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Poncho Sánchez: lo mejor de ambos mundos

Como el género que ama, el conguero de jazz latino personifica la fusión de dos idiomas musicales.


spinner image Pancarta con el texto Celebramos la música latina
spinner image Poncho Sánchez durante una presentación en el festival BeachLife en Redondo Beach, California, mayo 2019.
Scott Dudelson/Getty Images

Soy el menor de once hermanos, y mis hermanos y hermanas mayores son quienes disfrutaron de la primera oleada de música mambo y chachachá. Heredé de ellos los discos de Cal Tjader, Tito Puente y René Touzet. Escuchaban el programa de Chico Sesma en la radio, “Con Sabor Latino”, la única persona que ponía música a la que llaman salsa hoy en día, pero que en aquellos días se llamaba música cubana o música tropical. O simplemente la llamaban mambo o chachachá. La palabra salsa aún no se usaba a finales de la década de 1950. Eso era lo que escuchaba todos los días en casa, por lo que pensé que esa era mi música. Somos de Laredo, Texas. Cuando era niño pensaba que esa era música texana. El vecino de enfrente, Benny Rodriguez, tenía una guitarra y tocaba en una banda de R&B. Me sentaba en el suelo y los escuchaba practicar, y descubrí que me gustaba la música. No sabía nada sobre ella, pero sentía como me hacía arder el alma. Cada vez que la música en vivo empezaba a sonar, vaya, me daban escalofríos y me provocaba bailar y todo eso, pero lo único que tenía a mi disposición en ese momento era Benny Rodriguez, al otro lado de la calle, con su guitarra. 

Cuando estaba en la escuela secundaria, quería aprender las congas o los timbales. Pero ni yo, ni nadie en el área, sabía nada sobre esos instrumentos. En la actualidad, todos tienen internet para ver y aprender. Lo único con lo que yo contaba era el reverso de los álbumes, como los de Mongo Santamaría y Willie Bobo. Aprendí yo solo a tocar las congas; miraba los reversos de esos discos, me fijaba la manera en que colocaban las manos y ponía atención a su música. 

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He tocado para presidentes. Toqué para Bill Clinton tres veces. Me dijo: “Poncho: tenemos tus discos en casa”. Imagínate, su casa era la Casa Blanca. Y tuve el honor de cenar con Al Gore y [su exesposa] Tipper Gore. Al Gore le dijo a Tipper: “Busca tus bongós y muestra lo que a veces haces a mediados de la semana”. Al Gore me dijo: “Poncho: ella tiene tus discos y práctica con tu música”.

El jazz latino tiene lo mejor de ambos mundos: la sofisticación de los clásicos de jazz, los clásicos estadounidenses y el sabor de la música latina, los ritmos latinos que lo apoyan. Debajo de los tonos graves están el mambo, el chachachá, el guaguancó, el merengue y el bolero. Para mí, no hay nada mejor que cuando se juntan esos dos idiomas.

El percusionista, director de banda y cantante, ganador de premios Grammy, ha llevado su marca de jazz latino por todo el mundo durante más de 30 años. Sánchez nació de padres mexicanos en Laredo, Texas y creció en el sur de California. El éxito de su carrera empezó en 1975 cuando su ídolo, Cal Tjader, lo invitó al escenario para un set y lo contrató enseguida.

Según relatado a Katharine A. Díaz

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