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6 preguntas que debes hacerle a tu médico sobre el sexo después de los 50 años

Sequedad vaginal, problemas con las erecciones, sexo seguro y más.


spinner image Una receta médica que dice sexo en inglés

Con la mayoría de los médicos mal preparados para hablar sobre la salud sexual y muchos pacientes demasiado avergonzados para abordar el tema, el sexo se ha convertido en algo de lo que no hablamos en el consultorio.

“Muchos médicos hablan sobre los beneficios de la nutrición, el sueño y el ejercicio; pero no hablan de algo realmente esencial que todos compartimos: nuestra sexualidad”, dice Evelin Dacker, médica de familia en Salem, Oregón, quien se dedica a normalizar la salud sexual en los cuidados de rutina. “Necesitamos comenzar a tener esta conversación”.

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Comienza la conversación sobre la salud sexual

Los expertos en bienestar sexual sugieren hablar primero sobre un problema físico, como sequedad vaginal o problemas con las erecciones, y luego hacer la transición a inquietudes sobre el deseo, la baja libido y la intimidad.

Como observa Joshua Gonzalez, urólogo y médico de Medicina Sexual en Los Ángeles: “A veces los pacientes necesitan ser sus propios defensores. Si sientes que algo en tu vida sexual no está sucediendo de la manera que te gustaría, o si no eres capaz de desempeñarte sexualmente como te gustaría, nunca asumas que esto es normal o inevitable”.

A menudo, hay problemas fisiológicos en juego o medicamentos que pueden alterar tu experiencia sexual. “Si te interesa tener relaciones sexuales”, dice Gonzalez, “a menudo hay soluciones reales para lo que sea que esté dando problemas”.

Estas son seis preguntas para ayudar a dirigir la conversación en la dirección correcta.

1. ¿Qué puedo hacer con las erecciones poco fiables?

La disfunción eréctil es común en los hombres mayores: el 50% de los hombres de 50 años experimentarán problemas de erección, dice Gonzalez, y el 60% de los hombres de 60 años, el 70% de los hombres de 70 años y así sucesivamente.

La buena noticia: hay soluciones. “Esto no significa renunciar a tener relaciones sexuales placenteras a cierta edad”, dice Gonzalez. Las dos cosas principales que él evalúa son el equilibrio hormonal y el flujo sanguíneo al pene. Luego, se diseña un plan de tratamiento basado en esos resultados.

Algunos hombres mayores también encuentran que a menudo toma tiempo y esfuerzo eyacular. González sugiere desvincular la idea de la eyaculación y el orgasmo. Lo que muchos hombres no se dan cuenta es que se puede tener un orgasmo con un pene blando y sin liberar ningún líquido. “Tu orgasmo —el componente del placer— no va a cambiar”.

Algo que también es bueno saber: la salud sexual es un indicador de la salud general. Por ejemplo, la disfunción eréctil puede ser un indicador de problemas de salud no diagnosticados, como enfermedades cardíacas y diabetes, años antes de que surjan otros síntomas, dice Gonzalez.

2. El sexo es diferente ahora. Mi cuerpo ya no es joven, pero todavía tengo deseos sexuales. ¿Cómo puedo acomodar esta nueva normalidad?

Dacker a menudo les pregunta a sus pacientes mayores cómo es la calidad de su intimidad, si es lo que quieren que sea, o si han notado un cambio a medida que envejecen y lo que eso significa para ellos.

“Naturalmente, a medida que envejecemos nuestros cuerpos comienzan a funcionar de manera diferente”, dice. “Me gusta reformular lo que significa ser sexual al expandir nuestra vida íntima y hacer cosas que tal vez no hayas pensado hacer antes”.

Dacker, que imparte cursos sobre cómo ser un proveedor de atención médica con una actitud positiva hacia el sexo, sugiere explorarse mutuamente de nuevas maneras: bailar, mirarse a los ojos, lavarse unos a otros mientras se bañan, dar masajes con aceite de coco sin manos usando el estómago, los brazos y el pecho. También es admiradora del autoplacer.

“Hay tanto placer que no implica la penetración, el orgasmo y las erecciones”, agrega. “No se trata de rendimiento, sino de placer”.

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3. Mi vagina duele cuando tengo sexo penetrante hasta el punto en que ahora lo evito. ¿Qué puedo hacer?

La falta de estrógeno en las mujeres mayores puede hacer que la pared vaginal se vuelva muy delgada, lo que provoca sequedad, irritación y sangrado cuando hay fricción.

“Puede ser incómodo con o sin sexo”, dice Katharine O'Connell White, profesora adjunta de Obstetricia/Ginecología en la Universidad de Boston y vicepresidenta académica y directora adjunta del programa Complex Family Planning Fellowship en Boston Medical Center. “Lo que las personas no se dan cuenta es que lo que sienten es muy común. La mayoría de las mujeres posmenopáusicas experimentarán esto”.

White ofrece una solución de tres partes para la sequedad vaginal: Si eres sexualmente activa —e incluso si nunca has usado un lubricante antes— agrega un lubricante a base de agua durante el juego sexual. Además, considera usar un humectante vaginal sin estrógeno, que se vende en tiendas y en internet, para ayudar a restaurar el revestimiento vaginal. Por último, piensa en volver a agregar el estrógeno que el cuerpo anhela a través de tabletas, anillos o cremas (con receta médica) que se insertan en la vagina.

White también aconseja a los pacientes que dediquen entre 20 y 30 minutos a juegos eróticos antes de tener relaciones sexuales con penetración vaginal. “Todo el cuerpo cambia y la vagina se lubrica, se ensancha y se alarga, lo que puede ayudar mucho a aliviar cualquier molestia”, dice.

4. La incontinencia urinaria interfiere con mi vida sexual. ¿Cómo puedo controlarla?

Debido a que la vejiga está sentada sobre la vagina, el adelgazamiento de la pared vaginal también puede afectar la vejiga. Cuando orinas, puede causar ardor o la necesidad de orinar con más frecuencia, síntomas típicos de una infección urinaria, según White.

Algunas mujeres sienten que necesitan orinar durante las relaciones sexuales, lo que, como dice White, “puede arruinar el momento”. Ella aconseja “orinar antes de tener relaciones sexuales y después de tenerlas”. También sugiere usar estrógeno vaginal para cubrir las paredes de la vagina y, por extensión, la vejiga.

5. Me interesa volver a salir en citas. ¿Qué exámenes de detección del bienestar sexual debo realizarme (y cuáles pedirle a una nueva pareja?

Entender completamente la importancia de reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) debe ser importante a medida que vuelves a entrar al mundo de las citas, según el enfermero profesional Jeffrey Kwong, profesor de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Rutgers y embajador clínico de la campaña “Detengamos Juntos el VIH” de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. 

“Los individuos deben someterse a un examen de detección si participan en algún tipo de actividad sexual —oral, vaginal, anal— porque muchas veces, algunas de estas enfermedades pueden ser asintomáticas”, dice. “Pueden transmitirse sin síntomas y viceversa”.

Los exámenes de detección pueden incluir un análisis de orina o sangre, o muestras de la vagina, la garganta o el recto. Debido al aumento de las infecciones de transmisión sexual entre los adultos mayores, Kwong sugiere hacerse pruebas de detección del VIH, la hepatitis C, la hepatitis B, la clamidia, la gonorrea y la sífilis. A principios del 2024, los CDC informaron que los casos de sífilis habían alcanzado su nivel más alto desde la década de 1950.

6. Mi médico no me prestó atención cuando intenté hablar sobre el sexo, básicamente diciendo, "a tu edad, ¿qué esperas?" ¿Qué debo hacer ahora?

El sexo es una parte especial de la vida sin importar la edad que tengas. “Si tienes un médico que descarta cualquiera de tus preocupaciones, es hora de encontrar un nuevo médico”, dice White.

Encontrar un buen médico, agrega, no es diferente de buscar un estilista de cabello consumado o un mecánico confiable: pregúntales a tus amigos.

“Siento horror cuando escucho cosas como esta”, agrega. “Todo buen médico realmente querrá que hables de las cosas que te preocupan”

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