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5 razones para no comprar un convertible

Esa sensación de vida despreocupada y al aire libre tiene un costo que no se limita al dinero.


spinner image Pareja conduce un auto convertible
Getty Images

 

​Conducir con la capota baja, el cabello al viento, el destello de la luz en tus gafas de sol, y sin nada que te cubra salvo el cielo azul. Es el sueño del viaje en automóvil en nuestro país. Es la libertad de la carretera que se abre ante tus ojos. Es James Dean y los Beach Boys.

Aun así, existen algunos inconvenientes como resultado de manejar convertibles que podrían llevar a los conductores mayores a reconsiderar este tipo de autos. A continuación, te presentamos cinco detalles que deberías conocer antes de comprar un automóvil descapotado.

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1. El precio de compra y las primas de los seguros son más altos

Las compañías de seguros de automóviles, como Progressive, advierten a los compradores que cuanto más caro sea el automóvil, más alta será la prima, y los convertibles por lo general son más caros que los automóviles con capota dura. Por ejemplo, mientras que el precio de un Mustang cupé del 2022 con capota dura comienza en $28,865, el del Mustang convertible con el mismo nivel de equipamiento comienza en $34,365, una diferencia de $5,500. Además, según Progressive, muchas compañías de seguros consideran que los convertibles presenta un mayor riesgo de necesitar reparaciones, así que las primas pueden ser entre un 17 y un 19% más altas para un descapotable.

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2. La exposición al sol

He aquí una consideración muy práctica: ¿cuánto tiempo quieres pasar sentado al sol? Cuando te relajas en el patio o en la playa, ¿no estás por lo general bajo un toldo o una sombrilla? La exposición a los dañinos rayos ultravioletas es la causa principal del cáncer de la piel, según la American Cancer Society. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades reportan que el cáncer de la piel es el más común en Estados Unidos, y que se diagnostica este tipo de cáncer a alrededor de 4.3 millones de personas cada año. Cierto que puedes cubrirte de protector solar, y así debes hacerlo, pero también es posible que decidas que bajar la capota sea un placer que no valga la pena.

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3. Ruido, ruido y más ruido

Conducir en la carretera sin nada por encima salvo el cielo significa que también estás expuesto al ruido, y es posible que sea mucho ruido. Escucharás el viento, el estruendo del motor, los sonidos de la carretera (por ejemplo, el sonido de los neumáticos en el pavimento) y el ruido del tráfico que te rodea, incluso el claxon de los conductores que quieren hacerte saber que conduces un convertible fantástico.

Todo ese ruido causa una fatiga similar a la que crea el sonido de los motores de reacción de un avión, y tal vez resulte ser algo más que una molestia. Un estudio realizado por investigadores en Misuri y Texas midió los niveles de presión sonora en los convertibles que viajan a las velocidades típicas de la autopista. A 55 millas por hora con la capota baja, el 80% de los autos produjeron niveles de ruido por encima de los 85 decibeles, que es comparable al desagradable ruido de una aspiradora. A 75 millas por hora, los niveles de ruido alcanzaron un promedio de 89.9 decibeles. Así que mientras conducir a un restaurante cercano no te pondrá en riesgo de pérdida de audición, para los viajes por carretera más largos, los investigadores recomiendan subir la capota, que reducirá el ruido del viento. Aun así, subir la capota no hará que el auto sea tan silencioso como un automóvil de capota dura.

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4. Menos seguridad

Las aseguradoras de automóviles señalan que es mucho más fácil cortar el techo de un convertible que entrar a la fuerza en un vehículo convencional. Eso significa que tendrás que molestarte en sacar todos los objetos de valor que tengas en la guantera, el tablero de instrumentos y cualquier otro lugar del interior del convertible cada vez que lo estaciones. Luego está el costo de reparar un techo de lona que ha sido dañado, por lo que puedes pagar entre $900 y $1,500, según J.D. Power. Quizás te sientas tentado de repararlo por tu cuenta, pero un arreglo inadecuado puede crear filtraciones, más daños y situaciones potencialmente peligrosas a altas velocidades (una razón más por la que las aseguradoras cobran más a los propietarios de convertibles).

Si optas por un convertible de capota dura plegable, te ofrecerá mayor seguridad, pero también aumentará al precio del automóvil, reducirá la eficiencia del combustible (debido al peso adicional), y la capota ocupará más espacio en el maletero al plegarla.

5. ¿Y si hay mal tiempo?

Por último, debes considerar el clima en tu zona, porque cuando se pone malo el tiempo y tienes que subir la capota, el rendimiento disminuye. Las capotas de los convertibles tienen menos material aislante, así que cuando la temperatura enfría, es más difícil mantenerse caliente. Cuando llueve, las capotas de lona viejas de los convertibles pueden tener filtraciones que precisan reparaciones adicionales. Y algunas capotas son más resistentes que otras. La capota de lona de algunos autos deportivos exóticos equivale a poco más que un accesorio secundario. Los diseñadores en realidad piensan que vas a conducir el convertible solo bajo cielos azules despejados. Así que antes de comprar un convertible, asegúrate de probarlo con la capota puesta.

¿Cuán seguros son los convertibles?

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) publicó recientemente su estimación preliminar de las muertes por accidentes de tránsito en Estados Unidos para el año pasado e informó que murieron 42,915 personas en accidentes automovilísticos, un aumento drástico del 10.5% comparado con el 2020. Las muertes entre los conductores mayores de 65 años aumentaron aún más, un 14%.

Es lógico que estas estadísticas te hagan dudar de esas fantasías de conducir un convertible al aire libre, y te hagan preguntarte si quizás un automóvil más conservador sea una opción más segura.

“Nuestro estudio reciente de los accidentes de convertibles sugiere que no hay razones estadísticas para evitar un convertible desde el punto de vista de la seguridad en la carretera”, indica Joe Young, portavoz del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS), una organización sin fines de lucro de la industria. La entidad determinó que los convertibles más nuevos (de no más de cinco años) no son más peligrosos que los automóviles de capota dura en términos de accidentes y muertes de tránsito.

¿Por qué parecen ser los convertibles tan seguros como los vehículos tradicionales?

El IIHS sugiere que, si bien los convertibles no son mecánicamente más seguros que otros vehículos, los hábitos y el comportamiento de los conductores cuando se trata de un descapotable quizás expliquen las cifras. Por ejemplo, según esta entidad, es menos probable que el conductor de un convertible exceda el límite de velocidad y es más probable que se abroche el cinturón. O quizás es posible que los conductores de convertibles manejen por placer cuando el tiempo es agradable y transiten por carreteras escénicas donde hay menos tránsito.

Además, si bien los convertibles parecen más frágiles que los automóviles de capota dura, a menudo su estructura es más rígida. El chasis de un convertible por lo general se refuerza para que sea más rígido; si la estructura del automóvil tiende a doblarse, el manejo del automóvil sufrirá. Y algunos modelos, como el SLC Roadster de Mercedes-Benz, tienen barras antivuelco que se encuentran justo detrás del asiento del conductor y del pasajero. Sin embargo, los compradores también deben saber que si bien la NHTSA tiene requisitos para la resistencia a los choques del techo de los automóviles que se venden en Estados Unidos, los convertibles —incluso los que tienen capota dura plegable— están exentos.

Los compradores deben considerar las opciones de seguridad comprobadas disponibles en los diferentes modelos, como los sistemas de freno automático de emergencia, de alerta de puntos ciegos y de alerta de cambio involuntario de carril. También puedes comparar los índices de seguridad de los resultados de las pruebas de colisión del Gobierno.

En definitiva, el factor determinante de la seguridad en cualquier automóvil es el conductor. Tal como aconseja Young: “Vigila la velocidad, evita las distracciones y todo lo que afecte tus facultades, y abróchate siempre el cinturón de seguridad”.

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