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El Seguro Social y Medicare son los programas más eficaces y esenciales en la historia de Estados Unidos para combatir la pobreza. El Seguro Social sirve como la mayor fuente de ingresos de jubilación para la mayoría de sus casi 69 millones de beneficiarios, mientras que para más de 68 millones de personas, Medicare es la fuente principal y, para muchas otras, la única fuente de atención médica.
En estos tiempos inciertos, AARP está redoblando sus esfuerzos para preservar y fortalecer ambos programas.

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La discusión sobre cómo alcanzar estos objetivos debe comenzar con un reconocimiento importante: el Seguro Social y Medicare no son beneficios regalados. Son beneficios ganados; promesas sagradas que deben cumplirse. Para las generaciones más jóvenes, estos programas representan un recurso esencial para la seguridad futura en la jubilación. Para los adultos mayores y las personas con discapacidades en el país, aseguran el acceso a necesidades como comestibles, vivienda y atención médica. El Seguro Social y Medicare representan lo mejor de los valores de Estados Unidos: seguridad, dignidad y estabilidad económica.
Únete a la lucha de AARP para proteger tu Seguro Social
Tú has trabajado duro y has aportado al Seguro Social con cada cheque de nómina. Pero recientemente, hemos escuchado a miles de personas que quieren saber más sobre el futuro del Seguro Social. Esto es lo que puedes hacer:
- Dile al Congreso que refuerce el servicio al cliente del Seguro Social.
- Infórmate sobe cómo AARP está luchando para que el Seguro Social continúe siendo sólido.
- Conoce más sobre cuál es la situación en las oficinas del Seguro Social en todo el país en este momento.
- Obtén consejos de expertos sobre los beneficios del Seguro Social y encuentra respuesta a preguntas comunes.
Con 90 y 60 años respectivamente, el Seguro Social y Medicare requieren ajustes para seguir siendo sostenibles. Sin acción del Congreso, los beneficios del Seguro Social podrían reducirse en casi un 17% en la próxima década —una pérdida de alrededor de $4,000 al año para el beneficiario jubilado promedio—. La falta crónica de fondos también ha llevado a tiempos de espera récord para aquellos que buscan ayuda o solicitan beneficios vitales por discapacidad. Mientras tanto, el fondo fiduciario de Medicare podrá pagar todos los beneficios hasta el 2035, pero aún se necesitan soluciones a largo plazo para garantizar su salud financiera para las futuras generaciones.
Abordar estos problemas requiere compromiso bipartidista y acción oportuna.
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