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‘Jimmy Carter: Rock & Roll President’ describe el papel de la música en su vida

El documental muestra cómo los ritmos y los músicos influyeron en él.

Jimmy Carter, expresidente de EE.UU., sentado al lado de un tocadiscos durante una entrevista para el documental “Jimmy Carter: Rock & Roll President”, en Plains, Georgia.

JAMES FIDELER/NOT JUST PEANUTS LLC

Jimmy Carter, expresidente de EE.UU., sentado al lado de un tocadiscos durante una entrevista para el documental “Jimmy Carter: Rock & Roll President”, en Plains, Georgia.

In English | Pocos hubieran dicho en 1976 que Jimmy Carter era un rebelde del rock 'n' roll. Él era un agricultor de maní, bautista del Sur, gobernador de Georgia y exoficial de la Armada que pronto se convertiría en presidente. Pero un nuevo documental presenta argumentos sólidos sobre su experiencia con la contracultura. En Jimmy Carter: Rock & Roll President, la directora Mary Wharton examina la manera en la que la música popular ayudó a un político poco conocido de Plains, Georgia, una zona rural, a obtener el cargo más alto en este país.

La película comienza con un fragmento de Carter como candidato citando “It's Alright Ma (I'm Only Bleeding)” de Bob Dylan. Luego adelanta 42 años y muestra al expresidente en casa colocando la aguja del tocadiscos para tocar “Mr. Tambourine Man” de Dylan.


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Rock & Roll President relata el papel que desempeñó la música en la campaña, la presidencia y la vida de Carter después de que ocupó la Casa Blanca, con imágenes de archivo y una increíble serie de entrevistas. Los músicos entrevistados incluyen a Dylan, Willie NelsonBono, Paul Simon, Jimmy Buffett, Rosanne Cash, Trisha Yearwood, Nile Rodgers, Garth Brooks y Gregg Allman (quien dio una de sus últimas entrevistas antes de su fallecimiento en el 2017). También aparece la exsecretaria de Estado Madeleine Albright, al igual que el líder de derechos civiles Andrew Young.

Los cineastas entrevistaron dos veces a Carter, quien ahora tiene 95 años. “La música es la mejor prueba de que la gente tiene una cosa en común sin importar dónde vivan ni qué idioma hablen”, dice.

Al expresidente se lo recuerda más que nada por la crisis de los rehenes en Irán, los Acuerdos de Camp David, los tratados del Canal de Panamá y los aumentos vertiginosos en los precios de la gasolina que impulsaron su aplastante derrota frente a Ronald Reagan en 1980. También fue el primer político principal en asociarse en serio con el rock ’n’ roll y la cultura de la juventud. El documental revela un aspecto menos conocido de Carter, como un amante de la música con vínculos estrechos con Nelson, Dylan, los Allman Brothers y otras superestrellas de la época, quienes no solo apoyaron su campaña sino que también forjaron amistades duraderas con él. Según cuenta Carter, los Allman lo llevaron a la Casa Blanca al tocar su música en eventos de recaudación de fondos después de que se le terminó el dinero.

Dylan y Carter forjaron un vínculo perdurable después de que el cantautor visitara la Casa de Gobierno en Georgia. En la película, Dylan recuerda: “Cuando conocí a Jimmy, lo primero que hizo fue citar las letras de mis canciones. Fue la primera vez que me di cuenta de que mis canciones habían llegado a la mayoría. Me inquietó un poco. Pero él me tranquilizó y me demostró que su aprecio era sincero, que éramos almas gemelas”.


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Carter no se esfuerza por disimular las imperfecciones de la cultura musical. Señala alegremente un error en la autobiografía de Nelson. La irreverente estrella de la música country escribió que fumó marihuana con un criado cuando se alojó durante una noche en la Casa Blanca. “En realidad, fue uno de mis hijos”, corrige Carter, explicando que Nelson no quiso manchar la reputación de la familia Carter.

También cuenta sobre el periodista "gonzo" Hunter S. Thompson, un admirador y amigo de Carter que se enojó mucho cuando no le permitieron entrevistarlo al principio de su campaña electoral. Thompson se emborrachó, llenó basureros de periódicos y les prendió fuego frente a la puerta de la habitación de hotel de Jody Powell, asistente de prensa de Carter.

“A algunas personas no les gustó mi relación cercana con Willie Nelson, Bob Dylan y roqueros de mala reputación”, dice Carter en el documental. “Pero eso no me importaba, porque estaba haciendo algo en lo que verdaderamente creo. Y la respuesta de los seguidores de estos músicos influyó mucho más que unas cuantas personas que pensaron que asociarse al rock 'n' roll y a personas radicales era poco apropiado para un presidente”.

Jimmy Carter y Willie Nelson sentados juntos en el concierto de recaudación de fondos que presentó Nelson para la campaña de reelección de Carter el 13 de septiembre de 1980.

THE JIMMY CARTER PRESIDENTIAL LIBRARY

Jimmy Carter y Willie Nelson sentados juntos en el concierto de recaudación de fondos que presentó Nelson para la campaña de reelección de Carter el 13 de septiembre de 1980.

Rock & Roll President, disponible a pedido y en cines virtuales, y que se presentará en CNN en enero, “era una historia escondida a plena vista”, dice la directora Wharton, quien desde hace mucho tiempo produce documentales televisivos sobre música. “Lo que me atrajo fue el desafío de usar el formato de documental musical para explorar la vida de un expresidente y ganador de un Premio Nobel de La Paz. Fue contraintuitivo e interesante. Me di cuenta de que era una oportunidad para mostrar el poder de la música y a un hombre que ha sido calumniado injustamente”.

El productor Chris Farrell dice que el proyecto atrajo “más que de sobra para elegir”, pues aliados de Carter de todo el espectro musical se ofrecieron como voluntarios para participar. Solo fue difícil coordinar la participación de dos personas: Dylan y Carter mismo. Dylan estaba dispuesto a hacerlo, pero fue difícil de programar porque estaba de gira. El equipo de rodaje lo siguió por todo el país antes de lograr entrevistarlo en un lugar secreto. Carter transigió, pero estaba receloso.

“Llegó temprano y los primeros minutos fueron tensos”, dice Farrell. “Apenas se dio cuenta de que no íbamos a preguntar sobre el ambiente político actual ni sus errores en el cargo, sino solo sobre su amor por la música, se le iluminó la cara”.

Carter sonríe durante toda la película, desde cuando canta “Salt Peanuts” con Dizzy Gillespie durante una presentación en la Casa Blanca hasta cuando rememora sobre su invitación a Aretha Franklin a su toma de posesión.

Bono, Jimmy Carter y Nile Rodgers

Bono, Jimmy Carter y Nile Rodgers asistieron a la Gala Celebratoria del 2016 de We Are Family Foundation en Nueva York.

En una época en la que los jóvenes y sus ídolos musicales rechazaban a los políticos como farsantes, “apareció Carter con su generosidad de espíritu y fue un oyente perspicaz de la música”, afirma Wharton. “Es muy poco común en la política encontrar a alguien tan honesto y auténtico como lo era Carter”.

Ella y Farrell esperan que los espectadores disfruten de la multitud de tesoros musicales e históricos de la película, así como de sus lecciones sobre el poder de la música para unir y las revelaciones sobre la personalidad de Carter.

“La música es una de las fuerzas más poderosas que ha creado la humanidad”, señala Wharton. “Nos recuerda que tenemos más en común que nuestras diferencias. Carter aprecia eso de manera profunda y filosófica. Fue un experto en usar la música para atravesar las divisiones políticas. Al examinar la vida de Carter a través del lente de su relación con la música, empieza a surgir un retrato de su honestidad. Fue honesto incluso cuando la gente no quiso escucharlo”.

Farrell sugiere que Carter es un ejemplo para nuestra época.

“No estábamos tratando de hacer el documental definitivo sobre Carter”, dice. “Estamos intentando lograr que las personas vean algo que no notaron antes. La música es una forma poderosa de unir a la gente. Lo vimos. Él fue alguien con coraje moral fuerte y liderazgo moral sólido. Al final, habla sobre cómo uno debe intentar ser la mejor persona que puede. Si todos pudiéramos hacer eso, la mitad —si no todo— el divisionismo en este país se esfumaría”.