Martha Reeves: todavía bailando en la calle
La leyenda de Motown recuerda cuando hacia música con Marvin Gaye.
VIDAL/GETTY IMAGES; MICHAEL OCHS ARCHIVES/GETTY IMAGES
A la izquierda: Martha Reeves (abajo) en Martha and the Vandellas; a la derecha: Reeves cantando en Barcelona durante una presentación en octubre del 2018.
In English | Martha Reeves, actualmente de 77 años, vive en Detroit, donde trabajó como funcionaria del Concejo Municipal décadas después de sus éxitos con Motown como Martha and the Vandellas. El grupo se disolvió en 1972, pero Reeves continúa presentándose como las Vandellas con dos de sus hermanas: Lois y Delphine Reeves, con éxitos como “Dancing in the Street”, “Quicksand” y “Nowhere to Run”. En 1994, Reeves también publicó su memoria, Dancing in the Streets: Confessions of a Motown Diva. Los siguientes son pasajes editados de su conversación con AARP sobre el 60.º aniversario de Motown.
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Sobre haberse ido de casa con la primera gira Motortown Revue:
En realidad no estaba pensando en mí. Simplemente me alegraba irme de la ciudad y enviarle dinero a mi madre. Esa [era] toda mi ambición, que pudiera ganar dinero. Es más que todo por esto que empecé a trabajar en el departamento de A&R (artistas y repertorio). Entraba a las 9 de la mañana y salía a las 9 de la noche todos los días de la semana, porque nunca cerraban sus puertas. Por nueve meses esperaba estar en la gira; esperaba que me dieran un contrato. Esperaba que las chicas con las que trabajaba, Rosalind [Ashford], Annette [Sterling] y Gloria [Williams], estuvieran dispuestas a armar un grupo.
Sobre la primera grabación como cantantes de fondo de “Stubborn Kind of Fellow” de Marvin Gaye:
Sabía que Annette, Rosalind y yo podíamos lograr esa armonía. Gloria era creativa y nos inventábamos nuestras partes. [Martha canta las notas introductorias distintivas] du, du, du, da… Gloria se las inventó junto con la mayoría de armonías de las Vandellas. Marvin estaba en el micrófono y nos parábamos alrededor de él. Era un sitio estrecho y podíamos tocarlo, coquetear y cantar con él en perfecta armonía. Lo queríamos tanto. Cantábamos detrás de él sin que nos pagaran mucho. En la Motortown Revue nos parábamos por fuera del escenario y cantábamos detrás de él para hacerlo sonar como una grabación. Estábamos muy orgullosas de ayudar a Marvin a salir de sus baladas para lograr un sonido vibrante parecido al de un coro.
Sobre el jefe, Berry Gordy, fundador de Motown:
Su talento básico era espiritual. Berry podía mirarte y decirte que de verdad tenías talento y si te venía del alma. Te criticaba si necesitabas ayuda. Fue un gran mentor no solo para los cantantes, sino para los músicos. Debo hablar por mí misma, me motivó para hacer lo mejor posible cada vez que estábamos en el estudio.
He tenido una gran relación personal con Berry Gordy, pero no de índole sexual. Nos sentábamos en el automóvil después de que me llevaba a casa (antes de que mi padre me diera uno) y hablábamos. Yo era buena escuchando las cosas que proponía para Motown a nivel creativo. Podíamos hablar abierta y francamente.
Sobre sus presentaciones en vivo y su legado:
Trabajamos todo lo que queremos, porque el sonido de Motown ha probado ser uno de los favoritos. Actualmente tengo a los nietos [en la audiencia]. Tengo a la familia, tres generaciones. No tienes que sacar a los niños de la habitación cuando pones el sonido de Motown. Una vez una señora me dijo que su madre le pidió que pusiera “Dancing in the Street” en su funeral. Eso me puso la piel de gallina, que alguien quisiera que sus hijos fueran felices y se regocijaran por su vida.
Todavía estoy en Detroit y canto con mis dos hermanas. Lois ha estado conmigo desde 1968 y Delphine se me unió en los años 80. Este es mi 56.º año en el negocio del espectáculo y aquí sigo.