Vida Sana
Cada año, más de un millón de mujeres en Estados Unidos atraviesan la menopausia, una etapa que puede causar síntomas como sofocones, aumento de peso, reducción de la libido y problemas para dormir. Pero hay otro cambio que conlleva aún más consecuencias para la salud: un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Casi dos tercios de las personas que sufren de Alzheimer en Estados Unidos son mujeres, una vulnerabilidad que podría comenzar ya en la etapa de la perimenopausia y se relaciona con el estrógeno. “Esto no es sorpresa si pensamos en cuántos síntomas menopáusicos —entre ellos la depresión, la ansiedad e incluso la niebla mental— en realidad surgen del cerebro y no de los ovarios”, dice Lisa Mosconi, directora de Women’s Brain Initiative y subdirectora de la Clínica de Prevención del Alzheimer en Weill Cornell Medical College/NewYork-Presbyterian Hospital.
Las investigaciones la respaldan. Un estudio (en inglés) publicado por Mosconi este último mes de junio en la revista Scientific Reports escaneó el cerebro de 161 mujeres de entre 40 y 65 años que estaban en diferentes etapas de la transición peri y posmenopáusica. Halló una abundancia de datos sobre cambios en el cerebro durante la menopausia, incluso la reducción de materia gris y materia blanca, aumentos en los depósitos de proteínas amiloides beta (asociadas con el Alzheimer) y disminución de la glucosa, la principal fuente de combustible para las células del cuerpo.
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Y el estrógeno desempeña una función en todos ellos. “Pensamos en esta hormona como una hormona principalmente reproductiva, pero en realidad es el ‘regulador maestro’ del cerebro femenino”, explica Mosconi. “Impulsa literalmente a las neuronas a quemar glucosa para generar energía"; también participa en el crecimiento, la plasticidad y la inmunidad. En consecuencia, mantiene el cerebro joven y sano, dice. Pero a medida que los niveles de estrógeno disminuyen, advierte, “las neuronas comienzan a reducir el ritmo y envejecen más rápidamente”. Esto genera no solo cambios cognitivos como depresión, ansiedad y problemas de concentración, sino también otros síntomas relacionados con la menopausia. “Cuando el estrógeno no activa el hipotálamo en el cerebro, no puede regular la temperatura del cuerpo, lo que causa los sofocones”, explica. “Cuando no activa la parte del tronco del encéfalo que se encarga del sueño y la vigilia, sufrimos de insomnio. Y cuando no puede activar el núcleo amigdalino, el centro cerebral de la memoria, nos deprimimos, nos sentimos ansiosas o incluso olvidadizas”.
Pero hay noticias esperanzadoras. Un estudio reciente (en inglés)que se publicó en noviembre en la revista médica Neurology, del cual Mosconi es coautora, halló que una mayor exposición al estrógeno a lo largo de la vida —por ejemplo, tener más hijos, tomar anticonceptivos orales o hacer un tratamiento hormonal sustitutivo— parece contrarrestar estos efectos. Las mujeres del estudio que conformaban uno de estos criterios mostraron efectivamente más materia gris (responsable de la memoria y las emociones) que otras participantes del estudio.
Cuando Mosconi y sus colegas se prepararon para el estudio, ella no formuló la hipótesis de que tener más hijos sería una protección; en todo caso, pensó que tendría el efecto opuesto. “Pero parece que cuando las mujeres son madres, el cerebro se incentiva para ser más receptivo a ciertos aspectos de la vida que requieren memoria, atención y concentración sólidas”, dice Mosconi. "Por lo que, si bien la transición a la menopausia hace que el cerebro femenino sea más vulnerable, todos estos otros eventos de la historia reproductiva lo hacen más resiliente”.
Todavía no se puede afirmar con certeza que las mujeres peri y posmenopáusicas se pueden beneficiar con un tratamiento hormonal sustitutivo (HRT), advierte Mosconi. Si bien ciertos estudios iniciales hallaron que el HRT redujo efectivamente el riesgo de demencia, otros estudios han hallado que no tuvo ningún efecto o que elevó levemente ese riesgo. De todos modos, hay otras cosas que puedes hacer para proteger el cerebro a medida que atraviesas la menopausia, insiste. Estas incluyen:
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