Jaclyn Strauss tiene un consejo para los hermanos interesados en compartir los costos de cuidar a sus padres: aprovechen sus fortalezas.
Eso es exactamente lo que hicieron su hermano y ella a fin de prepararse para lo que ellos saben serán gastos considerables relacionados con los cuidados de su padre de 78 años que vive en Tampa, Florida. Aunque las necesidades iniciales de cuidado de su padre han sido relativamente pocas (un auxiliar remunerado lo atiende por un par de horas diarias en el hogar), los hermanos se han venido preparando para este momento durante varios años, con comunicaciones habituales y transparencia digital con todos los documentos importantes de sus padres. Su madre, una maestra jubilada que tiene 72 años, no ha necesitado cuidados a largo plazo, pero tiene limitaciones físicas y financieras que le impiden cuidar a su esposo.

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No importa que de niños, Strauss, una contadora pública de 43 años en Fort Lauderdale, Florida, y su hermano de 40 años que es médico en Tampa, se llevaban como perro y gato. Ahora son muy unidos, dice ella. Y cada uno contribuye su principal recurso a sus nuevas responsabilidades de cuidado, que ahora incluyen brindar ayuda financiera a sus padres.
“En mi trabajo, oigo todos los pormenores de las luchas internas y el resentimiento entre hermanos en este proceso; y eso es precisamente lo que no pasa entre mi hermano y yo”, dice Strauss, fundadora de 2ndVault, una empresa digital que organiza y almacena documentos e información importantes. “Nos planteamos el asunto preguntándonos primero: ‘¿Cuáles son las fortalezas que cada uno puede aportar?’”.
A medida que la generación de los baby boomers sigue envejeciendo, este tema —cómo dividir entre hermanos de forma justa y cordial los costos de los cuidados— surgirá cada vez más. Aproximadamente el 70% de los mayores de 65 años necesitarán algún tipo de cuidados a largo plazo antes de morir, según un análisis del Urban Institute. Y muchos no han ahorrado lo suficiente para esos cuidados. Según un informe de AARP del 2021, tres cuartas partes de los cuidadores familiares encuestados pagaron de su bolsillo un promedio de $7,200 al año para los gastos de un ser querido, desde vivienda y medicamentos hasta cuidados diurnos para adultos.
A continuación, los consejos que varios planificadores financieros y un especialista en prestación de cuidados tienen para los hermanos sobre las mejores maneras de navegar este trayecto financiero a menudo escabroso.
1. Reconoce el reto
Un primer paso crítico es sencillamente reconocer y validar lo difíciles que son los cuidados a largo plazo para todos los participantes, dice Marguerita Cheng, asesora financiera certificada en Potomac, Maryland. No solo es difícil para el padre o la madre, sino también para los hermanos que tratan de apoyar ese tipo de cuidados, tanto emocional como financieramente.