacía con ella. Mediante su rutina de ejercicio diaria, Popp ha mantenido su fuerza física, ha evitado complicaciones como úlceras de decúbito y neumonía, y ha superado las expectativas de su médico al mantener cierta independencia, como alimentarse por sí misma.

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"El instinto natural es evitar el movimiento por temor a las caídas y lesiones, pero el verdadero peligro es la inactividad. Una vez que tu ser querido comienza a permanecer sentado todo el tiempo, se precipita la transición a la silla de ruedas y luego a la cama, donde comienzan aún más problemas de salud", advierte Copeland-Parker, autor de "Running All Over the World" y otro libro sobre su trayectoria con la enfermedad de Alzheimer.

Anthony Parker-Copeland y Catherine Popp
Anthony Copeland-Parker y Catherine Popp en su maratón número 50 en 2024.
Parker-Copeland

Once años después de su diagnóstico, Popp todavía recorre casi seis millas al día, pero ya no habla. "El vínculo que compartimos es más poderoso que las palabras", dice Copeland-Parker. "Ella todavía entiende lo que digo y aún nos reímos juntos".

Los beneficios de mantenerse físicamente activo

Muchos cuidadores tienen historias como esta y la evidencia científica los respalda. Las investigaciones muestran que la actividad física puede ayudar a las personas que viven con demencia, mal de Parkinson y otras condiciones neurológicas. Una revisión de 16 estudios, (en inglés) publicada en la revista científica The Gerontologist, encontró que los ejercicios simples realizados en casa pueden mejorar la condición física, el estado de ánimo, las actividades diarias e incluso el comportamiento, en personas con demencia. También descubrió que los cuidadores pueden aliviar su estrés cuando se unen a la actividad.

Un mito común es que las personas con demencia no pueden participar en actividades físicas debido a los problemas de memoria o cognitivos. El movimiento no solo es posible sino crucial, especialmente para mantener la movilidad y preservar la independencia, señala el Dr. Amit Shah, profesor adjunto de Medicina de Mayo Clinic en Scottsdale, Arizona.

Shah recomienda el entrenamiento con pesas en casa para conservar la fuerza. "Incluso las pesas pequeñas, de 3 a 5 libras, pueden fortalecer los brazos y los hombros para ayudar a las personas a mantenerse más independientes", añade.

Además de caminar y del entrenamiento de resistencia, ¿hay otros ejercicios beneficiosos? Todavía no se sabe con certeza, porque se han realizado estudios limitados sobre otros ejercicios aeróbicos. Sin embargo, cualquier actividad que aumente la frecuencia cardíaca puede ser beneficiosa para la salud, explica Robyn Culbertson, una fisioterapeuta geriátrica en Columbia, Carolina del Sur.

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La conexión entre la mente y el cuerpo

El ejercicio ofrece numerosos beneficios para el cuerpo y la mente, especialmente cuando incluye coordinación, secuenciación o instrucciones. Shah dice que las actividades que combinan movimiento y concentración ayudan a ejercitar el cerebro. "Creo que todo lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro", dice. Sabemos que el ejercicio protege contra la demencia, agrega Shah, y ese beneficio continúa durante las primeras etapas de la enfermedad.

"El taichí es una de las pocas formas de ejercicio que fortalece el cuerpo a la vez que calma la mente, y al ser una actividad relativamente suave es accesible para casi todas las personas, especialmente para los cuidadores, quienes a menudo descuidan su propio bienestar".

— David-Dorian Ross

Jenny Caldwell de Beecher, Illinois, está convencida de que su esposo, Paul, quien fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en el 2013, es mentalmente más fuerte gracias a su rutina regular de ejercicio. Durante la pandemia, Paul comenzó un programa de ejercicios por Zoom para amigos cercanos con la enfermedad de Parkinson. El grupo se reúne tres veces a la semana e incluye ejercicios de tronco, equilibrio y resistencia, así como actividades cardiovasculares de alto y bajo impacto. Jenny se une al grupo de ejercicios y motiva a Paul cuando tiene una mañana más difícil. Recientemente, los dos comenzaron una clase en un centro local para personas mayores que quieren hacer ejercicio, pero no pueden costear la membresía de un gimnasio.

Las rutinas del día se graban junto a la chimenea de Paul y Jenny Caldwell.
Los Caldwell graban sus rutinas en casa. Jenny atribuye el buen estado de Paul al ejercicio y la medicación.
Taylor Glascock

Hacer ejercicio como pareja nos mantiene en movimiento, pero más que eso, nos une más, es algo que hacemos el uno por el otro y juntos", dice Jenny. "Doce años después de su diagnóstico, nunca imaginamos que Paul estaría en tan buena forma. Gracias a su régimen de medicamentos y compromiso con el ejercicio, sus síntomas están bien controlados".

Ejercicios de fisioterapia

Las personas que viven con demencia, mal de Parkinson y otras enfermedades pueden beneficiarse de la fisioterapia continua para establecer y mantener una rutina regular de ejercicios. Es importante que estos pacientes y sus cuidadores familiares tomen la iniciativa y pregunten a sus proveedores de atención médica sobre la fisioterapia, que está cubierta por Medicare cuando hay una necesidad médica.

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Los cuidadores desempeñan un papel crucial a la hora de reforzar y promover el ejercicio entre sesiones, lo que hace que la terapia sea más efectiva con el tiempo, observa Culbertson, portavoz de la American Physical Therapy Association en Alexandria, Virginia.

"Muchos adultos mayores, especialmente aquellos con demencia o deterioro cognitivo, luchan por mantenerse motivados y recordar hacer sus ejercicios de fisioterapia", explica Culbertson. "Aquí es donde los cuidadores pueden realmente apoyar a sus seres queridos para asegurar un progreso constante".

Un estudio del 2022, (en inglés) que incluyó a más de 1,400 beneficiarios de Medicare con demencia que recibían cuidados en el hogar, mostró que la fisioterapia ayudó a las personas a mejorar su capacidad para realizar actividades cotidianas. Incluso unas pocas sesiones pueden marcar la diferencia, pero participar en más sesiones, de seis a 13 visitas, da aún mejores resultados.

Después de siete años trabajando con adultos mayores, Culbertson ha visto de primera mano que la actividad física no solo desarrolla fuerza, sino que también estimula la memoria, agudiza la cognición y ayuda a retrasar la progresión de la demencia. "El ejercicio regular reduce el riesgo de caídas y a menudo permite que las personas mayores permanezcan de manera segura en sus hogares por más tiempo", dice Culberston.

3 maneras fáciles de empezar a hacer taichí

Las investigaciones indican que practicar taichí, un ejercicio meditativo arraigado en la cultura china, podría ayudar a mejorar la función cognitiva en personas de 60 años o más. El análisis examinó 20 estudios, nueve de los cuales incluyeron datos sobre participantes con deterioro cognitivo leve, y encontró que este ejercicio de mente y cuerpo mejora la función cognitiva en tareas diarias en personas con deterioro leve, especialmente en áreas como la concentración, la toma de decisiones y la gestión de tareas.

David-Dorian Ross maestro de taichí en Brier, Washington, ha conocido a muchos adultos mayores ansiosos por probar el taichí pero que no sabían cómo comenzar. Ross sugiere estos pasos sencillos para empezar.

1. Únete a un grupo local

Consulta con parques cercanos, centros para adultos mayores o programas de bienestar comunitarios, muchos de los cuales ofrecen clases de taichí gratuitas o de bajo costo diseñadas especialmente para principiantes. Estos programas a menudo se llevan a cabo en espacios abiertos y accesibles, como salas de recreación o áreas al aire libre y son dirigidos por instructores que entienden las necesidades de los adultos mayores y aquellos con limitaciones de salud. Al elegir una clase, busca un grupo que tenga un ambiente relajado y amigable, cuyo objetivo sea disfrutar, practicar movimientos suaves y la conexión entre los participantes, en lugar de una técnica estricta o rutinas aceleradas.

2. Prueba las clases en internet

Si las clases de taichí en persona no están disponibles en tu área, no te preocupes, hay opciones en internet que facilitan la participación. Muchos instructores experimentados ofrecen videos gratuitos o de bajo costo diseñados específicamente para principiantes, con instrucciones claras y paso a paso. Busca clases descritas como "suaves", "para principiantes" o "para personas mayores", que tienden a centrarse en movimientos a un ritmo más lento y enfatizan la seguridad, el equilibrio y la respiración. La introducción al taichí, de AARP, con la experta en acondicionamiento físico Kathy Smith, (en inglés) es un excelente lugar para empezar.

3. Comienza en casa

El taichí es una práctica suave y de bajo impacto que los cuidadores y sus seres queridos pueden hacer juntos para apoyar el bienestar físico y emocional. Tan solo de cinco a 10 minutos al día de movimientos lentos y fluidos y respiración profunda pueden promover el equilibrio, la relajación y la conexión. Es accesible para todos los niveles de habilidad, con videos para principiantes y opciones de ejercicios sentados, lo que facilita comenzar a tu propio ritmo en la comodidad de tu hogar. 

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