Vida Sana
Cuando los hijos de Cherith Fluker dejaron el hogar, había muchas cosas de las que disfrutar, como más tiempo con su esposo, más tiempo para dedicar a su nuevo trabajo y más oportunidades para viajar.
Pero la ausencia de los hijos también significó pasar menos tiempo con los amigos que había hecho durante casi dos décadas de experiencias compartidas, como los partidos de vóleibol de la escuela secundaria de su hija.
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“Perdimos el contacto con las personas que veíamos dos o tres veces por semana porque íbamos a los mismos lugares. Pasábamos todo el día juntos los sábados en los torneos”, dice Fluker, de Birmingham, Alabama, madre de dos hijos en edad universitaria, presentadora de un pódcast y fundadora de un sitio de autocuidado en el que habla mucho sobre la amistad.
Los amigos la ayudaron a atravesar los momentos difíciles de la partida de sus hijos y la pérdida de sus dos padres en un lapso de dos años, dice. Pero desde que sus hijos se fueron a la universidad, sus amistades han cambiado. Si bien Fluker, de 43 años, cree en la idea de “hacer nuevos amigos, pero conservar los viejos”, está encontrando amigos nuevos en base a sus intereses, “ya no son las personas que van a los partidos de vóleibol porque sus hijos practican el deporte. Eso es [algo] de nuestros hijos, no nuestro”.
No todos son tan extrovertidos como Fluker. Encontrar y conservar amigos no es fácil para algunos padres que se acostumbraron a depender de las relaciones forjadas a través de sus hijos. Ya no pueden recurrir a la camaradería de alentar al equipo de la escuela, ayudar como voluntarios o asistir a reuniones de la asociación de padres y maestros. La vida se complica con el trabajo, la casa, los hijos y los parientes que van entrando en años. Los amigos de la universidad o de la infancia se alejan debido a nuevos trabajos, la necesidad de cuidar de padres mayores o la falta de coincidencia en opiniones políticas. Los grupos sociales se separan a causa de divorcios o mudanzas.
Pero las investigaciones dejan pocas dudas sobre los beneficios de tener amistades sólidas. Según un informe del 2019 publicado por la American Psychological Association, la falta de socialización puede generar depresión, falta de sueño, deterioro cognitivo acelerado, mala salud cardiovascular y debilitación del sistema inmunitario.
Así y todo, la sociedad tiende a asignar más valor a las relaciones románticas que a las de amistad, dice Marisa G. Franco, psicóloga y autora de Platonic: How the Science of Attachment Can Help You Make — and Keep — Friends, un libro que examina la ciencia de las amistades duraderas.
“Hacemos una serie de cosas que convierten las amistades en relaciones de segunda categoría”, dice Franco. “Invertimos menos tiempo, ¿verdad? Iniciamos menos contactos. No demostramos tanto amor y adoración en comparación con una relación romántica. Y eso es lo que hace que nuestras amistades sean menos fuertes”.
La ciencia nos enseña que debemos alimentar las amistades de la misma manera que alimentamos las conexiones románticas, dice Franco. “Lo que hace que una relación [platónica] tenga éxito hará que tu relación romántica tenga éxito, y viceversa”, dice.
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