CENTRO DE RECURSOS CONTRA EL FRAUDE
Estafas de obituario
Cuando un cónyuge, padre, hermano o amigo cercano muere, es natural querer contar la historia de ese individuo, compartir en un obituario lo que hacía especial a ese ser querido e intercambiar recuerdos en redes sociales. Pero al celebrar la vida de un ser querido y lamentar su muerte, ten cuidado con lo que compartes, ya que los estafadores también prestan atención.
Los fraudes de obituario, también conocidos como estafas de duelo, por lo general comienzan con información tomada de avisos de muerte en periódicos o publicados en internet. Los estafadores recolectan datos que a menudo se incluyen en los obituarios —como la fecha de nacimiento de la persona fallecida, dónde vivía y trabajaba y los nombres de sus familiares— para empezar a crear un perfil para el robo de identidad.
¿Has visto este fraude?
- Llama a la línea de ayuda gratuita de AARP : 877-908-3360
- Repórtalo en el mapa de rastreo de estafas (en inglés), de AARP
Inscríbete para recibir alertas de vigilancia gratuitas que ofrecen más consejos para evitar fraudes
Con tan solo algunos datos clave, los ciberdelincuentes pueden encontrar y comprar el domicilio, el número de Seguro Social y otros datos personales de una persona fallecida en la red oscura. Usan esa información para crear cuentas financieras o acceder a ellas, solicitar préstamos, obtener atención médica o presentar declaraciones de impuestos falsas (y reclamar reembolsos fraudulentos) bajo el nombre de la persona fallecida. A este tipo de robo de identidad se le llama “ghosting” (conversión en fantasma).
O utilizan lo que saben sobre una muerte reciente para hacerse pasar por otra persona e intentar estafar al cónyuge sobreviviente u otro familiar. Estafadores que se hacen pasar por funcionarios gubernamentales, cobradores de deudas o agentes de seguro intentan obtener más datos personales sobre la persona fallecida o solicitan el pago de una factura que supuestamente no se ha pagado, un beneficio no reclamado o una póliza vencida.
La pandemia ha traído una nueva variedad de esta estafa: los ladrones pretenden representar el programa de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) que ayuda a las familias a pagar los gastos funerarios de las víctimas del virus, alegando que necesitan información personal para "registrarlo" para recibir la ayuda.
Algunas estafas de duelo son más complejas, y pueden ser muy personalizadas. Los estafadores de obituario fingen ser amigos o familiares olvidados de la persona fallecida y se comunican con el cónyuge sobreviviente inesperadamente para expresar sus condolencias y hablar de recuerdos. Estas muestras de compasión fingida pueden convertirse en estafas románticas o estafas mediante las que se intenta robarles a los beneficiarios el dinero que heredaron.
A los estafadores les gusta realizar estafas de obituario porque las víctimas han fallecido, así que no pueden monitorear las cuentas financieras ni los informes crediticios para detectar actividades inusuales, o son vulnerables emocionalmente y suelen ser más fáciles de manipular. Algunos estafadores incluso se hacen pasar por psíquicos o consejeros espirituales, les piden dinero a los dolientes y les prometen usar medios sobrenaturales para ayudarlos a superar su pérdida.
Señales de advertencia
- Recibes una llamada de un supuesto funcionario gubernamental, un cobrador de deudas o un corredor de seguros sobre deudas de impuestos, facturas sin pagar o asuntos pendientes que supuestamente dejó un ser querido fallecido recientemente.
- La persona que llama te presiona para que pagues de inmediato y pide que realices el pago mediante transferencia bancaria, tarjeta de regalo o tarjeta recargable; todas estas son señales de alerta de una estafa.
- Una llamada, mensaje de texto o mensaje electrónico no solicitado promete ayuda del Gobierno federal para pagar por el funeral de alguien que murió por COVID-19. FEMA no se comunicará contigo acerca de la asistencia federal para un funeral a menos que ya te hayas comunicado con la agencia sobre el programa.
- Recibes facturas o detectas actividad en tarjetas de crédito debido a gastos realizados después de la muerte de tu ser querido.
Qué hacer
- Infórmale al Seguro Social sobre la muerte de un ser querido lo antes posible llamando al 800-772-1213.
- Envía una copia del acta de defunción al Servicio de Impuestos Internos (IRS) para que los funcionarios puedan registrar la muerte en la cuenta fiscal de la persona fallecida.
- Notifica a los bancos y otras instituciones financieras de tu ser querido. Si cierras cuentas bancarias, pide que se indique que se cerraron debido a la muerte del titular de la cuenta.
- Notifica a las tres agencias de crédito principales (Equifax, Experian y TransUnion —en inglés—) para que documenten la muerte en el expediente crediticio de la persona fallecida. Esto evitará que se aprueben solicitudes de crédito fraudulentas.
- Obtén una copia del informe crediticio de la persona fallecida (en inglés) inmediatamente después de su muerte y unos meses después para revisar si hay actividad fraudulenta.
- Desconfía de familiares o amigos “olvidados” de la persona fallecida que se comuniquen contigo (especialmente en redes sociales) y hablen de asuntos financieros o intenten establecer una relación. Pregunta a familiares y a viejos amigos si conocen o recuerdan a esa persona.
Qué no
- No incluyas demasiada información personal en el obituario. Omite detalles que puedan utilizarse para el robo de identidad, como la fecha y el lugar de nacimiento, el segundo nombre, el apellido de soltera y el apellido de soltera de la madre de la persona fallecida.
- No incluyas el domicilio de la persona fallecida. Si el obituario incluye la fecha y la hora del funeral, un ladrón podría entrar a la casa, ya que puede suponer que estará vacía durante el servicio funerario.
- No realices pagos ni proporciones información personal sobre ti o un ser querido fallecido a alguien que te llame inesperadamente.
- No permitas que un cobrador de deudas te asuste y te haga pagar las obligaciones financieras de un cónyuge, un padre o un hermano fallecido. Por lo general, el patrimonio —no los sobrevivientes— es responsable de las deudas. Hay algunas excepciones para los préstamos con codeudores y las cuentas financieras conjuntas, y según la normativa de bienes gananciales de algunos estados; la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor tiene más información.
Más recursos
- Denuncia las estafas de obituario o el robo de identidad de una persona fallecida a la Comisión Federal de Comercio, en internet o llamando al 877-382-4357.
- Si el fraude se realizó en internet, también denúncialo al Centro de Quejas de Crímenes por Internet del FBI.
Llama a la línea de ayuda de FEMA (800-621-3362) o a la Línea Caliente del Centro Nacional para el Fraude (866-720-5721) si recibes un mensaje sospechoso sobre asistencia federal para pagar por un funeral.
Actualizado el 4 de junio de 2021
Acerca de la Red contra el Fraude
Ya sea que te hayas visto afectado por estafas o fraudes o estás interesado en obtener más información, la Red contra el Fraude, de AARP, aboga por ti y te prepara con el conocimiento que necesitas para sentirte más informado y poder detectar y evitar estafas con firmeza.
Más del Centro de Recursos contra el Fraude